En un contexto de envejecimiento demográfico, donde las personas mayores de 65 años suponen ya el 21% de la población española, se debe adoptar un enfoque de salud que cuente con este creciente grupo poblacional y que tenga en cuenta el impacto positivo de la vida en comunidad y de la atención multidisciplinar, tal y como indican los expertos de las residencias Bouco, del grupo emeis.

Y es que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida en España ha pasado en lo que va de siglo de 76,4 a 80,4 años en los hombres y de 83,1 a 85,7 años en las mujeres. Además, la población de más de 65 años se ha incrementado del 16% al 21%, y las proyecciones del INE establecen que para el 2070 este grupo de edad siga creciendo, hasta el 28,6% y que también lo haga su tasa de dependencia.

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La vida en comunidad y la atención multidisciplinar son clave para la salud física y mental de las personas mayores

En este contexto, desde estos centros del grupo emeis se pone en valor el impacto positivo que tiene la vida en comunidad que se hace en estas residencias, ya que la convivencia y la compañía son muy importantes para la salud física y mental de los mayores, y para combatir la soledad de este grupo de edad.

También se destaca la importancia de que las personas mayores sean atendidas por equipos multidisciplinares y formados, que incluyan servicios médicos y de enfermería, psicólogos, fisioterapia y rehabilitación, terapia ocupacional y actividades de ocio y entretenimiento adaptadas a las necesidades de los residentes.

“La atención a los mayores es integral, por lo que el aspecto mental y emocional juegan un papel tan importante como el físico. Solo con un equipo de profesionales que abarquen ambas áreas se consigue un cuidado integral de la salud y el mayor bienestar por parte de los mayores”. señalan desde las residencias Bouco.

Algunos aspecto esenciales para este cuidado integral, basado en equipos multidisciplinares y con un enfoque de envejecimiento activo con una vida en comunidad, son:

  • Ejercicio físico
    Practicar ejercicio de manera regular aporta beneficios físicos y psíquicos porque favorece la liberación de endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad. Estas sustancias químicas que genera el cerebro cuando se realiza actividad física de manera constante ayudan a regular los niveles de estrés y de ansiedad. Por tanto, incluir actividades de esta índole en las rutinas de las personas mejora su humor. Los centros Bouco de emeis apuestan por la gerontogimnasia que son programas de ejercicios dirigidos y adaptados a las necesidades de los residentes, en la que se trabaja la fuerza, la propiocepción, la estabilidad, el equilibrio, etc.
  • Fisioterapia y terapia ocupación
    Promueven el trabajo físico y cognitivo y mejoran la autonomía de las personas mayores en las actividades de la vida diaria (subir las escaleras, abrocharse la camisa, peinarse, asearse sin ayuda…). Los movimientos y ejercicio dirigidos potencian las habilidades y destrezas, lo que redunda en una mejoría física, pero también en la autoestima. Las personas mayores se sienten menos dependientes y mejor con ellos mismos.
  • Actividades recreativas y lúdicas
    Estas actividades tienen como objetivo disfrutar y entretenerse, pero también son otra forma de terapia al potenciar la socialización e integración al grupo, lo que previene el aislamiento y la sensación de soledad no deseada.
  • Dieta sana y equilibrada
    La alimentación t es un factor muy importante para la regulación del estado de ánimo y físico, ya que la calidad nutritiva de los alimentos contribuye de manera positiva a la salud mental. Vitaminas como la B, C y E, ácidos grasos como los Omega 3, o minerales como el zinc o el hierro, son esenciales para la salud. Por ello, los menús deben ser diseñados por médicos y nutricionistas, que conocen los requerimientos alimenticios de los residentes, y son elaborados y adaptados por expertos cocineros.
  • Visitas de los familiares y, en su defecto, videollamadas o videoconferencias
    Los vínculos afectivos con los familiares son fundamentales para el bienestar emocional y psicológico de las personas mayores. Y si no es posible que las visitas se realicen de manera presencial, se deben poner a disposición de los mayores otras opciones tecnológicas que le permiten ver y comunicarse con sus seres queridos.