Lograr un control de la medicación en las residencias es un reto en la atención geriátrica teniendo en cuenta que los profesionales deben hacer frente a los tratamientos farmacológicos de alta complejidad de los residentes, que normalmente padecen diferentes patologías. Además, la preparación de la medicación no debe suponer un tiempo excesivo por parte del personal de enfermería.

Y es que olvidarse de una toma, duplicarla, no saber qué medicamento tomar o confundir un fármaco con otro son errores comunes en el tratamiento de personas polimedicadas, lo que conllevan complicaciones médicas y reducen de manera considerable la eficacia de los tratamientos.

En este sentido, el Servicio Personalizado de Dosificación (SPDs) es una ayuda a la hora de optimizar el tiempo de los profesionales y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Su fácil funcionamiento garantiza eliminar los errores, ya que se trata de un método sencillo que llega ya preparado a la residencia, simplificando por completo el proceso de preparación y dispensación, a la vez que ahorra tiempo y dinero a la residencia.

Existen formatos especiales para uso en residencias con carros que se adaptan perfectamente a estos SPDs y con cada alvéolo etiquetado con el nombre y medicación del residente.

El Servicio Personalizado de Dosificación consiste en pastilleros semanales de un solo uso, generalmente con 28 alvéolos o vasitos dispuestos en 7 columnas, que corresponden a los días de la semana, y en 4 filas para cada una de las tomas diarias habituales. Los hay también de 5 tomas, e incluso de 6 tomas para los tratamientos más complejos.