Un artículo de Manuel Parra Aranda,
Terapeuta ocupacional Orpea Aljara,
Experto en gerontología y salud en la tercera edad. Formado en Terapia asistida con animales

Las Terapias Asistidas con Animales son la utilización de un animal como un recurso terapéutico. Con el objetivo de mejorar las funciones físicas, cognitivas, emocionales y relacionales de las personas tratadas. En este marco cabe diferenciar las Terapias asistidas con animales propiamente dichas, las cuales deben tener una meta orientada, planeada, estructurada, dirigida y realizada por profesionales y deben de tener objetivos concretos y ser evaluadas como cualquier otro tipo de terapia, y las Actividades asistidas con animales, que son actividades recreativas, motivadoras y educativas. En estas las interacciones son más espontáneas y no tienen objetivos concretos.

Tradicionalmente se ha usado el perro como elemento terapéutico, si bien es cierto que cada vez se añaden más animales a la lista con son el caso de: caballos, conejos, gatos, pájaros, burros e incluso animales más exóticos como el delfín o el león marino.

Para la impartición de estas terapias se necesita en primer lugar de un perro u otro animal correctamente adiestrado y con las habilidades necesarias para el público con el que va a trabajar, un adiestrador que guíe al mismo así como el profesional sociosanitario (psicólogo, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional,…) con formación específica en terapia con animales. El coste de estas sesiones suele ser elevado, aunque cada vez hay más ONG u asociaciones que facilitan este servicio altruista, como es el caso de Cruz Roja Española.

Como se ha comentado anteriormente, los beneficios se producen en diferentes áreas, siendo una tipología de tratamiento bastante integral, algunos de estos beneficios son:

• Aumento del deseo y disposición para involucrarse en actividades grupales y de  trabajo en equipo
• Incremento de  la autoestima
• Aumento del sentido de la responsabilidad
• Reducción de la ansiedad y/o el sentimiento de soledad
• Abrir espacio para la expresión de afecto y de sentimientos
• Mejora de la sociabilidad
• Aumento de  los niveles de atención y concentración
• Mejora del estado físico
• Beneficios fisiológicos como son la reducción del ritmo cardíaco, reducción de la presión arterial, etc.