Estos son los datos que se desprenden de la investigación llevada a cabo por los centros auditivos Aural sobre la pérdida de audición en España. Los expertos advierten que no utilizar audífonos puede ocasionar alteraciones en la salud y asilamiento social.

Actualmente, la sordera afecta a un 8% de la población en España, y más de la mitad de los casos no son tratados. A menudo, es difícil reconocer que se sufre de pérdida auditiva, ya que la audición acostumbra a perderse gradualmente y muchas de las personas afectadas no son conscientes de su afección. Incluso, a veces, son terceras personas (la pareja, los hijos o los amigos…), quienes alertan.

Tal y como señala Jaume Forner, audioprotesista y gerente de Formación de los centros auditivos Aural, los síntomas de alguien que puede empezar a tener problemas de audición “se pueden sufrir en mayor o menor intensidad. Sin embargo, suelen repetirse con frecuencia, por lo que suelen ser los síntomas más habituales y fáciles de identificar”. Entre ellos, destacan:

• Dificultad para entender o mantener conversaciones en entornos ruidosos.
• Necesidad de subir el volumen de la televisión y la radio constantemente.
• No oír el tic tac de un reloj.
• Hablar con un tono muy alto.
• Dificultad para escuchar los sonidos agudos.
• Preguntar “qué” en la mayoría de las cosas que se escucha.
• Descuidar las relaciones sociales porque resultan incomodas y aislarse.
• No entender lo que dicen sin mirar a la cara de la persona que está hablando.

Es importante estar atento a todos estos indicios para acudir cuanto antes a un especialista que indique cuál es la mejor solución. Tomar conciencia individual es clave para tratar a tiempo los síntomas, mejorar la calidad de vida y sentirse conectado con el entorno.

Consecuencias de la pérdida auditiva no tratada

Parece lógico pensar que una persona con problemas auditivos se puede adaptar unos audífonos de la misma manera que alguien con problemas visuales se gradúa la vista y se pone unas gafas. En este sentido, Jaume Forner advierte que siete de cada diez personas en España con pérdida auditiva no utilizan audífonos, lo que puede tener consecuencias en la salud mental y física de las personas.

Mientras que una persona que utiliza audífonos puede mantener su calidad de vida intacta y relacionarse con los demás de una forma óptima, aquellas que no buscan solución a su pérdida auditiva, por lo contrario, tienden a limitar sus actividades sociales y dejan de interactuar con otras personas, lo que es muy perjudicial puesto que las relaciones sociales son un buen escudo contra la depresión.

El gerente de Formación de los centros auditivos Aural recalca también que la pérdida auditiva sin tratar, además, puede acelerar el proceso de deterioro cognitivo por falta de estimulación. Sin embargo, conociendo los primeros síntomas y revisando la audición de manera periódica a partir de los 50 años, se puede prevenir o evitar la mayoría de estas consecuencias.