Un artículo de Indas, compañía especializada absorbentes para incontinencia urinaria
A pesar del elevado número de personas que sufre incontinencia urinaria (IU), muchos casos no se diagnostican porque los pacientes no comentan el problema a su médico o por la baja sensibilidad de los profesionales sanitarios ante esta enfermedad. Por lo tanto, es fundamental mejorar el diagnóstico de los pacientes que sufren IU con el fin de poder recomendarles el mejor tratamiento disponible en cada caso.
¿Qué hacer ante la sospecha de incontinencia urinaria?
El primer paso que debe realizar todo paciente que empiece a sufrir pérdidas de orina es acudir al médico para que confirme si efectivamente existe un problema de IU. En los casos de incontinencia no complicada el médico de atención primaria prescribirá el tratamiento más adecuado en función de la gravedad y tipo de IU detectada. Sin embargo, si se diagnostica un caso de incontinencia complicada se deberá derivar al médico especialista
¿Qué pasos deben seguirse para diagnosticar la incontinencia urinaria?
Las pruebas diagnósticas básicas que deben llevarse a cabo durante la evaluación diagnóstica de la incontinencia urinaria no complicado son las siguientes:
- Historia clínica: para conocer las características, intensidad y gravedad de la IU, además de descartar posibles patologías asociadas. Debe recoger los antecedentes familiares, clínicos, quirúrgicos y farmacológicos del paciente, sus hábitos dietéticos e ingesta de líquidos. Además, se debe evaluar la intensidad, severidad y repercusión de las pérdidas de orina en su calidad de vida. En este último punto es muy útil el uso de cuestionarios y de un diario miccional.
- Examen físico: que debe incluir un examen general del estado físico del paciente con el fin de detectar edemas, trastornos del conocimiento, etc. Posteriormente debe realizarse un examen abdominal que descarte la presencia de masas abdominales o globo vesical, una exploración neurológica para evaluar si existe alguna alteración en los nervios que intervienen en la continencia, y por último y muy importante sobre todo en hombres, un examen rectal para evaluar el estado de la próstata y la contracción anal voluntaria.Análisis de orina: para evaluar la funcionalidad renal, descartar infecciones urinarias, además de detectar sangre y otras sustancias en orina que pueden indicar la presencia de patologías asociadas.
- Análisis básico de sangre: para medir los indicadores de la función renal, la glucemia basal y la concentración de iones (Na+, K+, Ca++).
- Medición del volumen postmiccional residual: para orientar la causa de la incontinencia diferenciando entre obstrucciones en el tracto de salida y alteraciones en la contracción de los músculos de la vejiga. Se aconseja realizar esta prueba mediante ecografía ya que permite conocer el estado de los riñones, la vejiga y la próstata, y con ello, posibles patologías asociadas a la IU.
Solamente con la anamnesis y la exploración física, el médico de atención primaria es capaz de diagnosticar la causa de la IU en un 87% de los casos. Si a estas dos pruebas diagnósticas, añadimos otras pruebas complementarias se llega a identificar la causa en un 95% de los casos. En el caso de los pacientes con incontinencia complicada se valorará la realización de otras pruebas diagnósticas complementarias, ya que presentan otros síntomas como dolor, sangre en orina, infecciones frecuentes, fístulas, disfunciones miccionales, etc. Estos casos deben derivarse al especialista directamente y normalmente requieren de la realización de pruebas diagnósticas complementarias.¿Cuál es el papel del farmacéutico en el diagnóstico de la incontinencia urinaria?
El farmacéutico cumple un papel fundamental tanto en la prevención de la IU como en el diagnóstico precoz de ésta, por lo que ante la sospecha de que un paciente pueda desarrollar incontinencia (múltiples partos, demencia, problemas de próstata, etc.) deberá recomendar medidas para prevenir su aparición.
Además, cuando identifique a un paciente que ya está sufriendo incontinencia deberá recomendarle que acuda al médico para que éste diagnostique la causa de su incontinencia y le prescriba el mejor tratamiento disponible. Mientras tanto, el farmacéutico aportará consejos y recomendará al paciente el uso de absorbentes con el objetivo de mejorar su calidad de vida actual.