El verano es una época que propicia los casos de deshidratación de personas mayores. Seguir unas pautas sencillas como beber diariamente entre 6 y 8 vasos de líquido, consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua que ayuden a mantener un adecuado nivel de hidratación (frutas, verduras, etc.), o beber sin esperar a tener sed, permitiría evitar este problema.

geriatricarea deshidratación en mayores
Con la edad disminuye la sensación de sed y es conveniente beber líquidos de forma gradual

Las personas de edad avanzada son propensas a sufrir procesos de deshidratación principalmente por la disminución de la sensación de sed por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario. De hecho, cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.

Consciente de esta problema, la Fundación Edad&Vida, en colaboración con Aquarius y Coca-Cola España, ha puesto en marcha la «V edición de la Campaña de Hidratación Edad&Vida«, una acción que tiene como objetivo concienciar a los mayores y a sus cuidadores sobre la importancia de conseguir una óptima hidratación.

Gracias s esta campaña 45 centros residenciales de toda la geografía española recibirán más de 18.000 botellas de 1,5 litros de Aquarius para sus más de 5.000 residentes y un díptico informativo con recomendaciones generales de hidratación para personas mayores.

Esta iniciativa intenta paliar posibles estados de deshidratación en los mayores, haciendo especial hincapié en los requerimientos mínimos de hidratación y en la ingesta de bebidas con un alto contenido de sales minerales que mejoren su nivel de hidratación, así como en la importancia de reconocer los síntomas asociados a los procesos de deshidratación para prevenir su incidencia en este grupo de población.

Nunca está demás recordar alguna recomendaciones generales de hidratación para las personas mayores:

• Beber diariamente 6-8 vasos de líquidos (agua, zumos, lácteos, infusiones y refrescos) y consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua que pueden ayudar a mantener un adecuado nivel de hidratación como frutas y verduras (melón, sandía, fresa, pomelo, uva, naranja, zanahoria, pepino, etc.).

• Beber sin esperar a tener sed, ya que ésta aparece cuando existe cierto grado de deshidratación. Con la edad, además, disminuye la sensación de sed.

• Beber líquidos de forma gradual, mayor cantidad por la mañana y a media tarde, para disminuir la frecuencia de micciones nocturnas. La temperatura del líquido debe estar entre 11ºC y 14ºC.

• Beber 1-2 vasos de agua al levantarse, ya que puede ayudar a la movilidad intestinal.

• Evitar las comidas abundantes. En cada comida principal se aconseja tomar un vaso de agua ya que facilita la ingesta de sólidos. Se deben evitar cantidades superiores porque producen saciedad por llenado gástrico.

• Las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida y sales minerales contribuyen a asegurar una buena hidratación y los distintos sabores facilitan la ingesta y un adecuado aporte de líquidos.

• Ante ciertas situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y humedad ambiental elevados, se debe beber más cantidad de líquidos al día.

• Los síntomas principales de deshidratación son, entre otros: sed, sequedad de mucosas y piel, disminución de la orina, estreñimiento y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.

• El médico deberá conocer los problemas de deglución, los cambios de dieta y la utilización de ciertos medicamentos (diuréticos, laxantes, etc.) de cara a ajustar las recomendaciones específicas de hidratación.

• Sólo se reducirá la ingesta o tipos de líquidos por indicación del médico. Consulte a su médico si presenta insuficiencia cardiaca, renal, hepática, etc.

• En materia de nutrición y salud es importante recomendar una dieta variada, moderada y equilibrada, así como un estilo de vida activo y saludable.

• Hay bebidas con calorías y sin calorías y hay que elegir la que mejor se adapta a las necesidades de consumo de energía.