Con el objetivo de determinar patrones de movimiento y detectar la evolución de enfermedades degenerativas, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está ensayando sensores portátiles instalados en el calzado de personas con necesidad de atención médica especial.

El investigador del CSIC Antonio Jiménez lidera el equipo del Centro de Automática y Robótica, mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid (CAR-CSIC-UPM), que probará los nuevos sensores. Tal y como destaca este experto, “trabajamos en dos ensayos de tecnología de vigilancia de la fragilidad y la vitalidad de las personas. Estos ensayos analizarán, mediante dispositivos portátiles acoplados al calzado, la calidad de movimiento de las personas atendiendo a aspectos como la forma de caminar, las irregularidades de la marcha y la actividad física realizada. Y se incluirán parámetros como la longitud del paso, su cadencia o aspectos de su balanceo”.

Jiménez señala también que “todos estos parámetros son muy importantes a la hora de diagnosticar enfermedades degenerativas, así como en la monitorización tras el inicio de programas de rehabilitación y fomento de la actividad física para lograr una recuperación del paciente”.

El CSIC trabaja con dispositivos inteligentes y portátiles acoplados al calzado para determinar patrones de movimiento y detectar la evolución de enfermedades degenerativas

En este contexto, el equipo del CAR-CSIC-UPM va a desarrollar tecnologías no invasivas (sensores colocados en el entorno) y portátiles (sensores acoplados a la persona a monitorizar) para determinar patrones de movimiento y detectar la evolución de enfermedades degenerativas. “De este modo se podrán controlar variables como el ritmo cardiaco, la respiración, la sudoración, la actividad realizada, la detección anómala de la marcha, el tipo de patrón de movimiento o caídas. Todo ello de una forma integral incorporando múltiples fuentes sensoriales para un resultado de percepción avanzado hasta ahora no disponible”, detalla Jiménez.

Mejorar la salud, la conducción y la seguridad vial

Esta investigación se enmarca en el proyecto europeo NextPerception, que utilizará la monitorización inteligente para mejorar la atención médica a través de la detección precoz y la prevención, y para garantizar la seguridad de peatones, ciclistas y usuarios de vehículos autónomos. El proyecto agrupa a 43 socios de siete países y cuenta con una financiación de 30 millones de euros hasta 2023.

El proyecto NextPerception trabaja en tres ejes:

  • Vigilancia vital integral (integral vitality monitoring), relacionada con la atención médica, parámetros de salud, comportamiento y actividades diarias de personas que podrían necesitar atención o cuidado médico
  • Vigilancia en la conducción (driver monitoring), para supervisar el estado del conductor, tanto cognitivo (distracción, fatiga, somnolencia) como emocional (miedo, ansiedad), y usar esta información en la conducción autónoma
  • Seguridad y comodidad en las intersecciones (safety and comfort at intersections), para vigilar la presencia de transeúntes y ciclistas, determinar su posición e intención de movimientos, con el objetivo de evitar accidentes

“Dado que la toma de decisiones se transfiere cada vez más de las personas a las máquinas en circunstancias potencialmente de riesgo, como ocurre en el caso de la atención médica o el tráfico, es crucial garantizar que las tecnologías de detección y razonamiento subyacentes sean seguras y confiables, advierte Johan Plomp, director del proyecto NextPerception y científico del centro finlandés de investigación VTT.

En este sentido, Patrick Pype, coordinador técnico del proyecto y director de asociaciones estratégicas en la empresa NXP, resalta que “el valor del proyecto no está solo en el desarrollo de plataformas de sensores de toma de decisiones proactivas y confiables con inteligencia integrada, sino también en la aplicación de estos en una serie de casos de uso prácticos para llegar a soluciones listas para el mercado”.

El proyecto NextPerception, financiado conjuntamente por la Comisión Europea y las agencias de financiación nacionales en el marco de ECSEL, contempla la transferencia de la tecnología a grandes empresas participantes en el consorcio, como Bosch o NXP, a mediados de 2022. “En esta década buena parte de los desarrollos deberían estar disponibles para la sociedad en el mercado”, concluye Antonio Jiménez.