/p>La probabilidad de sufrir demencia es más del doble después de una conmoción cerebral, incluso si el paciente no pierde el conocimiento, tal y como afirma una investigación estadounidense llevada a cabo a más de un tercio de un millón de veteranos por el Instituto Weess para Neurociencias de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y el Sistema de Atención Sanitaria de Veteranos de San Francisco.
Después de ajustar edad, sexo, raza, educación y la existencia de otras patologías, en este estudio, publicado en JAMA Neurology, se desvela que la conmoción cerebral sin pérdida de conciencia supone aumentar 2,36 veces el riesgo de demencia, índice que es ligeramente más elevado entre las personas del grupo de pérdida de conciencia (2,51) y casi cuatro veces más altos (3,77) para aquellos con lesión cerebral traumática de moderada a severa.
La conmoción cerebral sin pérdida de conciencia supone aumentar 2,36 veces el riesgo de demencia

Los investigadores reclutaron participantes de dos bases de datos: una lista de veteranos de todas las edades cuyas lesiones cerebrales traumáticas (que incluyen conmoción cerebral o lesión cerebral traumática leve) podrían haber ocurrido durante la vida civil o militar; y el segundo de veteranos que prestaron servicios en Irak y Afganistán, para quienes la mayoría de estas lesiones se habían producido en zonas de combate.
Tal y como destaca la primera autora del informe, Deborah Barnes, profesora de los departamentos de Psiquiatría, Epidemiología y Bioestadística de la UCSF, «los hallazgos en ambos grupos fueron similares, lo que indica que las conmociones cerebrales que ocurren en las áreas de combate estaban tan relacionadas con la demencia como las conmociones que afectan a la población general».
En total, se realizo un seguimiento durante una media de 4,2 años a 357.558 participantes con una edad promedio de 49 años. La mitad había sido diagnosticada con una lesión cerebral traumática, de la cual el 54% había tenido una conmoción cerebral. La conclusión es que el trauma puede acelerar los trastornos neurodegenerativos.
«Existen varios mecanismos que pueden explicar la asociación entre la lesión cerebral traumática y la demencia», afirma la autora principal e investigadora Kristine Yaffe, profesora en los departamentos de Neurología, Psiquiatría y Epidemiología y Bioestadística de la UCSF. Para esta experta «hay algo sobre el trauma que puede acelerar el desarrollo de afecciones neurodegenerativas. Una teoría es que la lesión cerebral induce o acelera la acumulación de proteínas anormales que conducen a la muerte neuronal vinculada con enfermedades como el Alzheimer. También es posible que el trauma deje al cerebro más vulnerable a otras lesiones o procesos de envejecimiento, pero necesitamos más trabajo en esta área».
Los resultados del estudio se suman a un volumen de investigación que vincula la conmoción cerebral y otras lesiones cerebrales traumáticas a diversos trastornos psiquiátricos y neurodegenerativos. En este sentido, recientemente investigadores de la UCSF también informaron de un vínculo entre la conmoción cerebral y la enfermedad de Parkinson.
Los expertos destacan que en adultos mayores, el ejercicio y las intervenciones multifactoriales pueden limitar los riesgos de caídas, que son la principal causa de lesiones en la cabeza. Aunque este estudio no examinó directamente este tema, existe una evidencia creciente de que las conmociones cerebrales repetidas parecen tener un efecto acumulativo.