La comida no es solo una necesidad biológica, sino también una vivencia que despierta recuerdos y emociones. Por ello, la alimentación en las residencias debe ir más allá de ser simplemente saludable y equilibrada: tiene que proporcionar estímulos sensoriales que aporten variedad al día a día y contribuyan al bienestar general de las personas mayores.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio «La emoción del bienestar», de la compañía Albi, que propone una nueva perspectiva a la restauración en residencias y centros de mayores. Y es que, tal y como indica Juanjo Canaval, Director de Operaciones del proyecto «La emoción del bienestar», esta iniciativa representa una nueva manera de entender la alimentación en las personas mayores.

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La comida no es solo una necesidad biológica, sino también una vivencia que despierta recuerdos y emociones

«No se trata solo de recuperar sabores, sino de reactivar experiencias. El gusto, por sí solo, no explica el placer de comer. Intervienen también la vista, el olfato, el oído y la sensación en boca. Por eso, en Albi apostamos por una propuesta multisensorial, donde cada detalle -desde el color de un plato hasta su aroma- está pensado para despertar emociones y reconectar con el disfrute de la comida, incluso cuando el sentido del gusto se ha debilitado con la edad», señala.

A medida que envejecemos, el sentido del gusto tiende a debilitarse. La reducción de papilas gustativas afecta no solo a cómo percibimos los sabores, sino también al apetito, lo que puede desencadenar pérdida de peso, desnutrición y otros problemas de salud. Frente a este desafío, Albi propone una solución innovadora centrada en la estimulación olfativa, responsable, en gran medida, de cómo se experimenta el sabor.

Bajo el original concepto de «Poner gafas al paladar», Albi ha desarrollado una línea de productos que apuestan por combinaciones de ingredientes cuidadosamente seleccionados. «A través del food pairing, buscamos reforzar los aromas y potenciar la percepción gustativa«, explica Canaval. El objetivo no es solo recuperar el sabor, sino también devolver el placer de comer y promover hábitos alimentarios más saludables entre las personas mayores.

Este enfoque combina el conocimiento gastronómico con estudios sobre percepción sensorial, lo que permite ofrecer una experiencia culinaria que va más allá de la simple nutrición. Además, Albi ofrece programas formativos para el personal de cocina y asistencia, enfocados en mejorar tanto la presentación como el servicio de los platos, siempre con una atención especial a las necesidades emocionales y físicas de los mayores.

Además, la empresa también se ha especializado en soluciones adaptadas para colectivos con necesidades específicas, como personas con disfagia o problemas para masticar. El equipo de nutricionistas de Albi trabaja en el diseño de texturas modificadas que conservan todo el sabor y la apariencia de los platos.

Las personas interesadas pueden descargar aquí el estudio «La emoción del bienestar» de Albi.