Un artículo de Patricia del Barco, directora de Operaciones de STIMA

Los Servicios de Atención Domiciliaria tienen como principal objetivo la permanencia de las personas mayores en su domicilio el mayor tiempo posible y, así, evitar el desarraigo de su entorno. Todo ello tiene un componente emocional muy positivo para el mayor que repercute en una mayor comodidad, sensación de seguridad, independencia y cercanía a sus seres queridos, convirtiéndose en una opción muy atractiva para las familias.

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Es importante compaginar los cuidados de la persona mayor en el domicilio con un centro de día

No obstante, desde el domicilio no siempre es posible satisfacer todas las demandas terapéuticas que la persona mayor necesita y el centro de día puede jugar un papel clave a la hora de garantizar una atención domiciliaria de calidad. En concreto, es importante compaginar los cuidados de la persona mayor en el domicilio con un centro de día en el que la persona mayor reciba las terapias adecuadas destinadas a aumentar su autonomía y por lo tanto su calidad de vida.

Es absolutamente imprescindible el apoyo por parte del centro de día. Si un mayor necesita ayuda, normalmente suele ser porque presenta algún tipo de déficit funcional; por lo tanto, eso implica que necesita rehabilitación y/o estimulación de algún tipo llevada por el equipo de profesionales conveniente (neuropsicólogos, fisioterapeutas, enfermeros, geriatras, etc.) que puede ir variando en función de la evolución del mayor. La combinación del cuidado a domicilio con la estimulación en un centro de día es la mejor fórmula para conseguir que la persona mayor se mantenga más tiempo en casa y evitar que sus déficits aumenten.

¿Cuándo acudir al centro de día?

Debemos acudir a un centro de día en el momento que detectamos las deficiencias o las diagnostique un profesional. En caso de que los pequeños déficits que empiezan a aparecer no se traten, lo habitual será que aumenten progresivamente ya sea porque su origen sea alguna patología degenerativa o por el propio proceso de envejecimiento. No tiene sentido esperar mucho más tiempo, todo lo que esperemos irá en contra de la recuperación del mayor.

Beneficios para la persona mayor

Los aspectos positivos de que el mayor acuda a un centro de día son múltiples. Para el usuario, los beneficios irán dirigidos a la mejora del déficit que presente, ya sean estos físicos, cognitivos o funcionales, además del mantenimiento activo de la mente y el cuerpo, al contar con un equipo que elaboran un plan personalizado en base a las necesidades de cada usuario en el que se estipulan los ejercicios que debe de realizar el mayor para, entre otras áreas, ejercitar su mente, fortalecer su memoria, favorecer su movilidad, ejecutar tareas del día a día sin dificultad, etc.

Asimismo, la estancia en el centro de día favorece la socialización al compartir espacio, ejercicios y experiencias con otros usuarios que acuden al centro de día por unas necesidades o circunstancias que son comunes y, por lo tanto, se comprenden, mejorando la autoestima de los mayores.

Por último, hay que destacar la motivación y mejora en el entorno familiar debido a los avances en la independencia y autoestima de los más mayores.