Un artículo de Osvaldo J. Hernández Soto,
Catedrático del Programa de Educación y Educación Física
en la Universidad Interamericana de Puerto Rico

Al envejecer, la salud y la longevidad dependen en un 25% de aspectos físicos y en un 75% de aspectos conductuales”
Fernández-Ballesteros

El envejecimiento es un proceso natural, heterogéneo, universal, continuo y progresivo presente en el curso de la vida de todo ser humano. Para alcanzar una vejez saludable en el mañana, es propio comenzar a prepararse en el ahora (presente). Salud es un concepto multidimensional (mental, física, social, espiritual, emocional, etc.) presente en un contexto ecológico. Esta influenciada multifactorialmente (ambiente, tecnología, economía, transportación, servicios de salud, educación, etc.). Se puede analizar colectiva o personal.

Algunos expertos sostienen que no se puede hablar de salud sin mencionar la enfermedad, la estudian como un binomio (Pérez-Lugo, 2009). Así que es un asunto complejo. Salud es un constructo que posee objetividad (diagnóstico clínico) y subjetividad (como es percibida). El estado de salud de una persona puede cambiar en el caminar por la vida. Esto quiere decir que se puede tener una salud regular y luego excelente, bueno o pobre.

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El envejecimiento es un proceso natural, heterogéneo, universal, continuo y progresivo

El objetivo de este escrito es presentar algunos hábitos propios de la salud analizada como un completo estado de bienestar. En esta mirada conceptual, puede coexistir la enfermedad; el elemento transversal es la capacidad de adaptación de la persona. La adaptación juega un papel protagónico en la búsqueda del equilibrio propio para el bienestar y la calidad de vida del adulto de mayor edad. Las recomendaciones de los hábitos sugeridos están alineados a las dimensiones de salud (Figura 1).

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En este contexto se brinda atención a diversas representaciones de la salud. Se presenta una mirada de la salud incluyente. No sólo se considera el cuerpo y la mente, también mediante la interacción social (los contactos). Se reconoce la expresión de los sentimientos, emociones positivas, la espiritualidad, el afrontar, superar, sobrevivencia, adaptación a experiencias y retos impuestos por las adversidades de la vida, o la enfermedad.

Aunque se sabe que la salud y la calidad de vida de cada ser humano esta influenciada ecológicamente, no se puede perder de vista que es un asunto de responsabilidad personal y debe ser atendido. Desde esta mirada radiográfica, se describen algunos hábitos y/o prácticas saludables adecuadas al adulto mayor.

Hábitos propios para la salud del adulto mayor

  1. Actividad
    La mente y el cuerpo son inseparables, el ser humano es un ente integrado. Es importante mantener la actividad física (moverse). Al menos cumplir con las recomendaciones de actividad física (150 a 300 minutos de actividad física moderada distribuidos durante la mayoría de los días de la semana), ACSM, (2018). Es necesario tener propósitos vitales, contar con proyectos, participar proactivamente. Estas, son formas que benefician la mente, el cuerpo, el sentirse y sentir. “orandum est ut sit mens sana in corpore sano”, Juvenal (10.356).

  2. Descanso
    Procurar la higiene del sueño. Se ha encontrado que no dormir lo adecuado (7 horas en la noche) aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades como: la diabetes, presión alta, cáncer, obesidad y muerte prematura (CDC, 2019). De igual manera, se debe tener cuidado con el tiempo sentado (sedentario), procurar que no sea más de 8 horas por día. El tiempo sentado mata igual que el cigarrillo (Rosenberg, et al, 2015). Practicar pausas activas.

  3. Alimentos
    La alimentación es vital para el funcionamiento humano; debe adecuarse a las necesidades calóricas, estilo de vida, creencias y/o estado de salud. Es importante que los adultos mayores conozcan formas de cumplir con los diferentes grupos de alimentos (vegetales, frutas, lácteos bajos en grasa, carnes, aves, mariscos magros, granos enteros, bajo sodio y azúcar refinada), seguir el modelo de plato sugerido según el país.

  4. Cuidado
    Visitar y consultar con regularidad al médico o proveedores de salud, es un asunto de responsabilidad individual; existen enfermedades prevenibles y tratables. La adherencia a los medicamentos y/o tratamientos farmacológicos o alternativas naturales son formas adecuadas para mantener la salud y prevenir deterioros del estado de salud física, mental.

  5. Control
    Fumar es un vicio costoso, enferma y mata; de igual forma, el uso desmedido de alcohol. Ambos, son prácticas contrarias al bienestar, la salud y la calidad de vida. Corresponde identificar grupos de apoyo para abandonar o reducir esas prácticas insalubres.

  6. Manejo
    Se sabe que existen diferentes estresores; el estrés agobia, enferma y mata. Son factores causantes de ansiedad, depresión y alteran el ritmo cardiaco (Baptist Health South Florida). El ejercicio, la música y el yoga, son formas adecuadas para su prevención y manejo.

  7. Aceptación
    Reconocer y entender que en la vida todo cambia, todo cambia, así dice Mercedes Sosa en su canción. El cambio es parte de la evolución. No se trata de entregarse, ni de abandonar los proyectos o sueños, al contario es seguir activo. Se trata adaptándose a los cambios, aceptar retos. Corresponde buscar alternativas para el continuo desarrollo personal.

