Se trata de la primera residencia diseñada, construida y gestionada a partir del modelo nórdico de unidades de convivencia centrado en las personas. Este modelo aporta tranquilidad a sus residentes y disminuye los estímulos negativos como ruido o desorden que pueden comportar estrés, ansiedad o depresión. Uno de sus activos más importantes son sus espacios exteriores, amplios y soleados.

Residència Barcelona Unitats de Convivència es el primer centro para personas mayores diseñado, construido y gestionado a partir del modelo nórdico de unidades de convivencia, pero que además adapta aspectos propios de la cultura mediterránea, como la mayor utilización de los espacios comunes y de las zonas exteriores.

Está ubicada en el centro de la localidad de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) y cuenta con 6.000 metros cuadrados que acogen dentro del mismo edificio seis Unidades de convivencia, que son pisos independientes de 450 metros cuadrados, para grupos de entre 8 y 19 residentes.

Geriatricarea, exterior de la residencia barcelona, módelo nórdico
Este nuevo modelo de residencia más parecido a un hogar aporta tranquilidad a sus residentes y disminuye los estímulos negativos

Este modelo de atención centrado en las personas viene desarrollándose en el norte de Europa desde hace décadas y apuesta por establecer dentro del mismo edificio unidades de convivencia de un máximo de 20 usuarios. Y es que vivir en grupos pequeños de convivencia facilita la socialización, la sensación de pertenencia a un grupo y el empoderamiento de la persona. Del mismo modo, vivir en espacios reducidos, aporta tranquilidad y disminuye los estímulos negativos que pueden comportar estrés, ansiedad o depresión, especialmente a las personas con deterioro cognitivo.

Así, la unidad de convivencia es el espacio perfecto para desarrollar con éxito la atención centrada en la persona, un modelo que permite a cada residente poder continuar con su historia de vida. Estas unidades son pisos autónomos con habitaciones más grandes y cuentan con todos los espacios comunes propios de un piso; baño, comedor, cocina, sala de estar y terraza. Al mismo tiempo, el edificio cuenta con espacios y servicios comunes a toda la residencia.

Seguridad, calidez y sensación de hogar

El diseño y ejecución de proyecto ha corrido a cargo de por B\TA Arquitectura, liderado por Marc Trepat Carbonell. “Las diferentes visitas a residencias por todo el mundo, ha demostrado que las personas necesitan vivir en espacios de dimensiones razonables para sentirse bien y las unidades de convivencia aportan esa tranquilidad y familiaridad de espacios que genera bienestar emocional que es un indicador de calidad de vida«, destaca, señalando que “el reto más complejo del proyecto ha sido dar calidez e imagen de hogar para que el espacio se asemeje a una casa”.

Geriatricarea, interior de uno de los pisos de la residencia Barcelona
Un proyecto ha querido dar calidez e imagen de hogar para que el espacio se asemeje a una casa

Además, Residència Barcelona Unitats de Convivència está dotada de distintos elementos de protección ante el ataque de un virus. Así, cuenta con una entrada de personal independiente directa a los vestuarios para poderse desinfectar y colocar las EPIS antes de la jornada de trabajo. Junto a ello cuenta con una entrada de proveedores independiente y una entrada con vestíbulo para poder hacer pruebas previas a la entrada (toma de temperatura, pruebas de antígeno etc.).

Tal y como señalan Inés y Felicidad Manero -propietarias del centro- este nuevo modelo de residencia aspira a convertirse en un ejemplo a seguir por el sector y una apuesta por la proximidad. En este sentido, animan a que surjan nuevos proyectos centrados en las personas, flexibles y lo más parecidos posible a vivir en casa. En esta nueva residencia, por ejemplo, sus residentes pueden traer sus propios muebles y pueden personalizar sus habitaciones. Además, las mascotas son bienvenidas y las visitas de las familias pueden realizarse a cualquier hora.