El 81,4% de los españoles reconoce que no sabe lo que es la Enfermedad Vascular Aterosclerótica (EVA) y más de la mitad no sabría identificar sus síntomas. El colesterol «malo» (LDL), la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y mantener una dieta poco saludable son algunos de los principales factores de riesgo para padecer esta patología.

Estos son algunas conclusiones que se desprenden de una encuesta llevada a cabo en el marco de la campaña ‘Abrimos paso en EVA’, desarrollada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Fundación Española del Corazón (FEC), la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) y la Asociación Cardioalianza, con la colaboración de Daiichi-Sankyo, realizada con el objetivo de tomar el pulso a la población en torno a su conocimiento sobre este tipo de patologías.

La Enfermedad Vascular Aterosclerótica (EVA) es una patología crónica, generalizada y progresiva, que afecta a las arterias engrosando y endureciendo sus paredes interiores, hasta que provoca un evento cardiovascular como, por ejemplo, un infarto, angina de pecho o ictus, entre otros.

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La campaña ‘Abrimos paso en EVA’ trata de concienciar sobre la importancia de la prevención de la Enfermedad Vascular Aterosclerótica

El colesterol «malo» (LDL) elevado es una de las principales causas de esta enfermedad, consecuencia de una dieta poco saludable y una vida sedentaria, aunque también puede estar ligado a un origen genético.  

La prevención de la enfermedad cardiovascular en pacientes con alto o muy alto riesgo es uno de los principales retos que afrontan los profesionales sanitarios para lograr reducir las cifras de morbimortalidad. En pacientes que ya han sufrido un primer evento cardiovascular, como un infarto, los cardiólogos se enfrentan al manejo de la enfermedad vascular aterosclerótica, lo que está conduciendo a catalogar a este perfil como paciente con EVA.

Ante esta realidad, la iniciativa ‘Abrimos paso en EVA’ trata de concienciar a la sociedad sobre la importancia del cuidado de la salud, la prevención y el diagnóstico precoz de enfermedades cardiovasculares a través de una web donde los ciudadanos pueden:

  • consultar información acerca de los principales factores de riesgo cardiovascular
  • profundizar en qué es el colesterol LDL
  • disponer de consejos sobre hábitos que pueden colaborar en el control y reducción del mismo.

Además, los usuarios que accedan a la página podrán poner a prueba su conocimiento sobre riesgo vascular respondiendo a preguntas clave sobre este tipo de afecciones.

Enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte y discapacidad

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y discapacidad a partir de edades medias en los países desarrollados, tanto en hombres como en mujeres; y, representan el 26,4% del total de fallecimientos en España. Durante el primer semestre de 2022, estas patologías han sido el 26,1% de las causas principales de muertes en el país.

Desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC) advierten de posibles síntomas asociados con Enfermedad Vascular Aterosclerótica como, por ejemplo, la dificultad para respirar o la aparición de déficits neurológicos o, incluso, dificultad para caminar.

En este sentido, el Dr. Luis Rodríguez Padial, presidente electo de la SEC, advierte que resulta «fundamental» que la población esté «informada acerca de las causas que las agravan, especialmente en los pacientes a los que ya les han sido diagnosticadas. No debemos olvidar que el impacto de una prevención adecuada a nivel personal y social es enorme«.

Por su parte, el Dr. Andrés Íñiguez, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), remarca que «las enfermedades cardiovasculares ocasionan en el mundo más de 17.3 millones muertes al año; más que ninguna otra forma de enfermedad. En Europa causan más de 4 millones de muertes al año, el 45% del total. Y en España, casi 120.000 muertes por año. De media, se produce una muerte por enfermedad cardiovascular cada 40 segundos«.

«La enfermedad cardiovascular es la causa de la pérdida del 10% de años ajustados de incapacidad en la carga global de enfermedad. Por ello, si evitásemos estas muertes, evitaríamos el impacto tan negativo que tiene la enfermedad cardiovascular. Esto se puede conseguir con la prevención, pero sobre todo con la promoción de buenos hábitos de salud«, señala el experto.

Colesterol «malo», factor de riesgo para la Enfermedad Vascular Aterosclerótica

Uno de los factores de riesgo en el desarrollo de EVA es el colesterol «malo» (LDL) –su acumulación en sangre de manera persistente puede producir placas de ateroma en la pared de las arterias-. A pesar de que el 98% de los encuestados cree que el colesterol afecta a su salud cardiovascular y el 42% considera que supone el principal factor responsable de provocar un evento cardiovascular, sólo al 11,6% le preocupa más que otras afecciones.

En lo relativo al control de su nivel, un 54,2% admite acudir solo una vez al año a consulta para realizarse analíticas y controles afines e incluso el 27% espera a que se lo indique su médico. De hecho, el 37% desconoce cuáles son sus niveles de colesterol y el 50,9% afirma no diferenciar entre colesterol «bueno» y «malo».

A este respecto, el Dr. José María Mostaza Prieto, presidente de la Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA), señala que «si un paciente tiene enfermedad vascular aterosclerótica, puede o no haber tenido ya una complicación vascular. El reto es evitar la primera complicación vascular o, en el caso de haber sufrido ya alguna, nuevas complicaciones. Para ello, es aconsejable acercar el peso al ideal, consumir una dieta de tipo mediterráneo, hacer ejercicio físico frecuente, evitar el consumo de tabaco y, por supuesto, controlar el nivel de colesterol, que es un importante factor de riesgo».

Por su parte, Maite San Saturnino, de la asociación de pacientes Cardioalianza, señala que «seguramente los pacientes más concienciados sobre la importancia de la prevención sean aquellos que ya han sufrido un evento cardiovascular, pues sabemos que justo después del evento, en la fase de hospitalización, es cuando son más vulnerables y, a su vez, son más susceptibles de retener la información acerca de las pautas saludables que tienen que seguir para cuidarse tras el alta. No hay que olvidar que un paciente bien informado es un paciente con mejor salud«.