Un artículo de David Roa Arbeteta, experto en salud y bienestar senior

Se calcula que el 70% de los españoles hizo uso de la telemedicina en el año 2022, un porcentaje que no ha hecho más que crecer desde la pandemia y que supone un reto para que el sistema sanitario español se digitalice y adapte tan rápido como los pacientes a esta nueva forma de acudir al médico o recibir sus prestaciones en sus propios domicilios.

La telemedicina tiene un gran objetivo de futuro a afrontar y es llegar a la población más mayor, ya que su uso se queda muy limitado a la población joven y urbanita, siendo difícil el acceso a la misma en zonas rurales altamente envejecidas o con difícil acceso a las comunicaciones digitales como el uso de internet.

La pandemia fue sin duda un estímulo increíble para el uso de video consultas o servicios de telemedicina, siendo miles las empresas que hoy en día están innovando en el área de la salud. De esa grave crisis sanitaria surgieron también grandes oportunidades de mejora para un sistema que está pendiente de una importante modernización.

En España, algunas comunidades autónomas ya han implantado sistemas de atención hospitalaria en domicilio con un éxito importante y una acogida por parte de los pacientes más que aceptable. La hospitalización domiciliaria (aun conllevando recursos humanos: médicos, enfermeras, etc y su desplazamiento al hogar del paciente) se calcula que cuesta hasta un 40% menos que el ingreso en hospital.

Geriatricarea- La hospitalización domiciliaria para pacientes crónicos

La hospitalización en domicilio no puede por ahora abordar con garantías patologías graves, agudas o que supongan una amenaza importante para la vida del paciente, pero sí enfermedades crónicas y estables que a día de hoy suponen el % más alto de ocupación de camas en ingresos hospitalarios. Ya en el año 2013 se calculaba que las patologías crónicas suponían entre el 60% y el 80% de las urgencias hospitalarias y que más del 25% – 50% de sus hospitalizaciones e ingresos podrían desarrollarse en la casa del propio paciente.

Tener el hospital en casa no solo genera una recuperación más rápida y satisfactoria al paciente, sino que ayuda a mejorar su estado emocional, su bienestar y a intentar descongestionar unos servicios médicos altamente tensionados desde la pandemia.

Otro importante beneficio asociado a la hospitalización domiciliaria es prevenir que el paciente pueda contraer enfermedades o contagiarse por virus que suelen proliferar y aparecer con mayor frecuencia en el ámbito hospitalario y que generan grandes complicaciones posteriores.

A día de hoy parece que los retos del futuro pasan por un difícil equilibrio entre en la humanización de la atención médica y la posibilidad de que el paciente reciba una atención de calidad en su propio hogar o de manera rápida, casi inmediata, con el uso de la tecnología.

Retos asociados a la atención médica extra hospitalaria

Los retos asociados a esta modalidad de atención médica extra hospitalaria son:

  • Pacientes mayores que no tienen familiares cercanos o cuidadores que puedan acompañarles o cuidarles durante largas horas del día o por la noche.
  • Profesionales sanitarios que, fuera de su ámbito clínico, muestran reticencias para desplazarse  al domicilio de los pacientes.
  • Reconocimiento de esta especialidad sanitaria.
  • Aumento del personal sanitario destinado a las unidades de hospitalización domiciliaria.
  • Incremento de la inversión en tecnología que permita el acceso a esta por parte de todos los pacientes que la requieran.

Otro reto importante que tenemos por delante es la fuente de información sanitaria que la población utiliza a diario ya que, el uso de redes sociales y aplicaciones sanitarias ya supone la principal vía de acceso a esta información especializada y sensible. Se calcula que el 68% de los pacientes que acuden a una consulta médica lo hacen habiendo leído previamente sobre sus síntomas y habiendo buscado información sobre estos, algo que cae en picado en la población mayor de 65 años, estando por tanto estos menos empoderados en la consulta médica.

Ya son múltiples las empresas que están innovando y generando herramientas para monitorizar a los pacientes en su domicilio, ver la evolución de sus constantes vitales incluso prescribir fármacos o pautas de salud: dietas, ejercicios, etc. Existen ya aplicaciones en el mercado que analizando una imagen de tu rostro saben detectar con precisión tu presión arterial o tu riesgo cardiovascular.

Algunas de las herramientas que se utilizan ya en la actualidad son: pulseras, lentillas, colgantes, vestimenta, zapatillas de correr, aplicaciones móviles, etc. Solo en los últimos años se han generado más de 165 mil aplicaciones móviles orientadas a la salud, un número que no hace más que crecer y que traerá consigo un nuevo abanico de herramientas para el control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes, etc.

Como conclusión podemos afirmar que el futuro es hoy y que ya son muchas las iniciativas privadas y públicas que están implantando servicios hospitalarios en domicilios y afrontando con garantías una atención de calidad e innovadora. Parece que el futuro pasa por estar ingresado en tu propia habitación, con una correcta y continua monitorización de tus constantes y una vía de comunicación 24 horas con especialistas médicos que solo te visitarán de forma puntual en tu hogar si la situación lo requiriese o se diese un agravamiento de la patología presente.