  8. Querer
    No cerrar la ventana del amor, aunque sea como decía García Márquez “amor de la cintura para arriba”. Nunca es tarde para vivir ni para soñar (Zarebski, 2008). Importante, primero amarse y luego darse a querer y amar.

  9. Creer
    La espiritualidad como una mirada a la fuerza que unifica y ayuda en la sanación. Mejora el afrontamiento de diversas situaciones vitales, aún aquellas que representan una amenaza y situaciones que se relacionan con el envejecer; esto permite percibirse saludables físicamente y tener una protección emocional, Castañeda-Flores y Guerrero Castañeda, (2019).

  10. Humor
    Vivir la vida con una aptitud positiva, con optimismo. Expresar las emociones de forma saludable (reír y llorar cuando sea necesario). Se dice que, “cuando el corazón está alegre, la vida es más larga…pues un corazón lleno de alegría cura como una medicina, mientras que un espíritu triste seca los huesos” Antiguo Testamento.

  11. Felicidad
    Buscar emociones que evoquen momentos agradables, satisfacción, tener ganas de vivir, disfrutar de los momentos. Esta evidenciado que mayores niveles de bienestar y felicidad influyen de forma positiva en la salud de las personas, disminuyendo el riesgo cardiovascular, los estados inflamatorios, incluso retrasando el envejecimiento celular, Deschamps Perdomo, (2020).

A manera de conclusión, es importante destacar que la salud es un tema multidimensional influenciado por múltiples variables (educación en salud, servicios del estado, nivel de pobreza, tecnología, transportación, facilidades y entre otros, accesos). Para alcanzar la salud, se requiere del compromiso individual. Se puede disponer de todos los recursos y poseer el conocimiento sobre las mejores prácticas y hábitos adecuados para la salud, pero si no se ponen en acción (practica), no sirve de nada.

Para llegar con calidad de vida y salud en la vejez se debe invertir en el envejecimiento personal, (Kalache, 2015). La mejor inversión no cuesta, es cuestión de ocuparse con buenos hábitos de salud en el presente pensando en un mejor mañana.

Bibliografía

ACSMs Health Related Physical Fitness Assessment Manual. (5ThEd). Philadelphia, PA: Wolters Kluwer, (2018).

Baptist Health South Florida. 8 Steps you can take to healthy aging https://baptisthealth.net/baptist-health-news/8-steps-to-healthy-aging/ Castañeda-Flores y Centers for Disease Control and Prevention. (2019). Short Sleep Duration Among US Adults. https://www.cdc.gov/sleep/data_statistics.htm

Deschamps Perdomo, (2020). Felicidad y salud. Evidencias científicas. Rev Asoc Esp Med Trab, 29(4), 257-392

Guerrero Castañeda, (2019). Espiritualidad en adultos mayores hospitalizados, oportunidad de cuidado para enfermería: aproximación cuantitativa. Revista Cuidarte, 10 (3), 724

Kalache, A. (2015). Más mayores, más derechos. Diálogos interdisciplinarios sobre la vejez. Capítulo 1. El marco político del envejecimiento activo como respuesta a la revolución de la longevidad- Kalache, A. Editorial de la Universidad Nacional de la Plata. Recuperado de www.editorial.unlp.edu.ar/uploads/docs/gerontologia.pdf

Physical Activity Guidelines for Americans. (2018). US Department of Health and Human Services. (2nd Ed.). Recuperado de https://health.gov/paguidelines/second-edition/pdf/Physical_Activity_Guidelines_2nd_edition.pdf

Pérez-Lugo, E. (2009). Consideraciones para el estudio del binomio salud-enfermedad en la cultura popular. Revista de Ciencias Sociales, 15(4). 708-715.

Rosenberg, D., Cook, A., Gell, N., Lozano, P., Grothaus, L. & Arterburn, D. (2015). Relationships between sitting time and health indicators, cost, and utilization in older adults. Preventive Medicine Reports, 2, 247-249.

Zarebski, G. (2008). Padre de mis hijos, ¿padre de mis padres? (1era Ed). Buenos Aires. PAIDOS.


Sobre el autor

Osvaldo J. Hernández Soto es Catedrático del Programa de Educación y Educación Física en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de San Germán.

Posee: Doctorado en Educación de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metro (2002), Maestría en Salud Pública de la Escuela de Medicina Recinto de Ciencias Médicas en Puerto Rico (2003), Maestría en Gerontología Social de la Universidad de Barcelona, España (2016), Doctorado en Investigación Gerontológica de la Universidad Maimónides, Buenos Aires, Argentina (2019). Mantiene un Proyecto Comunitario en el Centro Esperanza para la Vejez de San Germán (1998-Presente)

Su línea de investigación es la Actividad física/Ejercicio/Tiempo sentado/Bienestar psicológico en adultos mayores. Posee varias publicaciones en revistas profesionales sobre su área.

osvaldo_hernandez@nullintersg.edu – ojhsui@nullgmail.com