Un consorcio internacional seleccionado por la Unión Europea (UE), en el que participan científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL), está estudiando estudiar el impacto de la dieta y la microbiota intestinal en la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

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Los doctores Laura Morelli y Eduardo Castaño, investigadores de la Fundación Instituto Leloir

Esta red internacional, integrada por investigadores de Argentina, Alemania, Chile, España, Portugal y Uruguay, está llevando adelante un estudio que apunta a identificar o proponer nuevos enfoques preventivos para el Alzheimer; una patología que afecta a 24 millones de personas en todo el mundo.
“Nuestros estudios apoyan la teoría de que la dieta no saludable (rica en grasas y calorías) acelera los mecanismos patogénicos que se disparan en el cerebro en etapas tempranas del Alzheimer y funcionaría como un tercer modulador negativo de la evolución de la enfermedad, después de la edad y la predisposición genética”, afirma la doctora Laura Morelli, investigadora de la FIL.

«La dieta no saludable acelera los mecanismos patogénicos que se disparan en el cerebro en etapas tempranas del Alzheimer»

Ya en un estudio encabezado por Morelli, publicado el año pasado en la revista “Biochimica et Biophysica Acta-Molecular Basis of Disease”, se logró describir en ratas mecanismos biológicos que vinculan el exceso de grasas y azúcares con el Alzheimer. “Comprobamos que una dieta no saludable inhibe en el hipocampo (región del cerebro asociada a la memoria) el gen Sirtuina 1 cuya función es clave para el metabolismo energético, la sobrevida celular y los mecanismos de protección de las neuronas”, destaca Morelli, quien también es directora del Programa de Medicina Traslacional para Innovaciones en Investigación, Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer.
Para determinar los mecanismos biológicos que vincularían la dieta y la microbiota intestinal en la progresión del Alzheimer, la red internacional de investigadores realizará estudios en pacientes de Argentina, España y Alemania, así como en modelos animales. “La información que recabemos se volcará a una base de datos para comparar los hallazgos”, subraya la investigadora de la FIL.
“El proyecto busca definir el diseño de intervenciones en la dieta a nivel poblacional como una estrategia no farmacológica relevante, al menos en personas de 45 a 50 años con factores de riesgo genéticos y vasculares para el Alzheimer. Buscamos desarrollar diagnósticos y tratamientos más efectivos que mejoren la calidad de vida de millones de personas”, afirma Morelli.
Esta investigación cuenta con un presupuesto de cerca de 585 mil euros provenientes de la Unión Europea y de instituciones de cada uno de los países participantes.