Un artículo de Patricia Calleja Ruiz,
Técnica en cuidados auxiliares de enfermería,
especializada en acompañamiento social y cuidado de personas mayores

La inmovilidad en las personas mayores de 65 años, consiste en la disminución de la capacidad para desempeñar o realizar las actividades básicas de la vida diaria debido a un deterioro de las funciones motoras que a su vez puede deberse a múltiples causas. Además, constituye una de las alteraciones de la movilidad que va más en aumento en la población anciana, convirtiéndose en uno de los problemas más comunes del paciente geriátrico.

geriatricarea inmovilidad personas mayores pixabay
El deterioro de las funciones motoras puede dar lugar al encamamiento prolongado

 
Esta situación produce a la persona mayor una disminución en sus actividades cotidianas provocando, además, una alteración importante en los diferentes ámbitos de su vida. Todo esto puede dar lugar al encamamiento prolongado en el tiempo, teniendo en cuenta las siguientes características:

  • Disminuye la tolerancia a la hora de hacer ejercicio
  • Disminuye la tolerancia a la hora de realizar ejercicio (disnea, hipertensión arterial, taquicardia)
  • Aparece debilidad muscular de forma progresiva
  • Imposibilidad de deambular debido a la pérdida de reflejos posturales

Se puede hablar de 2 tipos de inmovilidad:

  • Absoluta
    Hace referencia a estar encamado de forma crónica
  • Relativa
    A llevar una vida sedentaria pero pudiendo moverse de manera más o menos independiente. Cuándo nos encontramos a un anciano con este tipo de movilidad, hay que intentar que no derive a inmovilidad absoluta a través de actividades preventivas. En este caso es esencial para mantener su independencia.
Principales causas para el diagnóstico:
  • Enfermedad articular .degenerativa
  • Estado de post-fractura de cadera
  • Enfermedad cerebro vascular
  • Falta de acondicionamiento físico, asociado a enfermedad aguda ó dolor
  • Estados depresivos
  • Dolor
  • Medicamentos (Benzodiacepina, metaclopramida, cinarizina, haloperidol…)

Otras causas:

  • Músculo-esqueléticas:

– Osteoporosis
– Fracturas (cadera-fémur)
– Trastornos de los pies

  • Neurológicas:

– Enfermedad de Parkinson
– Enfermedades degenerativas del sistema nervioso
– Neuropatías

  • Cardiovasculares:

– Insuficiencia cardiaca crónica severa
– Enfermedad coronaria (Angina frecuente)
– Enfermedad vascular periférica (claudicación frecuente)

  • Pulmonares:

– Epoc

  • Otras:

– Trastornos de visión
– Miedo (inestabilidad y miedo a caer
– Ayuda inadecuada para la movilización
– Desnutrición o malnutrición
– Enfermedad grave o severa: Neoplasia maligna

Alteraciones de la movilidad

Pueden presentarse en forma súbita o gradual.
En cuanto a su intensidad:

  • Alteración leve
    Dificultad para deambular distancias largas o subir   escaleras
  • Alteración moderada
    Dificultad para realizar en forma independiente su movilización dentro del domicilio
  • Alteración severa
    Desde la dificultad para la movilización independiente de su cama ó sillón para realizar las AVD hasta la inmovilidad total

El grado de alteración de la movilidad, depende del tipo de población, es decir, que los niveles mencionados anteriormente, dependen de la situación y necesidades de cada persona mayor.

Diagnóstico:

Para abordarla, en primer lugar hay descartar las causas de inmovilidad aguda:

  • Medicamentos
  • Enfermedad aguda
  • Restricción o sujeciones
  • Patologías de los órgano sensoriales: Sordera, baja visión

También, tener en cuenta, los distintos factores de riesgo y patologías que afectan a la movilidad:
Movilidad total:

  • Medio dónde vive la persona mayor (escaleras, obstáculos de la vivienda…)
  • Vasculopatía periférica
  • Insuficiencia cardiaca
  • Enfermedad del aparato locomotor (dolor…)
  • Insuficiencia respiratoria
  • Desnutrición
  • Desacondicionamiento físico
  • Trastornos de la vista y audición
  • Enfermedad oncológica
  • Fracturas de cadera

Inmovilidad:

  • Alteraciones de la movilidad
Valoración:
  • Tolerancia al esfuerzo
  • Valoración de la marcha y el balance con (el test de levántate y anda)
  • Evaluaciones: mental, del estado del ánimo, funcional y social
Complicaciones de la inmovilidad y de pacientes que pasan mucho tiempo en cama:

Una persona mayor que cómo consecuencia de una patología concreta, traumatismo o una situación de alta dependencia para el mayor tiempo encamado, y por tanto, en situación de inmovilidad. Está expuesta a una gran variedad de complicaciones que pueden afectar a diferentes partes del organismo y algunas de las cuales pueden ser graves en pacientes mayores de 75 años de edad:

