/p>>Un artículo de Julia Díaz, Directora de Innovación del área Health and Energy Predictive Analytics en el IIC – Instituto de Ingeniería del Conocimiento

En la actualidad, la esperanza de vida de nuestra población va en aumento. Los avances médicos, la alimentación, los hábitos saludables tienen mucho que ver. Nuestros mayores tienen mejor calidad de vida y esto, sin duda, es gracias a su buena salud. Para mantener este estado, servicios sociales como la teleasistencia son de gran valor. Su aplicación está creciendo enormemente, aunque sin duda tienen un reto para optimizar su servicio mientras proporcionan la atención sociosanitaria que les demanda la sociedad. En esto se pueden apoyar en las tecnologías basadas en Big Data.

geriatricarea Big Data
La aplicación de técnicas de Big Data permite mejorar la asistencia y anticiparse a las necesidades de nuestros mayores

Por ejemplo, la aplicación de técnicas de Big Data se está aplicando de forma satisfactoria para determinar personas, mayores o no, que necesiten algún tipo de atención sociosanitaria. Estas tecnologías utilizan algoritmos que permiten el análisis de datos de diversas fuentes que hasta ahora no se habían usado en conjunto, a las que se suman las obtenidas en las redes sociales, ayudando a la determinación de situaciones como la soledad no deseada.
Con el análisis de los datos recopilados se obtiene información para mejorar la asistencia con resultados como detectar a personas en riesgo de necesitar asistencia por caídas, determinar comportamientos comunes entre pacientes o conocer cuál va a ser la necesidad de un servicio o cuándo se va a demandar. La aplicación de estas técnicas permite por tanto que los servicios sociales puedan elaborar nuevas acciones encaminadas a mejorar los servicios sociosanitarios y así anticiparse a las necesidades de nuestros mayores y personas en necesidad.
Por otra parte, uno de los objetivos de los programas sociales es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, la población envejece a un ritmo superior al gasto asociado. Optimizar este equilibrio es un reto para el que es de utilidad la aplicación de estas tecnologías Big Data. Además, permiten detectar nuevas necesidades, emitir alertas que ayuden en el control de la evolución de las enfermedades de los pacientes de servicios como el de teleasistencia que es, según el Observatorio Estatal de la Dependencia, una de las prestaciones más demandadas.
Big Data e Inteligencia Artificial resultan, por tanto, tecnologías útiles. La aplicación de modelos predictivos a partir de la información que aportan los datos resulta un gran avance, tanto para la gestión clínica en el tratamiento y la atención al paciente como para optimizar tiempos y recursos en la sanidad con la posibilidad de alertar y predecir las necesidades y recomendar acciones.