El desarrollo de tecnologías ultrasensibles ha impulsado grandes progresos en los biomarcadores sanguíneos para la enfermedad de Alzheimer, tal y como señaló Daniel Alcolea, neurólogo de la Unidad de Memoria del Hospital Sant Pau de Barcelona, durante el webinar ‘Alzheimer y biomarcadores: Lo que la sangre y el LCR nos pueden decir’ organizado por CEAFA.

Durante su intervención en este encuentro, el neurólogo del Hospital Sant Pau de Barcelona destacó que los biomarcadores han supuesto un notable avance en la evaluación de enfermedades neurodegenerativas, especialmente en la enfermedad de Alzheimer.

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Los biomarcadores han supuesto un notable avance en la evaluación de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer

“Desde hace años, contamos con biomarcadores en LCR precisos que ya se emplean de forma rutinaria en muchos centros. Más recientemente, el desarrollo de tecnologías ultrasensibles ha impulsado grandes progresos en los biomarcadores sanguíneos, permitiendo la detección fiable de proteínas como el amiloide y la tau en concentraciones muy bajas”, señaló el Dr. Alcolea.

Además, el experto remarcó que estos marcadores son fundamentales en ensayos clínicos y se están implementando en la práctica clínica, facilitando:

  • el diagnóstico precoz
  • el seguimiento de la enfermedad
  • la monitorización de la respuesta al tratamiento

Como explicó el el neurólogo, las placas características de la Enfermedad de Alzheimer están formadas principalmente por dos proteínas: la proteína tau y la beta-amiloide. Estas proteínas pueden medirse en el líquido cefalorraquídeo a través de una punción lumbar, “un procedimiento habitual en neurología, seguro y realizado con anestesia local. Tras la extracción, la muestra se congela hasta que se analiza en plataformas específicas”, señaló el doctor.

En el contexto de la enfermedad de Alzheimer, se observa un patrón de niveles reducidos de beta-amiloide y un aumento de la proteína tau, alteraciones que pueden detectarse incluso en las primeras fases de la enfermedad. “Estos hallazgos han sido posibles gracias a estudios internacionales realizados en cohortes de pacientes con seguimiento periódico de pruebas que permiten monitorizar la evolución de los biomarcadores”, indicó el experto.

Por su parte, el análisis de plasma también ofrece resultados prometedores. En este sentido, aunque la proteína beta-amiloide puede medirse en sangre, la técnica es laboriosa y no es suficientemente escalable para su uso generalizado. En cambio, la proteína pTau217 ha mostrado ser un biomarcador eficaz para distinguir a los pacientes con Alzheimer de personas sin la enfermedad y de pacientes con otras enfermedades neurodegenerativas. Su implementación en plataformas automatizadas promete facilitar su uso en centros asistenciales.

Sin embargo, este marcador es aún “muy novedoso” y, aunque se está avanzando en su implementación, “el acceso a estas pruebas todavía es desigual en España”, señaló el neurólogo de la Unidad de Memoria del Hospital Sant Pau de Barcelona en su intervención en el webinar ‘Alzheimer y biomarcadores: Lo que la sangre y el LCR nos pueden decir’ organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA).