La Diputación de Cuenca ha puesto en marcha una campaña que, bajo el lema “La violencia de género #NOtieneEDAD”, trata de concienciar a la sociedad sobre este problema que sufren de forma especialmente significativa las mujeres mayores.

Y es que las mujeres mayores sufren una doble discriminación. A la propia violencia machista se le añade el edadismo, la discriminación en base a su edad, por la cual la sociedad aún mantiene estereotipos negativos hacia las personas mayores, los cuales imponen barreras a estas mujeres para denunciar el maltrato y a las instituciones para detectarlo.

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La campaña “La violencia de género #NOtieneEDAD” trata de concienciar sobre la violencia de género hacia las mujeres mayores

Así, las mujeres con más de 65 años experimentan la discriminación de género en mayor medida que las mujeres jóvenes, y la discriminación por edad en mayor medida que los hombres mayores. Esa doble discriminación está en la base de la invisibilidad de la violencia de género contra las mujeres mayores, cuyos casos son “menos atendidos y entendidos” por el entorno y los recursos públicos.

La violencia de género en las mujeres mayores trasciende a las agresiones físicas que, además, son las más visibles y fáciles de detectar. Sin embargo, la violencia va mucho más allá y se puede manifestar de distintas maneras. Algunas de las más destacadas son:

  • Violencia sexual, cuando el agresor ejerce la fuerza y obliga a la pareja a mantener relaciones sexuales no consentidas o emite comentarios vejatorios
  • Violencia psicológica o emocional, que se produce cuando la pareja menosprecia la dignidad de la mujer y coarta su libertad
  • Violencia económica, en la que el hombre controla y limita los recursos que la mujer necesita para su bienestar y el de su familia

Estas últimas manifestaciones de violencia suelen permanecer invisibilizadas a ojos del entorno familiar y personal de la mujer mal-tratada y, por tanto, dificulta su detección. La soledad no deseada y las situaciones de dependencia o discapacidad en las que viven
muchas personas mayores agravan la situación. Con la edad, por tanto, aumenta la vulnerabilidad de las mujeres.

Visibilizar la violencia de género que experimentan las mujeres mayores resulta especialmente necesario en un contexto en el que el progresivo envejecimiento de la población convierte a las mujeres mayores en un grupo numéricamente cada vez más importante de población. Pero, además, las mujeres mayores son especialmente vulnerables a la violencia de género por esta falta de visibilidad del problema. Las mujeres de más edad denuncian menos la violencia, pero no significa que no la sufran menos

Los medios de comunicación, por ejemplo, a menudo asocian la violencia de género con mujeres jóvenes o de mediana edad, y no con mujeres de más de 65 años e, incluso, las campañas de sensibilización y los recursos especializados están muy poco enfocados hacia las víctimas de mayor edad

Tal y como señala la diputada de Servicios Sociales, Lorena Cantarero, a raíz de trabajar en esta campaña, se ha detectado la importancia de que las personas mayores tengan una alternativa habitacional para poder salir del entorno del agresor. Por esta razón, se va a modificar el reglamento de la Residencia Provincial Sagrado Corazón de Jesús para acoger a cinco personas mayores que sean víctimas de violencia de género.