Un artículo de Mª Consuelo Vázquez Ruiz de Larrea,
socia de la Delegación SECOT de Álava, Seniors para la Cooperación Técnica

Introducción

Es hoy una realidad aceptada y demostrada por investigadores, doctores, científicos y cualquier profesional relacionado con la biología, medicina, fisiología, psicología y otras ciencias; que el desarrollo de la actividad física en cualquier edad- y sobre todo con las personas mayores-reporta grandes efectos beneficiosos personales para lograr un longevidad saludable.

Por ello, cada vez más la sociedad en general y cada persona en particular han interiorizado esa necesidad de ejercitarse activamente, si se pretende conseguir una vejez plena.

Nunca es tarde para comenzar a activarse ya que los resultados positivos son evidentes. No hay ninguna edad que prohíba estar activo, siempre hay recompensas personales. Si se puede contar con un profesional que oriente y supervise el ejercicio mejor, así como seguir las pautas del médico, ya que la adaptación individualizada es primordial.

Geriatricarea- atención domiciliaria y actividad física adaptada, personas mayores
La práctica física regular reporta importantes beneficios para la salud integral de las personas mayores.

Si sentimos dolor debemos de interrumpir el ejercicio. Hay que explorar, hacer lo que más gusta. Que nuestro tiempo activo no sea vacío, hay varias actividades para realizar.

Si a lo comentado, se añade la posibilidad de compartirlas en grupo, se favorecerá más nuestra sociabilidad y las relaciones sociales; lo que ayudará a mejorar la convivencia social, hará sentirnos mejor y ser más felices.

Beneficios de la Actividad Física

El ejercicio físico nos ayuda a tener una mejor imagen corporal, favorece la elasticidad, la coordinación motora, la autoestima, autonomía, el humor y en consecuencia refuerza e intensifica la salud físicay psíquica.

La actividad física favorece la flexibilidad, el equilibrio, la fuerza muscular, reduce el riesgo de caídas y la movilidad en general es más efectiva. Fortalece el sistema inmunológico, mejora la obesidad corporal, incrementa la masa muscular y las capacidades cardiorespiratorias.

Ejercitándonos nos ayuda a estar más en forma, a incrementar la actividad cerebral, la memoria a largo plazo, el aprendizaje y las capacidades cognitivas en general: atención, concentración, razonamiento, e incluso la inteligencia, etc.

Nos sirve para protegernos del estrés. Es evidente que la vida que llevamos habitualmente nos provoca tensiones psicológicas y peligros físicos constantes, que causan ansiedad, preocupaciones y hasta enfermedades físicas y mentales.

Favorece la plasticidad cerebral, ya que se renuevan las conexiones existentes. Tener un cerebro activo ayuda a alinear mejor la triangularidad de: mente, cuerpo y espíritu.

Por espiritualidad se puede entender también las prácticas de meditación, relajación, respiración, taichi, yoga, “mindfulness”, etc. Todas ellas favorecen y cooperan para lograr un mejor reposo, tranquilidad y satisfacción personal.

Si queremos ser personas mayores activas, la práctica física retrasa el envejecimiento prematuro. Estar sentado no protege vivir más y mejor. Vivir es hacer, es actividad. Siempre se debe intentar realizar algo nuevo que nos estimule y nos haga ser más creativos. La inactividad es un camino que nos conduce a la muerte prematura y a la longevidad acelerada, además de poder contraer más enfermedades físicas y mentales.

Los consejos de los profesionales especialistas coinciden en que es bueno moverse un poco todos los días, esto es mucho mejor que hacerlo de vez en cuando. Toda actividad que se inicia y se interrumpe produce tensión en el cuerpo. Hay que vencer la pereza.

Se precisa una práctica más larga y sostenida para desarrollar un buen estado general. A la vez, acumulamos masa muscular y aumentamos la resistencia corporal, tonificamos el sistema cardiovascular, bombeamos más deprisa la sangre, otorgamos esfuerzo a los pulmones, respiramos mejor, etc.

Las ejecuciones regulares nos harán más sanos, aunque no necesariamente agregarán años a la vida. No se va a obtener más tiempo, sino una mejor calidad de vida, lo que es una ventaja y un gran valor.

El secreto para vivir más y envejecer mejor, está en el equilibrio entre cuerpo y mente. Nuestra actitud personal y motivación positiva es primordial para obtener buenos resultados.

