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El contacto con animales tiene múltiples efectos terapéuticos para los mayores

El contacto con los animales tiene múltiples efectos terapéuticos que favorecen el bienestar de los mayores, especialmente en lo relativo a su estado emocional y actividad cognitiva.
Por ello, el cariño y fidelidad que proporciona tener un animal en casa no es algo a lo que hay que renunciar conforme se van cumpliendo años, tal y cono afirman los especialistas de Kiwoko, la mayor cadena de tiendas de animales de España, que nos destacan a continuación los principales beneficios que aporta tener una mascota en el día a día de las personas de edad avanzada:
· Estimula la actividad física: contar con un perro contribuye a fomentar el ejercicio gracias a los paseos y juegos diarios que requieren estos animales. Tal y como comenta Marta Serrano, responsable de los centros veterinarios Sanitos de Kiwoko, “hay que estudiar qué raza de perro encaja más con el estilo de vida y capacidades de la persona para que puedan convertirse en grandes compañeros. Por ejemplo, los cachorros tienen mucha más energía que perros más mayores y hay razas con caracteres más tranquilos que se adaptan mejor a una vida más hogareña”.
· Disminuye la sensación de soledad: compartir el día a día con una mascota proporciona mucha compañía, ayudando a mitigar el síndrome del nido vacío que afecta a muchos de los mayores cuando los hijos abandonan el hogar. Además, en el caso de los perros, salir con ellos a pasear es una actividad que permite socializar y relacionarse con otras personas, consiguiendo así compañía tanto dentro como fuera de casa.
· Son el mejor medicamento para la tristeza y la depresión: está demostrado que convivir con una mascota reduce la sensación de tristeza y depresión en las personas mayores. Volver a sentirse “útiles” al cuidar de un animal es un gran aliciente, ya que muchas veces se sienten apartadas y poco necesarias. “Una mascota requiere atención y cuidados pero, en este caso, un mayor que cuida un animal cuida también de sí mismo”, afirma Marta Serrano.
· Velan por la seguridad de su amo: las personas mayores con alguna limitación de sus capacidades corren un riesgo añadido en su seguridad. Según los expertos de Kiwoko, “en este caso, los perros entrenados pueden ser de gran ayuda, ya que pueden dar una señal de alerta si se da determinada situación: suena el teléfono, algo se quema, el dueño se encuentra en peligro e, incluso, en algunos casos, detectar enfermedades”.
· Reducen el estrés: no importa el tipo de mascota ni el estado de salud del amo, todas tienen efectos positivos en el estrés de los dueños. Ya sea observando nadar los peces, escuchando el ronroneo de un gato o el piar de los pájaros, los niveles de ansiedad y estrés se reducen y ayudan a contribuir a la sensación de bienestar.