Un artículo de Sandra Cabús y Anna Rubio,
Fisioterapeuta y Terapeuta ocupacional respectivamente en la Residencia y Centro de Día L’Onada Gandesa

Los síndromes geriátricos son un conjunto de cuadros clínicos originados por una serie de enfermedades que se dan con mayor frecuencia en la población anciana, tales como:

  • Inmovilidad
  • Inestabilidad y caídas
  • Incontinencia urinaria y fecal
  • Deterioro cognitivo
  • Infecciones
  • Desnutrición
  • Alteraciones en vista y oído
  • Estreñimiento
  • Depresión/Insomnio
  • Yatrogenia
  • Inmunodeficiencias
  • Impotencia o alteraciones sexuales

geriatricarea síndromes geriátricos
Un análisis exhaustivo de los síndromes geriátricos permite un buen abordaje multidisciplinar de los mismos

Debido a la tendencia actual de favorecer que la persona esté el mayor tiempo posible en su hábitat, influye en retardar su ingreso en residencia, con lo cual, su grado de dependencia en el momento de la institucionalización es frecuentemente elevado.

En el momento del ingreso, es importante realizar una valoración global del usuario, para detectar sus necesidades y fijar objetivos de mejora de su estado de salud. Esta información se puede obtener ya en la primera toma de contacto, por parte de distintos profesionales (enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología) con el usuario y con su familia.

En la práctica diaria es fundamental que los distintos profesionales estén alerta ante la aparición de nuevos signos o síntomas que indiquen agudización de patologías o aparición de nuevos síndromes geriátricos. Los síndromes geriátricos influyen negativamente en su calidad de vida. Por ejemplo, la inmovilidad originada por una fractura, puede generar la aparición de úlceras, problemas cardiovasculares, empeoramiento de la motilidad intestinal, malestar psico-emocional, etc.

Un análisis exhaustivo de los síndromes, permite un buen abordaje multidisciplinar para intentar mejorar la calidad de vida del usuario. El plan de trabajo debe ser revisado continuamente para adaptarse a las cambiantes circunstancias vitales de la persona.