La principal causa de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares es el infarto de miocardio, que representa más de la mitad de la mortalidad cardiovascular total, seguido de cerca por el ictus, que causa aproximadamente un tercio de la misma.

De hecho, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados y provocan el 40% de las defunciones que se producen en Europa y el 31% de las que tienen lugar en España, según los datos de la Fundación Española del Corazón.

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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados

Este tipo de enfermedades pueden estar causadas por múltiples factores como el tabaquismo, la diabetes, la presión arterial alta, la obesidad o la contaminación del aire en la zona que se habita, entre muchos otros, tal y como indican os doctores José Angel Cabrera y Gonzalo Pizarro, Jefe de Departamento y Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo.

Para mantener un corazón saludable y prevenir las enfermedades cardiovasculares, estos expertos señalan que es importante seguir algunos consejos básicos:

  • Control de la tensión arterial: uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares es la hipertensión arterial, ya que aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular.
    Se considera adecuada una tensión por debajo de 140/90 mmHg, salvo en personas que hayan sufrido un problema cardiovascular o presenten otros factores de riesgo, en cuyo caso los niveles se reducen por debajo de 130/80 mmHg.

  • Control del colesterol: para mantener niveles adecuados de colesterol se recomienda seguir una dieta sana y la práctica de ejercicio de forma regular.

  • Control de los niveles de azúcar en sangre: se considera adecuado un nivel de azúcar en sangre inferior a 110 mg/dL

  • Práctica de ejercicio de forma regular: se recomienda la práctica de al menos 30 minutos de ejercicio al día 5 días a la semana. Las personas inactivas tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las personas que hacen ejercicio regular.
    El ejercicio quema calorías para mantener un peso saludable, ayuda a controlar los niveles de colesterol y la diabetes, y posiblemente disminuya la presión arterial. El ejercicio también fortalece el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias.

  • Control de peso: se considera sobrepeso un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 y obesidad cuando el IMC es superior a 30. El sobrepeso y la obesidad constituyen factores de riesgo cardiovascular.

  • Abandono del hábito tabáquico: el tabaquismo eleva la frecuencia cardíaca, endurece las grandes arterias y puede causar irregularidades del ritmo cardíaco. Todos estos factores hacen que el corazón trabaje más. Además, el tabaquismo eleva la presión arterial, que es otro factor de riesgo importante.

  • Seguir una dieta sana y equilibrada: numerosos estudios concluyen que seguir una dieta mediterránea ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Seguir una dieta adecuada ayuda a controlar los principales factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial o el control de niveles adecuados de colesterol.

  • Mantener una adecuada higiene del sueño ayuda a controlar los factores de riesgo.

En cuanto a otros factores precipitantes destacan el estrés o el consumo excesivo de alcohol, por lo que también se recomienda el control de estos factores.