La Federación Nacional ASPAYM (Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas) ha reclamado incorporar soluciones a la incontinencia en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, en el marco de una Jornada de Incontinencia Fecal desarrollada el Congreso de los Diputados.

En este foro, la presidenta de la Federación Nacional, Mayte Gallego, destacó la labor de las asociaciones federadas por todo el territorio, así como la de otras entidades sociales, en defensa de que soluciones a la incontinencia sean asumidas económicamente por la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.

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Mayte Gallego reclamó en el Congreso de los Diputados incorporar soluciones a la incontinencia en la cartera de servicios del SNS

Y es que, tal y como expuso la presidenta de ASPAYM, «las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones, somos más pobres que el resto por todo el gasto extra que conlleva la discapacidad». Estos desembolsos abarcan desde terapias a rehabilitaciones, pasando por toda clase de productos de apoyo. «No podemos, en la gran mayoría de los casos, hacer frente a un desembolso económico como el que conlleva la técnica de irrigación transanal cuando no lo financia el Sistema», advirtió Mayte Gallego.

Procedimientos como la irrigación transanal, que palían y a veces solucionan la incontinencia fruto de la pérdida de control de esfínteres por una lesión medular, se demuestran eficaces para el mantenimiento de una digna calidad de vida en el día a día de las personas con discapacidad física.

En este sentido, «incluir esta técnica en la cartera de servicios de SNS, para que todas las personas tengamos las mismas oportunidades para la utilización de esta técnica, vivamos en el territorio que vivamos, se relaciona directamente con el principio de igualdad de toda la ciudadanía», señaló Mayte Gallego.

En su intervención, la presidenta de ASPAYM también aludió al estigma social de la incontinencia, señalando que «no está bien vista socialmente, por lo cual, si en cualquier momento tienes un episodio o un escape provocará que la persona se aísle y tenga miedo a hacer su vida con normalidad».

Este rechazo puede suscitar, en la vida adulta, el abandono del puesto del trabajo, del ocio e incluso de la relación con el entorno. Además, dicho estigma afecta con mayor virulencia a niños y niñas con discapacidad, ya que «puede tener un impacto negativo en sus estudios, en sus amistades y en las habilidades sociales que empiezan a desarrollar», advirtió Gallego.