Un artículo de Emilio Negro GonzálezDirector de Enfermería
del 
Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia

Los productos de apoyo favorecen la participación de las personas mayores en la vida social y comunitaria, facilitando la accesibilidad a servicios y el mantenimiento del estilo de vida que cada persona ha decidido para sí misma.

La Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia reconoce la importancia de estos productos de apoyo para poder satisfacer el derecho a una vida que cumpla los objetivos personales, autónoma, participativa para sentirnos realizados y con la dignidad como derecho inherente a la persona.

La realidad es que a medida que aumenta la edad, la dependencia para las actividades básicas de la vida diaria va aumentando y esas limitaciones forman parte de la vida cotidiana. Según estudios conocidos, a partir de los 80 años un 86 % de la población tiene limitaciones en una o más de las actividades cotidianas. Esto impide, en gran medida, completar la etapa de la vida en plenitud, por lo que se necesita un buen acompañamiento y asesoramiento en adquisición y conocimiento de productos de apoyo.

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El catálogo de productos de apoyo está en continuo cambio y la mejora en la calidad de los equipos es muy significativa

Las normas internacionales definen estos bienes como cualquier producto (incluyendo dispositivos, equipo, instrumentos y software) fabricado especialmente o disponible en el mercado, utilizado por o para personas destinado a facilitar la participación; proteger, apoyar, entrenar, medir o sustituir funciones/estructuras corporales y actividades; o prevenir deficiencias, limitaciones en la actividad o restricciones en la participación.

No todos los productos de apoyo permiten la realización de la tarea de forma autónoma, algunos de ellos precisan de la ayuda de un asistente personal facilitando que esa tarea sea realizada por terceras personas, todo dependerá de las necesidades del usuario o a la hora de disminuir el riesgo de lesión en la persona asistida o en quien colabora en la realización de la ayuda.

El catálogo de productos de apoyo está en continuo cambio, basta con ojear publicaciones especializadas o acudir a ferias anuales para comprobar que el cambio es continuo y la mejora en la calidad de los equipos es muy significativa. Podemos encontrar productos relacionados con el vestido, la alimentación, la higiene personal, que ayuden a mantener una buena postura, que favorezcan el uso del baño y aseo, que mejoren la comunicación interpersonal, faciliten el ocio y tiempo libre, que mejoren la accesibilidad de la vivienda…

El análisis de las limitaciones funcionales para una actividad concreta nos ayuda a comprender que, habitualmente, las dificultades y las soluciones no están tanto en la persona, sino en la necesidad de crear unos entornos mucho más accesibles adaptados a las características de los usuarios del mismo.

Los profesionales de salud que trabajan en el entorno de las personas mayores conocen el uso y manejo de estos aparatos y sistemas, favoreciendo el aprendizaje y personalización de los mismos para una adaptación rápida y normalización de la vida.