Los ingredientes de la quinoa ayudan a reprogramar el sistema inmunológico para prevenir enfermedades metabólicas crónicas, tal y como revela una investigación llevada a cabo por el Instituto IMDEA Alimentación, la Universidad Internacional de Valencia (VIU), el Grupo de Bioactividad e Inmunología Nutricional (BIOINUT) y del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (CSIC).

Esta investigación ha analizado cómo la quinoa y sus ingredientes son claves inmunonutricionales para el tratamiento de enfermedades metabólicas. Así, ha evidenciado que una ‘alimentación de precisión’ mejora la inmunidad ante enfermedades como el hígado graso no alcohólico asociada al metabolismo (EHGAM), que afecta a entre un 15-30% de la población.

Tal y como destaca el investigador principal del estudio, el Dr. Moisés Laparra, Coordinador del Programa de Doctorado en Inmunonutrición, Genómica Nutricional y Alimentación de VIU e investigador en IMDEA Alimentación, “la quinoa representa un claro ejemplo de cómo los alimentos funcionales pueden actuar como herramientas inmunonutricionales. Nuestro estudio ha demostrado que ciertos compuestos presentes en esta semilla, no solo previenen desequilibrios metabólicos, sino que también pueden influenciar la expansión selectiva de efectores celulares del sistema inmune innato, lo cual es clave en la prevención de enfermedades crónicas como la enfermedad del hígado graso asociada al metabolismo (EHGAM)”.

geriatricarea quinoa enfermedades matabolicas
La quinoa ayuda a fortalecer el sistema inmunológico para prevenir enfermedades metabólicas crónicas

Esto se debe a que la quinoa tiene diferentes efectos inmunonutricionales, a través de sus ingredientes. Como una fracción proteica de bajo peso molecular (PBPM), enriquecida con inhibidores de la proteasa tipo serina (SETIs) y su extracto lipídico (qLF), que previenen los desequilibrios inducidos por la dieta alta en grasas, sobre la homeostasis metabólica hepática y la inmunidad innata. Estos efectos se manifiestan principalmente debido a una expansión selectiva del sistema inmune innato.

Conocer las propiedades de estos alimentos inmunonutricionales e incluirlos en la dieta es un desafío para los pacientes. Por ello, es esencial que los profesionales sanitarios se formen para ayudar y acompañar a los pacientes en la toma de acciones preventivas que reduzcan sus probabilidades de desarrollar una enfermedad metabólica crónica, sus estancias hospitalarias, las complicaciones infecciosas o minorar el tiempo de permanencia en las unidades de cuidados intensivos. 

“La (re)programación metabólica es un sello distintivo de las enfermedades metabólicas crónicas, en las que las estrategias nutricionales aportadas por profesionales de la salud bien formados podrían desempeñar un papel clave”, destaca el Dr. Moisés Laparra, investigador en IMDEA Alimentación. 

En este sentido, la Dra. Aurora García Tejedor, Vicedecana de Ciencias Biosanitarias en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), añade que “la inmunonutrición está transformando la forma en la que entendemos la influencia de la dieta en la prevención de enfermedades metabólicas. Ingredientes bioactivos de la quinoa han mostrado una capacidad única para modular funciones hepáticas e inmunitarias, algo impensable hace solo unos años. Este conocimiento abre nuevas vías para su uso como complemento de estrategias preventivas y terapéuticas”

La quinoa ayuda a contrarrestar los desequilibrios metabólicos y la disfunción hepática

La quinoa proporciona ingredientes inmunonutricionales, el PBPM y qLF, que promueven la inmunidad innata hepática a través de la regulación del perfil de lípidos principales. “La administración de PBPM y qLF de la quinoa puede representar estrategias inmunonutricionales prometedoras para prevenir las comorbilidades asociadas a enfermedades metabólicas crónicas. Estos efectos ejercen acciones beneficiosas para contrarrestar los desequilibrios inmunológicos y metabólicos y la disfunción hepática derivada del consumo de una dieta alta en grasas”, destaca la Dra. Aurora García. 

La investigadora y vicedecana de VIU explica que “la quinoa es un ejemplo del nuevo enfoque de la nutrición, al constituir una fuente nutritiva y rica de carbohidratos, proteínas de alta calidad, fibra y microelementos, pero también de compuestos bioactivos como inhibidores inmunonutricionales de la proteasa tipo serina (SETI)”.

“Estos compuestos, tomados según la recomendación nutricional dietética (0,4 g/kg de peso corporal, basada en una extrapolación preclínica), han demostrado ser eficaces para aumentar la proporción de macrófagos intrahepáticos, promoviendo su adaptación selectiva y funcional, señala.

Por su parte, el Dr. Moisés Laparra, investigador en IMDEA Alimentación y Coordinador del Programa de Doctorado en Inmunonutrición, Genómica Nutricional y Alimentación de VIU añade que “las investigaciones más recientes han identificado a los macrófagos hepáticos como actores determinantes en el control regulado por la dieta del almacenamiento de energía hepática y la acumulación de grasa”. De ahí la importancia del efecto que los componentes de la quinoa generan en el aumento de su proporción.

“Este tipo de hallazgos refuerzan el concepto de alimentación de precisión, donde no solo importa qué comemos, sino cómo determinados compuestos interactúan con nuestra fisiología”, indica el Dr. Laparra.