Los casos de enfermedad de ojo seco (EOS) en la población española están aumentando en los últimos años. Esta enfermedad reviste una indudable importancia clínica, tanto por su frecuencia como por su impacto clínico y en la calidad de vida, pero sin embargo, no recibe la atención adecuada, tal y como revela el ‘Estudio PrevEOS – Prevalencia de la enfermedad del ojo seco en España: una encuesta de base poblacional’.

Liderado por el Profesor José Manuel Benítez del Castillo, catedrático de Oftalmología de la Universidad Complutense, el ‘Estudio PrevEOS‘, realizado por la prestigiosa revista internacional The Ocular Surface (publicación indexada y de referencia científica en patología ocular) ofrece, por primera vez, datos objetivos de prevalencia de la enfermedad de ojo seco a nivel nacional.

Según afirma este experto de referencia internacional en ojo seco, “estamos ante el primer estudio que analiza la frecuencia de la enfermedad de ojo seco en toda España, a nivel poblacional y aplicando criterios de diagnóstico que permiten comparar los resultados obtenidos. Son datos de gran interés para profesionales de la salud, como oftalmólogos, epidemiólogos y médicos de Atención Primaria, entre otros; pero también para la población general, que muchas veces no es consciente de la patología ni de que puede ser abordada con un enfoque terapéutico adecuado”.

geriatricarea ojo seco Estudio PrevEOS
En la imagen, María Beatriz Greaves, Medical Advisor de Théa; José Manuel Benítez del Castillo, coordinador del estudio 
PrevEOS

Y es que esta patología no recibe la atención adecuada, pese a que “una persona que padece ojo seco grave tiene la misma mala calidad de vida que, por ejemplo, un paciente que sufre una angina de pecho grave”, recalca Benítez del Castillo.

“Generalmente, son pacientes incomprendidos por los propios médicos, al tiempo que esta enfermedad no es valorada como importante por parte de las autoridades sanitarias”, apunta el actual presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y de la Sociedad Española de Superficie Ocular (SESOC).

El ‘Estudio PrevEOS’ se desarrolló a partir de entrevistas telefónicas, con una muestra final de 3.019 personas, con estratificación proporcional según sexo, edad, región y tamaño de población de residencia, tomando como referencia los datos anuales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta encuesta, que ha contado con el apoyo de Laboratorios Théa, revela que aproximadamente una quinta parte de la población española presenta síntomas de ojo seco. La prevalencia de ojo seco en España varía entre un 16,6%, si se aplican los criterios de diagnóstico del WHS, y un 22,5% valorando los parámetros del BES; en este último caso, si se añaden síntomas referidos como la fatiga visual, que obliga a cerrar los ojos, o la visión fluctuante al leer, conducir o utilizar un ordenador, el dato global de prevalencia aumentaría hasta un 33%, cifra muy relevante a nivel epidemiológico.

Adicionalmente, se confirma que la frecuencia de esta enfermedad es mayor en mujeres (21,3% frente a 10,9% de varones, con los criterios WHS; y 24,6% frente a 20,2% en varones, con el BES). También, aplicando ambos criterios, se objetiva un aumento de la prevalencia a partir de los 40 años.

En paralelo a estos criterios, un dato adicional importante derivado de la encuesta evidencia que, del total de encuestados, 12,3% refirieron haber sido diagnosticados de EOS por un médico, lo que contrasta con la mayor prevalencia encontrada en este estudio. Entre los jóvenes de entre 18 a 30 años la prevalencia de EOS usando criterios del BES fue del 30% y, sin embargo, sólo el 5,7% habían sido diagnosticados, lo que da la idea de la tasa de infradiagnóstico en este grupo.

En este sentido, según Benítez del Castillo, “este dato plantea una clara necesidad de aumentar la atención hacia esta enfermedad, con una mayor y más eficaz prevención, diagnóstico y tratamiento de ésta, más aún en los jóvenes, en los cuales se registra una elevada utilización de pantallas y dispositivos móviles y, con ello, una reducción del parpadeo y correcta lubricación lagrimal de la superficie ocular”.

Todos los estudios realizados hasta al fecha coinciden en una mayor frecuencia de EOS con la edad, y afectación más habitual en mujeres. El ‘Estudio PrevEOS’ detecta, entre otros, cuatro factores de riesgo principales implicados en la aparición de ojo seco:

  • la diabetes
  • la cirugía ocular
  • el tratamiento del glaucoma
  • la blefaritis

Tal y como explica el catedrático Benítez del Castillo, “en la diabetes se produce una polineuropatía periférica que puede afectar a la córnea, con alteración de ésta y menor inervación, lo que determina una menor sensibilidad y, con ello, una menor producción de lágrimas”. En el caso de las cirugías oculares, “todas, sin excepción, ‘secan’ la superficie ocular, factor a tener en cuenta en modo preventivo, y en especial en aquellos pacientes que han sido sometidos a sucesivas operaciones de distintas patologías (retina, catarata, glaucoma, etcétera)”, según detalla este experto.

Respecto a la medicación del glaucoma, como advierte Benítez del Castillo, “muchos de los fármacos que se emplean habitualmente para tratar esta enfermedad cuentan con principios activos que pueden secar el ojo, y más aún si incorporan conservantes (como el cloruro de benzalconio), lo que determina una mayor tasa de ojo seco en pacientes tratados durante años de su glaucoma que en otros sin glaucoma de la misma edad”. A ello se une una peor evolución y tratamiento del glaucoma en presencia de ojo seco,“ya que el paciente muestra una menor adhesión y cumplimiento terapéuticos al ser la propia instilación de las gotas muy molesta por razón de su sequedad ocular”