Victor José Pachón Corrales, Fisioterapueta

Un artículo de Víctor José Pachón Corrales,
Fisioterapeuta en Fundación Benéfica La Encarnación y San José

Hablar de terapias no farmacológicas es casi sinónimo de hablar de fisioterapia. Ya como disciplina científica, fue definida por la OMS en 1958 como “el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad”.

Durante todo este tiempo la fisioterapia ha ido evolucionando, depurando y añadiendo técnicas y evidencia. El fisioterapeuta las prescribe y aplica tanto en el tratamiento como en la prevención de prácticamente todas las áreas de la medicina y salud. Pero ¿qué es lo que nos vamos a encontrar en la población geriátrica? y ¿cómo ayuda aquí el fisioterapeuta?

En el envejecimiento se va produciendo una merma fisiológica de varias capacidades del organismo, que lo hace más susceptible a sufrir patologías y accidentes (p. Ej. Caídas). También es menor la respuesta de recuperación ante estos contratiempos. Asimismo, se produce una disminución de la actividad habitual de la persona y del desempeño cognitivo.

La concomitancia de otros aspectos como la presencia de dolor, limitaciones articulares, una alimentación inadecuada, disminución de la fuerza muscular y capacidad respiratoria, alteraciones del equilibrio, metabólicas, circulatorias o psicológicas; son factores añadidos que hacen que este proceso fisiológico que es el envejecimiento suceda frecuentemente con importantes mermas en la calidad de vida. Esto es evitable en gran medida y la fisioterapia cumple un papel fundamental.

Como se puede deducir de lo anterior, todas estas condiciones actúan retroalimentándose unas a otras. Un pequeño estado depresivo, por ejemplo, puede conducir a una falta de actividad que, a su vez, va a acelerar la disminución de la fuerza muscular y la capacidad cardiorrespiratoria. Lo mismo puede suceder al revés. Así podemos establecer multitud de interrelaciones que van a afectar a la calidad de vida.

Podemos comprender esto mejor a través del conocido ciclo de la fragilidad de de Fried (2001). La fragilidad (entre muchas definiciones y para entendernos) es un estado asociado al envejecimiento que supone la disminución de las reservas fisiológicas del individuo y que lo hacen más susceptible a la discapacidad y la enfermedad. Sería un estado previo a la dependencia.

geriatricarea fisioterapeuta

Veamos entonces como interviene el fisioterapeuta y qué herramientas tiene para evitar estos problemas; manteniendo o mejorando la capacidad funcional, la salud y la calidad de vida del individuo.

La fisioterapia se puede iniciar en cualquier condición presente de la persona, ya se encuentre en un perfecto estado de salud (prevención) o padezca de pre-fragilidad, fragilidad, dependencia, estados patológicos establecidos, dolor, etc. Seguiremos la definición de la OMS antes citada para describir las distintas terapias o técnicas fisioterápicas.

Ejercicio terapéutico

Es el ejercicio enfocado a prevenir, curar o paliar distintas patologías y sus consecuencias, ya sean agudas o crónicas, así como a recuperar las capacidades perdidas por estas o por traumatismos, intervenciones quirúrgicas, etc. También lo usamos para disminuir los efectos secundarios de algunos tratamientos médicos agresivos tales como los oncológicos.

Dentro de todos estos fines el fisioterapeuta prioriza la función, es decir, trabajar sobre la función perdida o alterada y retornar a la persona la máxima expresión posible de dicha función. Esta situación es algo que encontramos a diario en el campo de la geriatría.

Tras una evaluación del paciente se fijan unos objetivos terapéuticos, se implementan los ejercicios (indicados o contraindicados según el caso) así como un plan de seguimiento de los resultados y la adherencia del paciente.

Con carácter básico los aspectos que se pueden trabajar a través del ejercicio terapéutico son:

  • La fuerza muscular
  • La capacidad aeróbica
  • La movilidad articular
  • El equilibrio
  • La propiocepción y coordinación
  • La cinemática respiratoria
  • La postura corporal

Ni que decir tiene que las aplicaciones son prácticamente ilimitadas; desde las afecciones más graves (P. ej. Neurológicas, cardiovasculares) a la prevención de la fragilidad en personas que aún no presentan alteraciones aparentes.

Se puede trabajar con o sin medios o aparatos, por tanto tiene una versatilidad infinita. Normalmente en geriatría necesitamos pocos elementos auxiliares y nos pueden bastar, por poner ejemplos, unas pelotas, unos aros, palos, conos o elementos del propio centro como escaleras, pasillos, barandillas, jardines, sillas…

El ejercicio terapéutico puede ser una terapia por si sola o complementarse con otras técnicas fisioterápicas según el caso.

Estiramientos y movilizaciones

Existen multitud de formas y tejidos a tratar, desde articulaciones y músculos hasta nervios periféricos. Entre sus objetivos se encuentran aumentar la movilidad articular, liberar estructuras, preparar algunos tejidos para la vuelta al esfuerzo tras un traumatismo o intervención, etc.

Existen algunas movilizaciones muy específicas como las que se emplean en el tratamiento de los vértigos de origen vestibular. Habitualmente se aplican también junto con otras técnicas salvo casos concretos.

geriatricarea fisioterapeuta
Se debe acudir al fisioterapeuta para una evaluación que puede detectar precozmente alteraciones funcionales asociadas a la edad

Medios físicos como el calor, el frío o la luz

Los fisioterapeutas utilizamos estos medios normalmente en combinación con otros, ya que suelen ser coadyuvantes en los efectos perseguidos. Utilizando el calor buscamos vasodilatación, relajación muscular, disminución del dolor, etc. Puede tener contraindicaciones en ciertos casos como pueden ser zonas con inflamación, estasis venosos, infecciones o procesos muy agudos (por citar algunos ejemplos).