Recomendaciones a tener en cuenta

Si trabajamos nuestro cuerpo con el movimiento activo, mejorará nuestra mente y viviremos mejor. Si ejecutamos nuestro cerebro tendremos una vida más plena, seremos más inteligentes y mucho más felices.

Siempre será posible cambiar nuestros hábitos de vida. Querer es poder. Vivir activamente. Empleemos nuestro tiempo libre sacando el máximo partido de nuestras acciones diarias. Disfrutemos haciendo actividad física, merecerá la pena intentarlo.

Se aconseja realizar ½ hora de actividad física al día para incrementar la salud. Si dedicamos más tiempo, los beneficios serán mayores. Se puede empezar por una actividad ligera e ir aumentando gradualmente la frecuencia y la intensidad.

Si se está sentado, levantarse cada hora. Dedicar un par de minutos para estirar las piernas y brazos, incluso sin moverlos se puede contraer y relajar los músculos. Mover el tronco y la cabeza hacia delante, atrás y a los lados.

Siempre que nos desplacemos caminemos en vez de ir en coche o autobús.

Utilizar las escaleras en vez del ascensor. Practicar actividades dirigidas siempre que sea posible. Una buena práctica activa es bailar, además intensifica el ánimo y buen humor.

El contacto con la naturaleza produce tranquilidad y bienestar, así como todos los ejercicios relacionados con el agua.

No es imprescindible realizar un deporte. Si es esencial evitar el sedentarismo.

Tipos de ejercicios más útiles

  • Aeróbicos o de Resistencia: Comprenden las actividades de gimnasia suave, así como, los ejercicios que incrementan la resistencia: caminar, andar en bici o nadar. Los movimientos más sencillos y naturales con los más sanos.

  • Equilibrio: Su práctica, disminuye las caídas y quita el miedo a salir a la calle, lo que produce confianza y tranquilidad. Contribuye a mantener el control corporal. Ej: paseos afirmando el talón, o caminar levantando un pie para dejar caer el peso del cuerpo en el otro. El Taichi es recomendable.

  • Abdominales: Las actividades para perder tripa sirven para quemar el exceso de grasa acumulada. Hacer sentadillas y levantarse de la silla sin apoyo de manos.

  • De Fuerza o de Fortalecimiento: Su objetivo es desarrollar y tonificar los músculos, además de fortalecer los huesos. Imprescindibles los ejercicios de piernas que contribuyen a aumentar la posibilidad de andar más y mejor. Refuerzan a la vez la salud mental y evitan la sarcopenia,que es una disminución o pérdida muscular.

  • Flexibilidad y Movilidad: Son los ejercicios de estiramiento. Favorecen el bienestar de los músculos, mejoran las articulaciones, perfeccionan la amplitud de movimientos, la elasticidad y la extensión de tendones y ligamentos. Se recomienda realizarlos 2 o 3 veces por semana, durante al menos 15minutos. Ej: elevación de brazo, rotaciones del tronco y cuello.

  • Flexiones: Extensiones de brazos y piernas utilizando materiales incluso caseros, levantando peso moderadamente.

  • No hay que olvidar que paseo normal produce grandes beneficios en muchos aspectos tantos físicos como psíquicos.

En resumen

Es evidente que la práctica física regular reporta importantes beneficios para la salud integral de las personas mayores. Mitiga muchos de los cambios que se producen en el cuerpo, retrasa la dependencia y aumenta la autonomía.

Ser activo ayuda a fortalecer los músculos, el corazón y el sistema respiratorio, e inmunitario, entre otros. Regenera la salud de los huesos y previene la osteoporosis. Equilibra el peso. Ayuda a tener un buen equilibrio y disminuir el riesgo de caídas. Contribuye a incrementar el humor y colabora en el cuidado de la salud mental. Protege el sueño y sobre todo el descanso.

Previene y preserva de enfermedades: infartos, ictus, hipertensión, diabetes, cánceres de colon y mama, problemas respiratorios, etc.

El ejercicio es el medicamento mejor, si no lo realizamos de forma continuada, hay más posibilidades de fallecimiento temprano o de sufrir enfermedades graves.

La actividad física mejora las defensas del cuerpo. Disminuye el riesgo de padecer cardiopatías, hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis, estreñimiento, varices, insomnio, hemorroides, ansiedad, depresión, obesidad.

Por último, beneficia tanto la salud física, mental y social. Las actividades básicas de la vida día también ayudan a lograr un envejecimiento activo y saludable.

N/B Este texto refleja solo la opinión de la autora. En ningún caso se debe entender como el sentir formal de los miembros de Secot-Álava.