Aunque las personas mayores vivan y sean atendidas en una residencia, el apoyo emocional de las familias es fundamental para su bienestar, tal y como apunta la patronal de los cuidados a personas mayores AESTE (Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia).

AESTE recalca también la importancia de contar con una comunicación fluida entre el entorno y el centro “para favorecer la integración de todas las partes”. Y es que en muchas ocasiones, la decisión de mayores y familiares de ser cuidados de una forma más especializada e intensa de lo que puede hacerse en el propio domicilio o en el entorno familiar conlleva una adaptación a la nueva situación.

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El apoyo emocional de la familia es fundamental para el bienestar de las personas que viven en una residencia, tal y como comentan desde AESTE

Esa adaptación puede ser dura en algunos momentos, generando dificultades entre las diferentes partes: residentes, familiares y el centro. “En ese punto, la familia tiene un papel clave como soporte afectivo y cooperador en los cuidados e integración en la residencia”, indican desde AESTE.

Esta patronal también incide en es importante tener en cuenta que existen dos momentos clave, tanto para la persona mayor como para su familia: el periodo antes del ingreso y una vez que la persona ya ha comenzado su vida en el centro.

Desde AESTE apuntan que, en los días previos al ingreso, “la familia recibe una orientación para saber cómo apoyar la adaptación de la persona mayor que ingresa en el centro dándole algunos consejos, como la importancia de mantener hábitos que conserven los vínculos y conexión con su familia y amigos”.

Una vez se ha producido la incorporación del mayor, las residencias tratan de intensificar la participación de las familias en el plan de vida y de cuidados de la persona en situación de dependencia y lograr su integración en el centro. En este momento, “establecer un sistema de comunicación que garantice un seguimiento continuado y designar profesionales de referencia en el equipo de atención directa a su familiar es esencial”, señalan desde AESTE.

Una de las claves del cuidado de las personas mayores en la residencia es la buena relación entre familiares y profesionales ya que “afianzar la confianza de la familia en los profesionales del centro, reduce su inseguridad y temores sobre cómo es atendida la persona”, señala la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia.

Por último, desde AESTE afirman que las familias no deben dejar de desempeñar su papel de cuidadoras, sino que complementan los cuidados profesionales y especializados que se proporcionan desde el centro.