El frío también posee efectos analgésicos (como en traumatismos agudos), disminuye la inflamación y puede actuar como vasoconstrictor o vasodilatador según como se aplique.

Tanto uno como otro se pueden administrar con medios “básicos” o con aparatología más sofisticada como el uso de altas frecuencias electromagnéticas, chorros de aire, etc.

En cuanto a la luz se suele emplear en distintas zonas de su espectro o distintos modos de producción, desde el uso de infrarrojos al láser, UV, etc.

El agua

Este medio se ha utilizado en fisioterapia desde sus principios. Por un lado tenemos el efecto anti-gravitatorio del agua, que nos permite trabajar con personas que no pueden sostener el peso de su cuerpo o este hecho les produce dolor, o bien está contraindicado por las razones que sean. Esto supone una libertad de actuación extraordinaria en muchos casos, y nos permite ejercitar, movilizar o verticalizar al paciente cuando sería difícil en condiciones normales. En geriatría lo sabemos bien; como cuando llevamos a los residentes a la playa o a una piscina y trabajamos con ellos. También se nota en sus caras…

Por otra parte, hay otros aspectos del agua a tener en cuenta como la temperatura o el efecto de masaje. No menos importante es la ocasión de socializar que tienen los pacientes, ya que muchas veces son actividades que se realizan de forma colectiva.

Terapia manual

Son una serie de técnicas amplísimas, en las que se trabajan o manipulan distintos tejidos ya sea manual o instrumentalmente; todo ello observando las máximas del razonamiento clínico y la evidencia científica. Los objetivos son innumerables como disminuir el dolor, mejorar la movilidad, actuar sobre alteraciones como la espasticidad, etc.

Existen muchas técnicas y métodos de terapia manual, como pueden ser Maitland, Sohier, Bobath, Mulligan, McOnnell, McKenzie, por citar algunos. Dentro de la terapia manual encontraríamos también algunos tipos de masaje.

Vendajes

La aplicación de vendajes es habitual en distintos campos de la fisioterapia. Existen también diversos tipos (compresivos, funcionales, kinesiotaping, etc.) En el campo de la geriatría se suele utilizar el vendaje compresivo con mucha frecuencia para la prevención de estasis venosos y tratamiento de los edemas, así como en traumatismos.

Órtesis, férulas, ayudas técnicas, etc.

Son otras medidas que se suelen utilizar con frecuencia en personas mayores, ya sea para ayudarnos en su proceso de rehabilitación (como puede ser en pacientes neurológicos), para mejorar el dolor de ciertos procesos patológicos o en traumatismos, o como apoyo a personas con dificultad en las AVDs.

Electricidad, campos magnéticos

También se vienen usando estas técnicas desde los inicios de la fisioterapia. Sus usos varían dependiendo del objetivo que persigamos, desde aprovechar el efecto analgésico de algunas corrientes hasta su uso en el trabajo de la musculatura.

Este campo también se encuentra en constante investigación e innovación y están surgiendo aplicaciones y metodología interesante en tratamientos del dolor crónico y de la valoración muscular funcional.

Fisioterapia invasiva

Es la aplicación de métodos invasivos, como su propio nombre indica. En este caso se aplica la terapia con el uso de agujas. Como ejemplos tenemos la pución seca o la neuromodulación percutánea. Muchas veces se utiliza la ecografía para guiarnos y hacer más precisa su aplicación.

Presoterapia

Es la aplicación de presión (positiva o negativa) sobre distintos segmentos del cuerpo. Normalmente se utilizan distintos aparatos para su aplicación. Ejemplos de uso serían el tratamiento de cicatrices, edemas, problemas circulatorios…

Conclusiones

He intentado resumir en pocas palabras las herramientas que solemos utilizar los fisios. Cabría añadir que como en toda terapia, siempre es preferible actuar desde la prevención. Es conveniente que la persona mayor, aunque no presente problemas aparentes, acuda al fisioterapeuta para una evaluación que puede detectar alteraciones funcionales precozmente. No se debería esperar para ello a que la persona sea institucionalizada. Si bien en los centros disponemos de magníficos equipos multidisciplinares, no es menos cierto que las personas que ingresan suelen llegar ya con algún grado de dependencia.

Es necesario crear la cultura de visitar al fisioterapeuta también para prevenir problemas que van a surgir con la edad más o menos tarde. El fisioterapeuta va a proporcionarle al sujeto ayuda y herramientas para que tome las riendas de su envejecimiento saludable.

Muchas gracias a los lectores por su atención y a Geriatricarea por proporcionarnos la oportunidad de dar a conocer nuestro trabajo y poder seguir ayudando a nuestros mayores.

Sobre el autor

Víctor José Pachón Corrales es Fisioterapeuta de la Fundación Benéfica la Encarnación y San José, en Cájar (Granada).
Colegiado 1231 por el Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía (ICPFA)
Trabaja desde hace 20 años en el campo de la geriatría y desde hace tres en el I.C.P.F.A, donde ha colaborado en varias ocasiones con la Vocalía de Mayores.

Web: www.colfisio.org
Twitter: @VPachn