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Treinta minutos al día de ejercicios de manera continua son suficientes para estimular y trabajar el cuerpo

Además de mejorar la calidad de vida y retrasar el envejecimiento, la práctica de actividad física tiene una larga lista de beneficios, entre los que destacan el aumento de las capacidades fisiológicas y cognitivas, control del peso, incremento del equilibrio, mejora del sueño y la autoestima y lo más importante, una serie de ventajas a nivel metabólico como la disminución de la glucosa, triglicéridos y el riesgo cardiovascular.
En este sentido, Nuria Méndez, fisioterapeuta del Grupo de residencias para mayores Adavir, destaca que “es muy importante evitar el sedentarismo y realizar actividades físicas de bajo impacto. Treinta minutos al día de ejercicios de manera continua son suficientes para estimular y trabajar nuestro cuerpo. Y si no somos capaces de trabajar tanto tiempo seguido, podemos realizar tareas de diez o quince minutos y acumularlos al final del día. Lo importante es mantenerse activo con ejercicios en casa o al aire libre”.
Para esta especialista “el envejecimiento es un proceso que no podemos evitar, pero hacer todo lo posible para ralentizar esta situación sí, por lo que en nuestras manos está mejorar nuestra calidad de vida y autoestima.
Es aconsejable comenzar la actividad física por la parte superior del cuerpo para no olvidar de trabajar ninguna articulación. Para ello, hay que empezar ejercitando la cabeza con no más de diez repeticiones por ejercicio y seguidamente los hombros, para continuar trabajando los brazos, con ejercicios como abrazos y tocar las escápulas o subir los brazos estirados hasta situarlo encima de la cabeza. No se debe olvidar ejercitar las manos, los dedos y las muñecas, ya que tienen una función muy importante en la rutina: simplemente con contar hasta 10 con los dedos, abrir y cerrar la mano o girar las muñecas se trabaja estas articulaciones. Respecto a los miembros inferiores se puede trabajar, con la ayuda de una silla, la cintura, las piernas y los pies, con el fin de proporcionar el equilibrio necesario.