Un artículo de Maribel Vera
Terapeuta Ocupacional de la Unidad de Atención Diurna de Fundació ACE

Las Actividades de la Vida Diaria son todas aquellas que realizamos de forma cotidiana, abarcando desde el cuidado personal, cubriendo las necesidades básicas, hasta el cuidado del hogar, trabajo, educación, ocio y tiempo libre. Se caracterizan por tener un significado y propósito para la persona que las realiza, y dependiendo de la cultura, el estado de salud, edad, tienen un valor u otro, y pueden presentar diferencias entre las personas, y proporciona independencia personal y autonomía.

El terapeuta ocupacional es el profesional que se encarga de explorar, valorar y seleccionar las actividades a trabajar que van a beneficiar a la persona de la forma más positiva posible. La terapia ocupacional es una disciplina sociosanitaria que, mediante el uso de actividades prepositivas, busca conseguir la máxima funcionalidad, autonomía y calidad de vida, en las personas que presenten riesgo de sufrir alguna limitación o grado de dependencia en la realización de sus actividades de la vida diaria.

La definición de las Actividades de la Vida Diaria por la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA) en 1978 son “los componentes de la actividad cotidiana comprendidos en las actividades de autocuidado, trabajo, juego y ocio”.

geriatricarea Actividades de la Vida Diaria
Las personas con demencia cursan un deterioro progresivo en la realización de las actividades que realizaban anteriormente

Las Actividades de la Vida Diaria (AVD) se clasifican en tres grupos:

AVD Básicas
Son imprescindibles para la supervivencia, y condición humana, se realizan a diario, de forma automática, están centradas en el cuidado y mantenimiento de nuestro cuerpo. Incluyen las actividades de comer, higiene, vestido, control de esfínteres, movilidad funcional…

AVD Instrumentales
Son las actividades que se realizan mediante la interacción de la persona con el entorno que lo rodea, tienen mayor complejidad cognitiva y motriz. Incluyen actividades de cuidado de otros, comunicación, movilidad comunitaria, manejo de medicación, uso de dinero y compras, cuidado del hogar.

AVD Avanzadas
Son actividades relacionadas con los gustos y preferencias de la persona, y requieren un buen funcionamiento de las capacidades cognitivas más complejas, como las funciones ejecutivas. Estas actividades son las de Ocio y tiempo libre, participación social, actividad laboral, y educativa.

La demencia es un síndrome debido a una enfermedad cerebral crónica o progresiva, causando déficits de funciones superiores como la memoria, razonamiento, orientación, comprensión, cálculo, lenguaje, praxias… Al producirse estos déficits, la actividad habitual de una persona, las actividades que realiza van a ir afectándose poco a poco y puede aparecer desorientación personal, temporal, espacial.

Puede afectar a las gnosias simples (sentidos de vista, olfato, tacto, oído, gusto), y las gnosias complejas (percepción del esquema corporal, espacio, tiempo, movimiento, y velocidad). La atención también puede verse afectada, y la persona no puede completar la actividad, o la realiza de forma incorrecta o repetidamente.

Las funciones ejecutivas son las que nos ayudan a la resolución de problemas y planificación, siendo una de las funciones que manifiestan dificultades de forma temprana. Las praxias nos permiten realizar movimientos coordinados, simples, complejos, con objetos, en respuesta a estímulos apropiados visuales o verbales. Su alteración eleva la dependencia de la persona. El lenguaje permite la nominación, la asociación de la palabra con la imagen, para el reconocimiento de un objeto. Puede afectarse el lenguaje de comprensión o expresión, la denominación, vocabulario, la fluidez, la escritura y la lectura.

La memoria puede alterarse en sus diferentes tipos: la inmediata (la que nos permite recordar lo sucedido en 20-30 segundos), la reciente (recupera información de minutos o horas) y la remota (contiene información acontecida de hace años)

También pueden verse alteradas las habilidades viso espaciales (que nos permiten ubicar la posición de los objetos en el espacio, en relación a uno mismo, y otros objetos) y aspectos emocionales, la conducta y la personalidad. La apatía y cambios de ánimo son frecuentes en las demencias.

Las personas con demencia cursan un deterioro progresivo en la realización de las actividades que realizaban anteriormente. La realización de las actividades de la vida diaria se ven afectadas por un déficit gradual de las funciones cognitivas, impidiendo finalizar con éxito, o llevándolas a cabo con errores, impidiendo dar respuesta a sus necesidades o las del entorno.

El trabajo del terapeuta ocupacional está basado en observar la relación existente entre las pérdidas físicas, cognitivas y funcionales que, mediante la instauración de un programa con actividades adecuadas, busca conseguir mantener la autonomía y aumentar la calidad de vida de la persona.

La Terapia Ocupacional reduce el impacto de la enfermedad

La intervención de Terapia Ocupacional contribuye a reducir el impacto de la enfermedad en el funcionamiento diario, maximizando la funcionalidad del paciente y minimizando el esfuerzo del cuidador en cada uno de los estadios de la enfermedad, manteniendo las diferentes áreas ocupacionales mediante técnicas que se adaptaran a la evolución de la enfermedad, que provoca cambios día a día. De esta manera la persona puede vivenciar el desempeño de las actividades, aumentando el sentimiento de utilidad y bienestar.

