La nueva oleada de casos de Covid-19 en España en la semana del 9 al 15 de agosto, ha provocado más de 150 decesos en centros residenciales y aumento de índices de contagio. Esta situación ha puesto en el punto de mira a los trabajadores de las residencias que, por motivos variados, han optado por no vacunarse. Ante estos datos desde el Grupo Social Lares apelan a la profesionalidad y generosidad de los trabajadores para lograr la inmunidad total en los centros residenciales y defienden la vacunación obligatoria si fuera necesario.

Seguimos defendiendo la vacunación obligatoria para todas las personas que mantienen una relación profesional con los centros residenciales pero, también, apelamos a la solidaridad de todos ellos para lograr juntos la tan ansiada inmunidad de grupo en nuestros hogares”, afirma Juan Ignacio Vela, presidente del Grupo Social Lares.

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El final del mes de agosto ha traído consigo un repunte tanto en el número de contagios como en el de defunciones en las residencias para personas mayores. Esta situación ha puesto en el punto de mira a las personas que desarrollan su labor profesional en estos centros y que, por diversas razones, no han querido vacunarse.

Compromiso ético en el cuidado de personas

Desde hace varias semanas, el Grupo Social Lares lleva defendiendo la obligatoriedad de la vacuna para estos perfiles. Sin embargo, no quieren dejar pasar la oportunidad de introducir en este debate algo que, en muchas ocasiones, se olvida: el compromiso ético que todos ellos han adquirido cuando se trabaja en el cuidado de personas.

Más allá de la imposición legal, queremos destacar el acto generoso de ser vacunado no para con uno mismo sino para con el resto. Estar protegido para poder proteger a los demás debe ser, en última instancia, el impulso que motive a todas estas personas a solicitar ser vacunados”, recalca Vela.

Con el 100% de las personas vacunadas, tanto residentes como trabajadores, se lograría evitar un aumento en los contagios y defunciones que podrían acarrear consecuencias fatales. “Ya lo vivimos durante la primera fase de la pandemia. Los mayores fueron sometidos a una soledad no deseada que supuso dolor, ansiedad y miedo. Y no queremos que medidas injustas de este calibre vuelvan a repetirse”, asegura el presidente del Grupo Social Lares.

La actualidad también se centra en la posibilidad de que, de cara a este otoño, sea necesario inocular una tercera dosis de vacuna a determinados grupos de riesgo. Una medida que, si así lo avalan las autoridades científicas y médicas, habrá que llevar a cabo y plantear, de nuevo, una estrategia de vacunación con los fines, objetivos y calendario perfectamente definidos. “Nosotros no nos opondremos a cualquier medida que represente un avance en la lucha contra la Covid-19. Sin olvidar seguir adelante con aquellos protocolos que ya se han demostrado eficaces como el uso de la mascarilla, el gel desinfectante o la distancia interpersonal”, concluye Vela.