Con el objetivo de hacer frente a situaciones de emergencia como las que se produjeron durante el apagón general que afectó a España y otros países europeos el pasado lunes, desde la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) se clamada implementar un plan específico de prevención para las personas mayores, tanto las que viven en sus casas como en residencias.

José Luis Fernández Santillana, presidente de la CEOMA, lamenta que «se reaccionara tarde» y que de la pandemia «se haya aprendido poco» respecto a las necesidades muchas personas mayores. En este sentido, por «cambiar protocolos que son demasiado lentos« y reclama que, en caso de emergencia, la Unidad Militar de Emergencias (UME) «actúe antes» para poder «rescatar a gente que no puede salir de casa o que ha salido y no puede volver a entrar» en su domicilio.

Fernández Santillana advierte que hay personas «en casas con un respirador» o que «precisan de una atención específica«, por lo que alerta de la necesidad de «tenerlas localizadas desde los centros de atención primaria para actuar cuando antes y trasladarlas a un hospital». «También hay que pensar en las personas con discapacidades auditivas o visuales, sobre cómo podemos informarlas de lo que está sucediendo si no hay conexiones», añade.

En el caso de las residencias, el presidente de la CEOMA señala que debería ser una condición indispensable disponer de grupos electrógenos. Añade, además, que «es prematuro todavía, pero habrá que ver cómo se realizó el transporte de los centros de día a los domicilios» de muchas personas mayores.

Fernández Santillana recalca que en situaciones como la del apagón «toda la población sufre», pero «afecta aún más a las personas frágiles y a las que tienen dificultades de movilidad o alguna discapacidad».