  • Sistema cardio-vascular
    La circulación sanguínea cada vez se hace más lenta y cómo consecuencia, aumenta el riesgo de sufrir tromboflebitis, trombosis venosa profunda y trombo-embolismos, especialmente pulmonares. También pueden aparecer, alteraciones de la frecuencia cardiaca, así cómo hipotensión ortostática, que se produce ante, los cambios súbitos de posición y se traducen en mareos y desmayos.
  • Sistema respiratorio
    Deterioro de la ventilación pulmonar que incide a la retención de secreciones, y por tanto, en un incremento de las infecciones respiratorias: neumonía. El trombo-embolismo pulmonar es una de las complicaciones que afecta a este aparato.
  • Sistema urogenital
    La incontinencia urinaria es la complicación más frecuente y de ella se puede derivar la aparición de eritemas, infecciones urinarias y formación de cálculos renales.
  • Sistema músculo-esquelético
    La inmovilidad causa la pérdida de masa muscular y cómo consecuencia la atrofia y pérdida de resistencia de los músculos. Pueden aparecer: contracturas, rigidez articular y otros problemas musculares que dificulten el movimiento del paciente. Todo esto supone, un deterioro funcional importante, especialmente en las articulaciones, que puede causar dolores significativos. Sin embargo, este deterioro con lleva a largo plazo a la pérdida de control de esfínteres. Asimismo, sufre una pérdida de masa ósea, acelerándose el desarrollo de la osteoporosis y, por tanto, el riesgo de fracturas.
  • Aparato digestivo
    Es frecuente la pérdida de apetito con el riesgo de malnutrición. También, problemas de deglución, alteración de formación del bolo fecal, estreñimiento y reflujo gastro-esofágico.
  • Piel
    La complicación más habitual son las escaras, sino se cambia al paciente cada 2-3 horas de posición. Además, de la incontinencia urinaria y fecal, la maceración puede causar eccemas.
  • Sistema nervioso
    La falta de estímulos externos puede facilitar el deterioro cognitivo, la deprivación sensorial, un síndrome confusional, pérdida de atención y una alteración del sentido del equilibrio. Pudiendo generar la aparición de un cuadro depresivo.

Cuándo un paciente pasa mucho tiempo en cama se deben extremar los cuidados para evitar las posibles complicaciones, algunas de las cuales pueden llevarle a la muerte.
En una visión general se dan las siguientes complicaciones:

  • – Úlceras por decúbito
  • – Balance negativo sodio-potasio
  • – Contracturas
  • – Disminución calcio fósforo
  • – Estreñimiento
  • – Embolia y trombosis
  • – Incontinencia urinaria
  • – Disminución de los volúmenes sanguíneos
  • – Atrofia muscular
  • – Insuficiencia respiratoria (neumonía)
  • – Hipotensión ortostática
  • – Depresión
  • – Cambios físicos asociados a deprivación sensorial
Intervenciones específicas:

Principios básicos:

  • Tratar las patologías concomitantes.
  • Prevenir complicaciones asociadas a la movilidad.
  • Individualizar las metas.
  • Enfatizar el logro de la independencia funcional.
  • Motivar y apoyar psicológicamente al paciente, familia y cuidadores.

Medidas para evitar complicaciones en el paciente geriátrico:
Generales (por aparatos y sistemas):

  1. Generales:
  • Movilización y actividad pasiva
  1. Sistema cardio-vascular:
  • Heparina profiláctica
  • Inclinación a 45º
  1. Aparato respiratorio:
  • Evitar anticolinérgicos y antitusivos
  • Drenaje postural y ejercicio respiratorio
  1. Aparato digestivo:
  • Nutrición, hidratación
  • Estimular reflejo gastrocólico, emolientes y fecales
  • Estímulo rectal, lavado intestinal periódico y supositorios
  1. Aparato urinario:
  • Hidratación
  • Vigilar retención urinaria
  1. Cutáneas:
  • Vigilar presencia de las UPP
  • Cambios frecuentes de posición
  • Evitar la maceración
  1. Metabólicas:
  • Evitar sedantes e hipnóticos
  • Vigilar electrolitos, glucemia y función renal

Al cuidado de las personas mayores inmovilizadas en el domicilio debemos de darle la importancia que le merece. Siendo el objetivo prioritario de estos cuidados mantener a la persona en su entorno, el personal de enfermería es el pilar básico en la atención domiciliaria, siendo los encargados de valorarle, identificar sus necesidades, establecer los objetivos y prestar los cuidados que el anciano necesita en coordinación con los diferentes servicios sanitarios y sociales. Sin olvidar la educación sanitaria tanto al paciente, familia y/o cuidadores
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