geriatricarea Carina Cinalli



Un artículo de Carina Cinalli Ramírez,
Psicóloga Vocal Asociación Española Psicogerontología (AEPG)
Miembro grupo de trabajo Promoción del buen trato a las personas mayores del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid COP

“Tenía mi vida más o menos organizada y ahora tengo miedo de que cuando todo esto pase no sea capaz de volver a empezar. Siento que mi vida está estancada, al principio lo llevé mejor pero ahora necesito ayuda”
Pilar, 65 años

“Perder un año es mucho en esta etapa de mi vida, es una eternidad, tengo la sensación de que ya no voy a poder disfrutar de nada, el mundo entero ya no es el mismo y ¿qué voy a hacer yo cuando esto se termine, si se termina alguna vez?
María, 73 años

“¿Los últimos años de mi vida los voy a pasar así? Si yo fuera joven, si tuviera la edad de mis nietos o mis hijos… antes podía con todo. Cuando me acuerdo del pasado lloro porque ya nada queda de lo que viví. Esta pandemia arrasó con todo, es como un huracán”
Ángeles, 75 años

Algunos de los efectos del Covid en la subjetividad de los mayores se evidencian en estos fragmentos extraídos de pacientes que acuden a una consulta psicogerontológica. Más allá de la presencia de trastornos psicológicos preexistentes y agravados por la pandemia o surgidos a partir de ella, es frecuente escuchar en la consulta un sufrimiento vinculado a la sensación de habitar en un tiempo detenido, la vida puesta entre paréntesis, la pérdida de recursos que en otras ocasiones de la vida habían aflorado para afrontar situaciones de difíciles. En muchas ocasiones este sufrimiento no se corresponde con los criterios definidos para un trastorno específico, más bien está ligado a una frustración en la voluntad de sentido y la sensación de vacío existencial que genera.

Desde la perspectiva existencial de Viktor Frankl (1998) la voluntad de sentido es la fuerza motivacional más poderosa para vivir y actuar, es el motor que impulsa al ser humano a proyectar su existencia en el mundo más allá de cualquier situación. No siempre resulta fácil ver sentido en una situación, más aún en un contexto de incertidumbre y sufrimiento.

La logoterapia como intervención centrada en el sentido ofrece un sustento teórico y metodológico para ayudar a las personas a desplegar los recursos para tener una existencia plena integrando el sufrimiento inevitable como parte de la vida.

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La logoterapia aplicada a la intervención psicogerontológica ayuda al mayor a orientar su existencia hacia el sentido como elemento integrador

¿Cómo movilizar la voluntad de sentido desde la intervención psicológica? ¿Cómo ayudar al paciente a pasar de esta vivencia de vacío y de impotencia a la responsabilidad de dar una respuesta existencial a los desafíos de la vida? Estos son algunos de los puntos que trabajamos en una intervención:

  • Vincular al paciente con sus huellas de sentido
    En muchas personas mayores la situación actual ha provocado un quiebre en la continuidad existencial, en la experimentación de la vida como un itinerario que integra las tres dimensiones del tiempo. Según Erikson (2000) reconocer la propia vida como un recorrido que incluye la sabiduría recogida en el pasado, los desafíos del presente y la ilusión por el futuro, es una de las características que definen la integridad como tarea opuesta a la desesperación en la etapa de la vejez.

    La añoranza del pasado y la incertidumbre hacia el futuro, genera esa sensación de estar en un “encierro” del que parece muy difícil salir. Viktor Frankl (2014) dijo “la mejor manera de ser es haber sido”. Por eso desde la intervención psicológica ayudamos al paciente a reconocer y aceptar que las cosas que fueron y que ya no son, permanecen para siempre en el “haber sido”. Esto ayuda a paciente como Ángeles a reconocer que la pandemia, como ella dice, puede haber arrasado con muchas cosas, pero no con todo lo vivido, experimentado y creado en su vida, que permanecerá para siempre.
  • Conectar el ser y el sentido
    Reintegrar el pasado en el itinerario vital es tan importante como instaurar la dimensión del futuro a pesar de la incertidumbre. Muchos mayores manifiestan en la consulta que no pueden pensar en el futuro, y hoy más que nunca es importante trabajar el carácter dinámico de la existencia. Ayudar a conectar el presente con el futuro inmediato permite al paciente a vislumbrar la posibilidad de sentido.
  • Afinar la conciencia como órgano de sentido
    Esto implica que el paciente se asuma como ser interrogado, reconozca las preguntas que la vida le hace a modo de desafíos que debe enfrentar, y vislumbre en cada una de estas situaciones la posibilidad de encontrar y realizar sentido. Entendemos la conciencia como la brújula que orienta la acción. Conectando ser y sentido y afinando la conciencia ayudamos a pacientes como como Pilar y María a proyectarse en actividades con sentido y comenzar a realizarlas.
  • Realizar valores
    El sentido que siempre es subjetivo y único en cada situación, se realiza a través de los valores. No se trata de un trabajo intelectual de definición de sentido sino de acción. Ayudamos al paciente a descubrir y realizar sentido a través de lo que ofrece a otros y al mundo (valores creativos), lo que recibe a modo de experiencias de amor, gratitud, belleza, etc. (valores vivenciales), y la actitud que elige asumir ante el sufrimiento inevitable (valores de actitud)).

Desde la concepción antropológica de Viktor Frankl (1998) el hombre es un ser tridimensional formado por la dimensión biológica, psicosocial y espiritual o noética. La dimensión espiritual es la propiamente humana, constituye el núcleo saludable de la persona, y desde allí proviene la capacidad de realizar sentido a partir de valores. García Pintos dijo que si bien la dimensión noética se desarrolla a lo largo de la vida, es en el envejecimiento cuando alcanza su plenitud, por eso define la vejez como “edad del sentido”.

La logoterapia aplicada a la intervención psicogerontológica ayuda a la persona mayor a ir más allá de sus condicionantes orientando su existencia hacia el sentido como elemento integrador de su vida. En tiempos en los que debemos ayudar a los pacientes a envejecer con salud y bienestar aún en el escenario de la pandemia y sus consecuencias, esta intervención terapéutica puede ser de gran utilidad.

Referencias bibliográficas:

Erikson, E. (2000). El ciclo vital completado. Barcelona: Paidós Ibérica
Frankl, V.E. (2014). La psicoterapia en la práctica clínica. Barcelona: Editorial Hérder
Frankl, V.E. (1998). La voluntad de sentido. Barcelona: Hérder.
García Pintos, C (1993). El Círculo de la Vejez. Buenos Aires: Almagesto

Carina Cinalli Ramírez
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