Un artículo de la Fundación Siel Bleu
Envejecer con salud no es fácil. Lo saben bien las muchas personas mayores que conviven en su día a día, con enfermedades crónicas como la diabetes, la EPOC, la insuficiencia cardíaca o la artritis. Todas ellas comparten un enemigo silencioso: la pérdida progresiva de funcionalidad. Pero también una aliada poderosa y aún infrautilizada: el Ejercicio Físico Adaptado (EFA).
Según la Fundación Siel Bleu, con más de 14 años de experiencia en España y más de 41.000 sesiones anuales impartidas, el ejercicio físico, cuando está adaptado por profesionales especializados, no solo mejora la calidad de vida de las personas mayores, sino que ayuda a prevenir complicaciones, recuperar la autonomía y reducir la carga emocional asociada a la enfermedad. Numerosos estudios científicos también lo avalan.

El ejercicio no cura, pero transforma
Aunque ninguna rutina de entrenamiento puede eliminar por completo una enfermedad crónica, sí puede transformar cómo se vive con ella. “Los pacientes con insuficiencia cardíaca, por ejemplo, recuperan fuerza, coordinación y confianza. Los que conviven con EPOC respiran mejor, tienen menos disnea y ganan energía. Y los pacientes oncológicos logran mitigar los efectos secundarios del tratamiento y mejorar su imagen corporal”, explica Ferran López Beltran, Responsable de desarrollo y formación de la Fundación en España.
En el caso de enfermedades como la fibromialgia o la artritis, donde el dolor y la rigidez amenazan la vida diaria, las sesiones personalizadas permiten recuperar flexibilidad, reducir la inflamación y mejorar el estado de ánimo. Y en la diabetes tipo 2, el ejercicio bien pautado optimiza la sensibilidad a la insulina, permite controlar el peso y fortalecer el sistema cardiovascular.
Entrenar con seguridad: un imperativo en la cronicidad
Uno de los grandes desafíos en el tratamiento de personas mayores con enfermedades crónicas es asegurar que el ejercicio no solo sea eficaz, sino también seguro. Por ello, los entrenadores de Siel Bleu son graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y están específicamente formados en nuestro método de EFA, diseñado para personas con enfermedades crónico-degenerativas.
“El acompañamiento profesional marca la diferencia entre un ejercicio que ayuda y otro que puede ser perjudicial. No se trata de hacer más, sino de hacerlo mejor”, apunta López Beltran.
Modalidades adaptadas a cada persona
Los programas de EFA se ofrecen en dos formatos: a domicilio (presencial) y online, a través del Gimnasio Virtual de nuestro canal de Youtube. Ambas modalidades incluyen una sesión semanal de una hora, un plan de entrenamiento progresivo con evaluación periódica y materiales específicos. Además, tanto en casa como en pantalla, las sesiones se adaptan al ritmo y limitaciones de cada persona, con un enfoque empático que refuerza la motivación.
En la vejez, moverse es vivir mejor
El Ejercicio Físico Adaptado, por tanto, representa una estrategia terapéutica –no farmacológica-, económica, de bajo riesgo y con múltiples beneficios demostrados científicamente. Porque las enfermedades crónicas no tienen por qué significar inactividad, dependencia o resignación.
Y lo más importante: el EFA permite que muchas personas mayores puedan seguir haciendo algo tan esencial como subir unas escaleras, salir a pasear o disfrutar de su familia… sin dolor, sin miedo y sin perderse en el laberinto de la cronicidad.
Porque cuando el cuerpo se mueve con propósito, la vida también.