/p>El centro Ballesol Puerta del Carmen, situado en Zaragoza, ha colaborado en el Proyecto Centenarios: Actividad Física y Longevidad Extrema, un estudio de investigación para medir el nivel de actividad física y los ritmos circadianos en personas de 100 años o más de edad, durante 7 días consecutivos.
En este proyecto de investigación, llevado a cabo por el Departamento de Fisiatría y Enfermería perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Huesca, los residentes de este centro de Grupo Ballesol han sido objeto de un estudio de valoración de ritmos y sueño mediante sensores colocados en la muñeca y en la cintura.
Geriatricarea Ballesol proyecto Centenarios
Los datos proporcionados por los sensores contribuirán a explicar la longevidad extrema de algunas personas

Tal y como explica la Dra. Peláez, médico de Ballesol Puerta del Carmen, “el concepto de ritmo circadiano se utiliza para nombrar a las oscilaciones de ciertas variables de tipo de biológico (hormonas…) en un intervalo temporal regular. Este ritmo también se conoce como ritmo biológico. En las personas el ritmo circadiano más importante es el ciclo vigilia-sueño”.
La finalidad del Proyecto Centenarios es contribuir al conocimiento de los factores genéticos y ambientales que puedan explicar la longevidad extrema de algunas personas y ayudar a conocer las claves para un envejecimiento saludable.
En este estudio, los datos proporcionados por los sensores del dispositivo que ha llevado en la muñeca durante 7 días muestra la edad cronobiológica del anciano, y la compara a su edad biológica. El dispositivo de la cintura proporciona datos de movimiento y posición. En el informe de cada anciano muestra gráficas resumen del ritmo habitual de la temperatura en la piel, del ritmo diario de actividad física, el ritmo diario de activación física y mental, de la luz exterior y del sueño.
En esta investigación se valora la regularidad de los hábitos de vida, según sus ritmos de sueño, alimentación y actividad física, y se contrasta la actividad que realiza durante el día y el descanso nocturno. Así, un buen ritmo de vida se caracteriza por una gran regularidad en los hábitos de vida y por una elevada diferencia entre el nivel de su actividad durante el día y durante la noche.
Este estudio también compara la temperatura media durante las 24 horas a los valores normales, obteniendo la media durante el sueño inferior y durante la vigilia, así como el momento central de la máxima temperatura nocturna, y por tanto de somnolencia y profundidad de sueño. Elevadas temperaturas de la piel durante las horas de sueño suelen asociarse a una buena calidad del sueño, mientras que la temperatura elevada durante el día es un síntoma de somnolencia o baja actividad durante esas horas.
También se ha analizado el nivel de actividad física durante la noche y durante el día comparado a la normal, destacando el momento de mayor reposo físico. Un bajo nivel de actividad física durante las horas centrales de la noche es un excelente indicador de la profundidad con la que duerme.
En cuanto al sueño, en el estudio se valora el tiempo medio, la profundidad del sueño, el momento de máximo descanso (hora central de sueño) y el número de despertares como media en una semana. El tiempo de sueño es muy variable entre diferentes personas, entre ciertos límites (6-9 horas) es más importante la calidad del sueño que su cantidad. Los horarios normales de sueño, ni muy adelantados ni muy atrasados, favorecen el descanso nocturno.