Cinfa y la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) celebran 10 años de colaboración para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias y también de sus familiares cuidadores, que en nuestro país representan casi cinco millones de personas, según datos de CEAFA.
En concreto, con objeto de poner en valor la labor que realizan las persona cuidadoras a lo largo de la evolución de la enfermedad, ambas organizaciones han puesto en marcha proyectos conjuntos que también han abordado las consecuencias, tanto físicas como emocionales, que esa labor de cuidados tiene sobre esta, así como la exclusión social que puede llegar a sufrir en muchos casos, debido a la gran exigencia que la enfermedad genera sobre ella.

Uno de estos proyectos es “Consecuencias de la enfermedad de Alzheimer en el cuidador familiar”, que se centró en conocer el impacto del cuidado desde un punto de vista personal, social, económico y laboral, articulando propuestas para permitir a las personas cuidadoras conciliar estas vertientes.
El camino a recorrer, la necesidad de información, la lucha contra el estigma, la protección económica y laboral, así como las redes sociales de apoyo y las Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer (AFAS) como dinamizadoras de la sociedad constituyeron los principales ejes de análisis de este estudio.
Por otra parte, la iniciativa “Formación sobre la enfermedad de Alzheimer en zonas rurales”, desarrollada también por Cinfa y CEAFA, ha permitido formar a más de 2.000 cuidadores familiares en zonas rurales de toda la geografía española, lugares donde los recursos sanitarios suelen ser limitados y la capacitación sobre demencias se convierte en una herramienta crucial para mejorar la calidad de vida tanto de las personas afectadas como de aquellas que les cuidan. Se trata de un proyecto en el que, además, han colaborado ayuntamientos y oficinas de farmacia, facilitando su difusión en las autonomías en las que las formaciones se han llevado a cabo.
Por último, ambas organizaciones han aunado esfuerzos para conocer cómo afronta un excuidador la vuelta a la normalidad, tras años de cuidado de un ser querido con demencia. Con este fin, el estudio “Comprendiendo la situación de las personas excuidadoras” buscó conocer el perfil de quien deja de ejercer ese rol de cuidador y detectar los apoyos y atenciones específicas que estas personas cuidadoras pueden demandar para intentar recuperar y, en su caso, reactivar su vida.
Como señala Enrique Ordieres, presidente de Cinfa,“poner en valor al cuidador familiar y los cuidados es una necesidad social. El envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida conllevan una mayor necesidad de cuidados que, en la mayoría de las ocasiones, son proporcionados por el círculo más cercano de la persona enferma o con dependencia. Una labor, en muchos casos invisibilizada y no reconocida, que puede llegar a impactar seriamente en su salud por el esfuerzo que implica tener que cuidar de otra persona de forma permanente”.
Por su parte, Mariló Almagro, presidenta de CEAFA recalca que con estos proyectos, “además de mejorar el conocimiento sobre aspectos clave de las personas cuidadoras, se han puesto encima de la mesa propuestas de actuación tendentes a mejorar su salud, su reconocimiento como tal y, por extensión, mejorar las situaciones de vida de las personas cuidadas”.
“Las distintas experiencias acometidas nos han permitido explorar y compartir aspectos clave que identifican a quien cuida no como cuidador, sino fundamentalmente como persona que conforma el binomio indisoluble de quien está directamente afectado por el Alzheimer u otro tipo de demencia. Este recorrido juntos está permitiendo poner el foco en esta otra pata del binomio que es el cuidador, figura que es imprescindible reconocer y apoyar en todo momento”, afirma.