Un artículo de la Dra. Ania Mora,
Ballesol Vía Parque

A medida que sumamos años, no solo envejece nuestro cuerpo, nuestro cerebro también lo hace y la memoria comienza a perderse; en ocasiones comienzan los olvidos frecuentes de acciones inmediatas u otras actividades cotidianas hasta no poder sostener una conversación, incapacidad de realizar tareas, falta de orientación y cambios de humor.

El deterioro cognitivo como definición es la perdida de las funciones cognitivas tales como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información. Aparece en el envejecimiento normal y depende de factores fisiológicos, ambientales y sociales.

Existen causas que hacen que el deterioro cognitivo sea mayor como cambios en el organismo dado la perdida de neuronas, de la vista y la no regeneración de las mismas. Cambios psicológicos como el estrés, la depresión que promueven el desgaste de la neurona y la pérdida de memoria sea mayor. Cambios en la sociedad evidenciada en la tendencia al aislamiento tanto del medio como de las personas hace que repercuta en las capacidades funcionales y que la memoria por ende disminuya.

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Las enfermedades neurodegenerativas generan un proceso que acelera la muerte celular provocando degeneración del tejido nervioso

Hay indicadores de riesgo como la edad, sexo, nivel educativo, historia familiar de demencia, factores genéticos, enfermedades asociadas como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, actividad metabólica disminuida en ciertas áreas del cerebro, disminución del hipocampo, ser portador del genotipo de la apolipoproteina E, déficit de memoria, la depresión, escasa habilidad de leer y escribir, el aislamiento social, la no realización de ejercicio físico, abuso de medicación, problemas de sueño y el aislamiento social. Estos factores podrían contribuir a la aparición del deterioro cognitivo en la senectud.

Las enfermedades neurodegenerativas son aquellas provocadas por un proceso que acelera la muerte celular provocando degeneración del tejido nervioso. Una enfermedad degenerativa es una afección generalmente crónica, durante el cual concurre  un proceso continuado de cambios degenerativos en la célula, en el cual la función y/o la estructura  de los órganos y tejidos afectados empeoran en el transcurso  del tiempo. Este tipo de enfermedad puede manifestarse por problemas de desgaste del organismo, o relacionadas por el estilo de vida, según algunos autores las enfermedades degenerativas son contrapuestas a las enfermedades infecciosas.

Existen algunos autores que reconocen a la obesidad y el colesterol como causas de incremento de las mismas. En la actualidad existen más de 100 tipos de enfermedades degenerativas, entre ellas las más comunes en nuestro medio son:

  • Enfermedad de Alzheimer
  • Enfermedad de Parkinson
  • Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)
  • Demencia de Cuerpos de Lewy
  • Atrofia Muscular Espinal
  • Enfermedad de Huntington

Estas enfermedades causan problemas en diversas actividades que el cuerpo realiza, como el movimiento, el equilibrio, respirar, hablar o funciones del corazón. Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por ser progresivas y gran parte de ellas son de carácter genético.

La mayoría de las enfermedades neurodegenerativas no tienen una cura, aunque con un tratamiento adecuado se pueden mejorar los síntomas, aumentar la movilidad de la persona o aliviar el dolor. Estas enfermedades son serias y, dependiendo de la patología, pueden poner en riesgo la vida del paciente.

En muchos casos es complicado detectar los primeros síntomas, pero, a medida que las estructuras y regiones del sistema nervioso se van dañando, podemos apreciar las manifestaciones de la enfermedad. Hay una enorme variedad de síntomas, que dependerán según la afección. Algunos de los más característicos son:

  • Problemas en el control de movimiento: temblores de reposos, rigidez muscular, lentitud en el inicio y la ejecución de movimiento, alteración en los reflejos posturales y del equilibro o parálisis de marcha.
  • Problemas mentales cognitivos (demencia): deterioro de la memoria hasta la amnesia, déficit de pensamiento y juicio, desorientación, deficiencias en la capacidad intelectiva, déficit del lenguaje, etc.
  • Otros síntomas secundarios: insomnio, trastornos de la comunicación, trastornos alimenticios, problemas urinarios, dificultad de deglución, depresión, angustia, entre otros.

