Consciente de que son muchas la personas mayores que presenta problemas de masticación o deglución, y especialmente disfagia, el grupo Albertia ofrece a sus residentes dietas elaboradas por expertos nutricionistas, equilibradas nutricionalmente y ajustadas a sus necesidades reales. Y para ello mantiene desde hace años un acuerdo de colaboración con Campofrío Health Care, firma que aporta su amplia experiencia en alimentación de textura modificada.
La confianza puesta en los productos de Campofrío Health Care se basa principalmente en la selección de los mejores proveedores de materias primas en origen (verduras, carnes y pescados) y la elaboración propia, dando como resultado alimentos de alto valor nutricional realizados de acuerdo con las recomendaciones de la dieta mediterránea. Se trata de alimentos que garantiza no solo la aportación de las calorías y proteínas necesarias de la dieta, sino todos los principios inmediatos incluidos  agua, fibra, minerales y vitaminas, sin azúcares ni sales añadidas y utilizando aceite de oliva.
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Campofrío Health Care es el proveedor único en las diez residencias que actualmente gestiona el grupo Albertia

De hecho, Campofrío Health Care es actualmente el proveedor único en las 10 residencias que a día de hoy gestiona el grupo Albertia a los que suministra su gama de alimentación con textura modificada basada en la dieta mediterránea, que incluye caldos, cremas, triturados con vitaminas y minerales, triturados naturales, platos tradicionales triturados (cocido, fabada y magro) y triturados de frutas. Este tipo de alimentación es eficaz para quienes no pueden ingerir los alimentos en su forma habitual, mejorando el estado anímico del mayor y reduciendo los problemas de nutrición, destacan desde grupo Albertia.
Además, Albertia apuesta por la gestión directa de la cocina en todos sus centros, controlando de esta manera la correcta calidad y trazabilidad de los productos en todos los procesos, evaluando y analizando proveedores y cada proceso, para mantener la seguridad de los alimentos y productos desde su recepción hasta su consumo. Todos los menús son elaborados por profesionales colegiados en medicina, nutrición y farmacia siguiendo las recomendaciones, entre otras, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Estos menús están adaptados a los gustos y preferencias de los residentes y a las costumbres de las diferentes Comunidades Autónomas donde se encuentra cada uno de los centros.
Albertia cuenta con un departamento de calidad que permanentemente audita a nivel nacional cada uno de los centros para garantizar el cumplimiento de requisitos legales, normativos, procedimientos y protocolos de trabajo. Y de forma externa cuenta con la colaboración de laboratorios y organizaciones acreditadas que realiza la toma de muestras de aguas y alimentos, superficies de trabajo, menaje y útiles de cocina, etc. para verificar y garantizar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad en todos nuestras instalaciones.
Anualmente Albertia se somete de manera voluntaria a auditorías externas realizadas por parte de AENOR, estando sus centros en posesión de los certificados de calidad: ISO 9001:2015, UNE-EN-ISO 158.101 y de Prevención de Riesgos Laborales: OSHAS 18001.

Casi la mitad de los mayores institucionalizados sufre disfagia

Geriatricarea disfagia Albertia Campofrío Health CareLa disfagia se define como la “dificultad para hacer pasar el bolo alimentario desde la boca hasta el estómago”. Tal y como señalan desde Albertia, la forma más común de disfagia es la orofaríngea, provocada por alteraciones neuromusculares que causan debilidad o incoordinación muscular, siendo su presencia habitual en determinadas enfermedades del sistema nervioso central.
Así, diferentes estudios muestran una prevalencia de disfagia del 28-73% tras un ictus, hasta el 84% en demencias severas y del 52% en enfermos de Parkinson. A ello hay que unir el propio proceso de envejecimiento, que favorece la aparición de disfagia, demostrándose su presencia en el 40-50 % de los mayores institucionalizados.
La disfagia ocasiona una ingesta deficiente de nutrientes y líquidos  provocando de manera directa desnutrición y deshidratación. Otra  repercusión clínica importante es el  aumento del riesgo de obstrucciones de la vía respiratoria y de aspiraciones pulmonares, frecuentes desencadenantes de neumonías e infecciones respiratorias de vías bajas.