Un artículo de Luis Recuero, Médico de la Residencia y Centro de Día Sant Martí

La institucionalización de las personas mayores en centros geriátricos puede mejorar significativamente el control de enfermedades crónicas gracias a la atención integral y coordinada de equipos multidisciplinares. Este artículo explora los beneficios de este modelo asistencial, basado en la experiencia clínica y en la evidencia científica reciente en nuestro país.

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La institucionalización puede ser una herramienta eficaz para mejorar el control de enfermedades crónicas en personas mayores

Introducción

El envejecimiento poblacional ha incrementado la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, EPOC y demencias. En este contexto, la atención domiciliaria tradicional puede resultar insuficiente para abordar la complejidad clínica y social de muchos mayores. La institucionalización en residencias geriátricas, cuando está bien gestionada, ofrece un entorno propicio para el seguimiento continuo y personalizado de estas patologías.

Atención multidisciplinar: clave del éxito

La coordinación entre médicos, enfermeras, psicólogos, auxiliares, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y educadores sociales permite una atención centrada en la persona. Este enfoque mejora la adherencia terapéutica, recude la polifarmacia y previene complicaciones.

Un ejemplo destacado es el protocolo asistencial compartido entre Atención Primaria y Geriatría implementado en Catalunya, basado en el modelo MACA (Modelo de Atención a la Cronicidad Avanzada). Este protocolo incluye valoración geriátrica integral, definición de objetivos terapéuticos y revisión periódica del plan de cuidados.

Beneficios observados en la práctica clínica

Desde la experiencia en residencias geriátricas se han observado mejoras en:

  • Control de parámetros clínicos (glicemias, TA, INR…)
  • Reducción de ingresos hospitalarios evitables
  • Mejor adherencia al tratamiento
  • Mayor bienestar emocional y funcionalidad

Desafíos y consideraciones éticas

Aunque los beneficios son evidentes, es fundamental:

  • Respetar la autonomía del residente
  • Evitar la institucionalización innecesaria
  • Garantizar una atención individualizada y humanizada.

Conclusión

La institucionalización, cuando se realiza en un entorno profesionalizado y con enfoque multidisciplinar, puede ser una herramienta eficaz para mejorar el control de enfermedades crónicas en personas mayores. La clave está en una atención centrada en la persona, basada en la coordinación, la evaluación continua y el respeto a la dignidad del residente.

Referencias

(4): Residencias geriátricas: un protocolo asistencial compartido Atención Primaria-Geriatría . Disponible en: https://scielo.iscii.es/scielo.php?script=sci_arttex&pid=S2339-78962024000300007

(5): Manejo de enfermedades crónicas en adultos mayores. Guía completa-Ocronos. Disponible en: https://revistamedica.com/intervenciones-manejo-enfermedades cronicas-adultos-mayores/