Asociaciones de personas con discapacidad y de mayores han hecho un llamamiento a las administraciones, y a la sociedad en general, para reforzar la lucha contra la soledad no deseada durante el webinario ‘Las personas con discapacidad mayores’, el primero de seis encuentros organizados por el Real Patronato sobre Discapacidad y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) que abordarán el binomio discapacidad y soledad no deseada.

En el trascurso del mismo, Cristina Rodríguez, representante de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), advirtió que la soledad no deseada es «es un río que se nos está desbordando», señalando que «no vamos a salir a la calle a manifestarnos ni a pedir apoyos. La soledad nos hace indefensos. Somos invisibles, no somos noticia y, cuando lo somos, es que hemos fallecido solos en nuestras casas. No podemos dejar que esto siga así».

Y para revertir esta situación, la representante de UDP pidió superar los «prejuicios existentes por edadismo y por discapacidad« y apeló a ser «autocríticos como sociedad: ¿Somos buenos vecinos?». En su intervención también criticó la falta de apoyos que obligan a muchas personas mayores con discapacidad a abandonar su entorno para residir en entornos institucionalizados. «Nadie puede pelear la vida aisladamente. No nos dejéis solos», apostilló.

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Asociaciones de personas con discapacidad y de mayores piden reforzar la lucha contra la soledad no dessada que sufren cada día más personas

En este sentido, desde la Fundación CERMI Mujeres (FCM), Amalia Diéguez, lamentó que «las mujeres con discapacidad mayores participen menos en sociedad«, algo que se agrava «si se reside en entornos rurales», poniendo como ejemplo que más de la mitad de las personas mayores con discapacidad encuentran barreras en su entorno y que el 20% no encuentra actividades de ocio en las que participar.

En su intervención en este webinario desgranó un decálogo de propuestas de CERMI Mujeres, entre las que destaca apoyar el envejecimiento activo y digno de las mujeres con discapacidad; impulsar campañas de toma de conciencia para eliminar estereotipos negativos junto a administraciones públicas y medios de comunicación; establecer medidas específicas contra la violencia de género hacia mujeres mayores con discapacidad; tener en cuenta a las mujeres mayores que residen en el entorno rural, y acciones de alfabetización digital.

Lograr la accesibilidad universal y fomentar el voluntariadoN

Respecto de la accesibilidad universal, el gerente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), Javier Pérez, criticó que existan sedes o páginas web de asociaciones que presenten barreras, pues, según defendió, todo lo que se realice «debe ir encaminado a la inclusión». Por ello, señaló que «las ciudades tienen que estar diseñadas para que puedan vivir las personas, todas las personas».

Por su parte, José Luis Tejedor, presidente de la Plataforma Europea AGE, ofreció una panorámica sobre soledad no deseada en otros países europeos y explicó que hay diferencias entre la cultura latina y nórdica. En su opinión, el «modelo tradicional de lazos familiares en nuestra cultura se ha relajado« sin que se hayan adoptado medidas que compensen esta situación. En cambio, en los países nórdicos, que no vienen de este sistema, cuentan con más redes de apoyo de cercanía y de asociacionismo. «En España, el 8% de las personas realizan alguna actividad de voluntariado. Pero en países como Dinamarca, la cifra escala hasta el 46% o el 35% en Alemania», señaló este experto.

«Si nos comparamos con el resto de los países, tenemos el problema de un modelo familiar que ha dejado de funcionar y no estamos adoptando medidas suficientes que palíen estas carencias», advirtió el presidente de AGE, quien vaticinó que el «número de personas que viven solas seguirá en aumento y el problema de soledad seguirá avanzando«.

En este contexto, el presidente de la Comisión de Envejecimiento Activo del CERMI, Álvaro García Bilbao, ahondó en el concepto de soledad y aseguró que «no es lo mismo estar solo que sentirse solo«. Además, explicó que influyen factores como el hecho de que una persona mayor adquiera a edades adultas la discapacidad o la tenga desde edades tempranas. Y para luchar contra la soledad, resaltó el papel de las nuevas tecnologías, aunque advirtió de que deben ser accesibles para que «sean una herramienta efectiva contra este problema» que, según recordó, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que es uno de los factores de mayor riesgo para el deterioro de la salud.

En representación del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF, por sus siglas en inglés), Francisco Vañó , apuntó como una de las claves contra la soledad el fomento de las relaciones intergeneracionales y trabajar en materia de prevención. Por ello, resaltó la relevancia de iniciativas que sirvan para avanzar hacia una estrategia nacional contra la soledad, dado que permiten «crear conciencia del problema y de la necesidad de luchar contra él».

En relación con el agravamiento de los problemas de soledad por la crisis sanitaria actual, el gerente de CEOMA indicó que, «en situaciones que estamos viviendo de alarma, tenemos que acordarnos de nuestros vecinos: esa llamada de teléfono, acercarnos a la compra o a algo tan placentero como departir unos minutos de nuestro tiempo«, puesto que «paliar la soledad es compartir».