/p>Facilitar y promover los recursos para incrementar la profesionalización del cuidado de las personas mayores debe ser uno de los pilares de la Estrategia Nacional de Personas Mayores, anunciada recientemente por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tal y como se reclama desde el Círculo de la Sanidad, entidad que agrupa a 23 directivos de las principales empresas proveedoras de bienes y servicios del Sistema de Salud.
geriatricarea Círculo de la Sanidad Angel Puente
Ángel Puente, presidente Círculo de la Sanidad, destaca las ventajas de la colaboración público-privada a la hora de diseñar la Estrategia Nacional de Personas Mayores

Y es que, tal y como recalca Ángel Puente, presidente Círculo de la Sanidad, si bien la Ley de Dependencia establece una dotación económica para las personas que desde el hogar ejercen como cuidadoras, «no les ofrece ningún otro tipo de prestación como podría ser una formación adecuada para tratar las necesidades especiales que presentan las personas en situación de dependencia”.
Por ello solicita a las autoridades que para desarrollar esta nueva estrategia tengan en cuenta las ventajas que la colaboración público-privada puede ofrecer, ya que “se trata de ventajas extensibles a la sociedad en su conjunto porque contribuyen a la modernización y mejora de los servicios públicos y a la sostenibilidad del sistema”. Todo ello con objetivo de que «la colaboración público-privada contribuya a la reducción de gastos, no del precio, que no es lo mismo”.
En este mismo sentido, desde el Círculo de la Sanidad se recuerda que las concesiones son un modelo que ha permitido, a través de la colaboración público-privada, afrontar un nivel de inversión que las Administraciones Públicas no podrían haber financiado por sus propios medios y que no suponen en ningún caso una privatización de los servicios.
El presidente de esta entidad destaca la importancia de que la Estrategia Nacional de Personas Mayores se base realmente en un modelo sociosanitario que supere la dualidad aún existente entre la atención sanitaria y los servicios sociales. En su opinión, el ofrecer servicios desde una perspectiva sociosanitaria, que sitúen a la persona y sus necesidades específicas en el centro del sistema, ayudaría también a reducir costes y mejorar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, Ángel Puente recuerda, por ejemplo, que “una persona que necesite estar atendida por un periodo prolongado de tiempo, ya sea un paciente crónico, una persona dependiente o una persona mayor que tarde más en recuperarse de determinados problemas de salud, no tiene por qué ser tratada en un centro estrictamente sanitario, sino que existen y se pueden ofrecer recursos muchos más apropiados”.