Las enfermedades degenerativas del sistema nervioso no se pueden prevenir, pero hay diferentes consejos que se pueden seguir para disminuir el riesgo a padecer alguna de las patologías:

  • Alimentación: el consumo excesivo de grasas saturadas incrementa el estrés oxidativo generando daños irreparables a las neuronas.
  • Ejercicio: no tener una vida sedentaria mejora las funciones sinápticas neuronales lo que mejora la memoria y la ansiedad.
  • Dormir: un sueño con la calidad y la cantidad adecuado evita daños al cerebro propiciando la aparición de enfermedades cerebrales, neurológicas y psicológicas.
  • Actividades mentales o sociales ayudan a la prevención. Si no mantenemos nuestro cerebro en forma se atrofia.

Aunque la gran mayoría de estas enfermedades no tienen una cura, sin embargo, existen tratamientos que tienen como objetivo retardar el avance de las mismas, aliviar el dolor, mejorar los síntomas y alargar la autonomía y funcionalidad del paciente. Según cada caso particular, se pueden emplear distintos procedimientos médico-quirúrgicos que alivian los síntomas o medicamentos que prolongan la funcionalidad de la persona afectada.

En primer lugar, cabe valorar que el diagnóstico de este tipo de enfermedades es un golpe duro para los pacientes. Su diagnóstico puede propiciar la aparición de depresión o ansiedad y puede ser necesario el uso de psicoterapia.

La psicoeducación es importante, tanto para el paciente como para el entorno, para conocer el tratamiento de la enfermedad y las consecuencias. De esta forma se disminuye el nivel de incertidumbre, facilitando mecanismos y estrategias de adaptación. En el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas es frecuente el uso de rehabilitación neuropsicológica, la fisioterapia, logoterapia y terapia ocupacional. Todas ellas forman parte de una estrategia multidisciplinar para prolongar y mejorar la calidad de vida del paciente, así como su estado y su autonomía.

El paciente también puede necesitar ayudas externas para su día a día, como pictogramas, agendas, ayudas visuales o mecanismos de desplazamiento.

En nuestras residencias Ballesol con el paso de los años se ha visto un incremento de ingresos con estas patologías para facilitarles un adecuado manejo, el equipo multidisciplinario ha tenido que estudiar y aprender a tratar a los residentes con deterioro cognitivo y los cambios físicos y conductuales que lo acompañan así como identificar riesgos geriátricos como las caídas y replantearnos un cambio desde la medicación evitando la polimedicación y las restricciones físicas, favoreciendo el ejercicio físico, dietas no restrictivas pero saludables  y estimulación cognitiva especializada en estos grupos de enfermedades.

En estos tiempos de pandemia por la Covid 19 no solo han cambiado nuestras vidas y la de los residentes, privando la libertad de salir, recibir visitas y del efecto positivo del roce y del cariño, tiempo no solo de aislamiento social y familiar sino la adaptación a una nueva realidad de confinamiento sin sonrisas ni abrazos pilares afectivos muy importantes para evitar el avance del deterioro cognitivo.

Como profesionales nos inundó el miedo y el desconcierto a lo desconocido, pero también nos replanteamos nuestro trabajo y comenzamos a reforzar áreas afectivas y cognitivas y buscar nuevos espacios, asumir roles, llenar espacios y superar las expectativas familiares.

Y hoy sin perder la noción de que la situación no ha terminado, vemos una luz de esperanza pues a pesar de los tiempos difíciles que hemos vivido, hemos superado obstáculos, reforzado vínculos y hemos creado nuevas estrategias y nos reconforta saber que el avance del deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas hemos podido frenarlas con acompañamiento, sonrisas y mucho amor