Evaluación inicial de las AVD

  • Recopilación de la información necesaria sobre la persona.
  • Valoración personal: mediante la entrevista personal, historia de vida, historial clínico.
  • Valoración cognitiva: es necesario conocer en qué nivel se encuentra la persona para poder realizar una intervención acorde a su estadio, y a sus capacidades.
  • Valoración funcional: uso de escalas como; Índice de Katz, Índice de Lawton y Brody, Índice de Barthel, observación en el desempeño de tareas…
  • Valoración del entorno físico: conocer y explorar el entorno de la persona, para poder realizar adaptaciones si fuera necesario.
  • Valoración familiar: aportar información de la persona, y conocer que dificultades presenta, y en qué actividades.

Plan de tratamiento

  • Propuesta de objetivos generales y específicos. Los objetivos que se plantearán irán dirigidos a mantener, preservar, conservar, estimular, fomentar, favorecer. Y en determinados procesos patológicos sí que es posible rehabilitar o recuperar, alcanzará el máximo de autonomía e independencia posible.
  • Metodología: intervenciones y actividades, registro y evaluación. Técnicas de adaptación- compensación, a través de la simplificación de tareas y la modificación del entorno según el grado de deterioro
  • Temporalización: horario con tiempo y actividades
  • Recursos: humanos y materiales

-Pautas básicas de tratamiento

  • Terapia individualizada, y personalizada. Realizar la actividad, con las rutinas y hábitos de la persona. Y adaptar al estadio en el que se encuentre.
  • Intervención en el entorno; adaptación para facilitar la realización de la actividad de la forma más autónoma posible.
  • Intervención con la familia: aportar estrategias, y adaptar a la manera de hacer la actividad (el momento del día en que se realiza, y la realización de la actividad) en el domicilio.
  • Las actividades deben ser funcionales, que ayuden a mantener las capacidades, con un propósito, es decir, con un objetivo a cumplir, y significativas para la persona. Y si es posible, que puedan decidir en el proceso de la actividad en la medida que puedan.
  • La intervención será acorde con el grado de deterioro que tenga la persona, adaptaremos la actividad a sus capacidades, de forma que pueda realizarla de forma más autónoma posible.

En el primer estadio, el paciente presenta dificultades con las tareas que requieren razonamiento abstracto, pero no se ven afectadas las actividades de la vida diaria básicas. Si la persona se encuentra en un estadio leve de la enfermedad, únicamente requerirá algún recordatorio para hacer la actividad, o sólo supervisión.

En el estado moderado, requiere la supervisión para la mayoría de actividades, es necesario graduar la actividad, en pasos sencillos para que la pueda realizar. Preparar la actividad, los utensilios u objetos que necesite para llevarla a cabo, e instrucciones cortas y precisas, ordenadas cronológicamente, reforzando cada pequeña acción hecha, hasta completar la actividad.

En el caso del estado avanzado y grave, la acción se lleva a cabo por el cuidador, quizás la persona pueda realizar una pequeña parte del total de la actividad. Se procura en la medida de lo posible, hacerles partícipes de la tarea, aunque no la puedan completar.

En el estadio final el paciente, no va a poder realizar la actividad, solo se beneficia al sentirse confortable y con pocos estímulos.

Se aconseja realizar las AVD Básicas en su entorno conocido, su baño, su casa y en el horario que suele hacer las actividades, para este tipo de patologías es de gran importancia establecer rutinas para aportar mayor seguridad, en un ambiente tranquilo, sin estímulos distractores, sin agitación ni nerviosismo, ya que dificultara mantener la atención en la actividad.

Adaptación del entorno físico y tecnología

La adaptación del ambiente facilitará que las capacidades residuales, permitan realizar la actividad en la medida de sus posibilidades, de una forma segura. La modificación del entorno, el uso de algunas ayudas técnicas para mejorar o prevenir caídas, el uso de ayudas facilitadoras y de orientación, van a ayudar a la persona a la realización de las actividades.

Entre las ayudas tecnológicas podemos disponer de: Calendarios auditivos (recuerdan citas programadas), pastillero con alarmas (avisan de la hora de administración de los fármacos), localizadores GPS (ayudan al cuidador a conocer la ubicación exacta de su familiar, y aporta libertad al paciente para poder desplazarse por la ciudad de forma autónoma) teléfonos de mesa con marcadores programables, mando a distancia adaptados, relojes que nos indican la hora de forma verbal.

La prescripción de las ayudas técnicas debe realizarse con cuidado, no todas las ayudas son para todos los tipos de demencia, ni todos sus estadios.

Formación a cuidadores

Entre las funciones del terapeuta ocupacional existe la de formar a cuidadores, aportando información al cuidador sobre las diferentes etapas de las demencias; que actividades van a poder realizar en cada momento; y como adaptar la tarea para que la puedan desempeñar de la forma más autónoma posible y, en casos de mayor gravedad, asesorando para que participen en la medida de lo posible en las actividades propuestas. También en importante ofrecer un abanico de actividades significativas para la persona para realizar en casa o en el centro que asista, así como dar conocimiento de las ayudas técnicas que les conviene en cada estadio de la enfermedad.

Conclusión

Existe una relación entre la capacidad para realizar ocupaciones significativas y la calidad de vida. Deberemos buscar el equilibrio entre las capacidades de la persona, la adaptación de la actividad y el entorno para alcanzar la máxima independencia posible. Las directrices a seguir desde la terapia ocupacional son: entrenamiento y/o adaptación de la actividad, modificación del entorno y formación de cuidadores.

Bibliografía

Moruno Miralles P. (2005) Definición y clasificación de las actividades de la vida diaria. En Actividades de la vida diaria (pp. 3 – 22) Barcelona: Masson, S.A

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Moruno Miralles P. Romero Ayuso DM. (2006) Actividades de la Vida Diaria. Barcelona: Masson, S.A.