La DGT y la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) han acordado establecer un marco de cooperación en seguridad vial, buscando un equilibrio entre protección y autonomía para los conductores de edad avanzada. La iniciativa surge tras el malestar generado por una guía de la DGT que, según la PMP, estigmatizaba a los mayores.
La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) se reúne con la Dirección General de Tráfico (DGT) se han reunido para acordar un marco de cooperación en el desarrollo de la estrategia de seguridad vial para las personas mayores. Este encuentro se debe a la preocupación generada en la PMP y sus entidades asociadas a raíz del contenido de la ‘Guía de Consejo Sanitario Vial para el conductor mayor y su entorno próximo’, publicada por la DGT.

Este documento pretende ofrecer herramientas para una transición razonada y respetuosa en caso de que sea necesario abandonar la conducción. Frente a este planteamiento, la PMP denuncia que, más allá de las buenas intenciones declaradas, “la guía asume que la edad avanzada constituye por sí sola una condición de riesgo, un planteamiento y enfoque homogeneizador del grupo social de las personas mayores”.
Sobre este tema, la PMP considera positivo que se fomente una cultura de evaluación, diálogo y acompañamiento, pero siempre recordando que “no todo envejecimiento implica deterioro, ni toda persona mayor representa un riesgo al volante”. Asimismo, recalca que las realidades de la nueva longevidad confirman que, gracias al desarrollo del estado de bienestar, los avances científicos y médicos, así como la mejora sostenida en las condiciones de vida, las personas alcanzan edades cada vez más avanzadas manteniendo su salud, autonomía y capacidades funcionales.
Tal y como señala Jesús Norberto Fernández, “esta transformación demográfica y social es un logro colectivo que debe ser motivo de celebración, no de sospecha ni restricción”. Es poreste motivo que se considera necesario adoptar medidas desde el máximo rigor y el respeto, que eviten caer en cualquier tipo de estigmatización o estereotipo negativo sobre la vejez.
De igual forma, la PMP plantea la necesidad de evitar representaciones o expresiones que puedan vincular la edad cronológica como indicador automático de incapacidad y recuerda que la dignidad y el derecho a decidir de las personas mayores no decae con la edad. “El abandono de la conducción, si procede, debe surgir de un proceso informado, consensuado y siempre supervisado por profesionales”, explica el presidente de la PMP.
Ambas partes han coincidido en que el reto está en encontrar un equilibrio entre seguridad y autonomía, entre la prevención y la libertad. Por este motivo, desde la Dirección General de Tráfico han manifestado que el foco de toda estrategia de seguridad vial debe de enmarcarse en la autorresponsabilidad, garantizando la autonomía y movilidad de las personas mayores conductoras y facilitando herramientas para la toma de decisiones.

Además, tanto la DGT como la PMP han coincidido en la necesidad de proteger la seguridad vial desde un debate más amplio al de la decisión de abandonar la conducción, donde se aborde la movilidad de forma estructural en términos de accesibilidad, sostenibilidad e inclusión. En conclusión, una reflexión estructural que abarque el transporte público adaptado, alternativas reales de movilidad en contextos rurales o medidas de acompañamiento emocional cuando las personas abandonan la conducción.
Por último, la DGT ha manifestado su total disposición para establecer un entorno de colaboración con la Plataforma para hacerla partícipe en el desarrollo de la ‘Estrategia de Seguridad Vial para Personas Mayores’ llevada a cabo por el organismo. De esta forma, el organismo estatal se ha mostrado abierto a considerar todas las aportaciones que puedan ser trasladadas desde la PMP con el fin de abordar la seguridad vial enfocada a las personas mayores, tratando siempre de evitar cualquier expresión u orientación que pueda suponer o ser inferida como un sesgo negativo por razón de edad.