Con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre los mecanismos del deterioro de las uniones neuromusculares, el grupo de investigación Unidad de Histología y Neurobiología (UHNeurob) de la Universitat Rovira i Virgili (URV), en colaboración con el grupo MoBioFood, ha analizado de qué manera el envejecimiento afecta a las moléculas implicadas en la neurotransmisión y cómo prevenir el deterioro con una dieta rica en antioxidantes.
Los investigadores de la URV han estudiado cómo el envejecimiento afecta a los mecanismos de transmisión entre neuronas y músculos, y el potencial de los antioxidantes en la prevención de este deterioro. Y es que el envejecimiento implica una pérdida progresiva de fuerza y coordinación que hace que acciones cotidianas como andar o atarse los zapatos se puedan convertir en un reto a partir de cierta edad.

Uno de los factores clave detrás de este fenómeno es el deterioro de la unión -sinapsis- neuromuscular, las conexiones entre músculos y neuronas que coordinan la función motora. Con la edad, esa unión pierde estabilidad y la comunicación bidireccional entre nervios y músculos se ve parcialmente alterada, repercutiendo en la capacidad de movimiento.
Estudiando las uniones neuromusculares de ratas jóvenes y envejecidas, el equipo investigador detectó diferencias moleculares importantes. Como destaca María Angel Lanuza, investigadora del Departamento de Ciencias Médicas Básicas de la URV, «una de las revelaciones más significativas ha sido la capacidad de las sinapsis neuromusculares para mantener el sistema eficiente a pesar del envejecimiento». Estas uniones se adaptan a las disfunciones del envejecimiento modificando la presencia de componentes que inhiben o propician la transmisión de información.
Sin embargo, el análisis ha revelado que existen moléculas implicadas en la liberación de estos componentes —llamados neurotransmisores— que se ven afectadas por el envejecimiento y afectan a la transmisión de información entre neuronas y músculos. «Este deterioro puede comprometer la funcionalidad de la sinapsis; por tanto, las estrategias para mejorar su funcionamiento deberían focalizarse en la liberación de los neurotransmisores», revela Lanuza.
Investigaciones previas han revelado el estrés oxidativo como uno de los principales responsables del deterioro asociado al envejecimiento. Este fenómeno tiene lugar cuando se acumulan radicales libres, unas moléculas inestables, que dañan la estructura de las células comprometiendo su funcionamiento.
Para paliar esta situación, los investigadores analizaron el impacto en el organismo de una dieta rica en antioxidantes administrando un extracto de semillas de uva con un alto contenido en antioxidantes en las ratas envejecidas. Los resultados fueron prometedores: el extracto ayudó a mantener el equilibrio de la señalización que dirige la liberación de los neurotransmisores y mejorar el funcionamiento de las sinapsis.
«Estos resultados apoyan el consumo regular de alimentos ricos en antioxidantes como parte de una estrategia innovadora, basada en la dieta, para favorecer un envejecimiento saludable», afirma Lanuza. Sin embargo, los autores destacan la necesidad de seguir investigando para comprender totalmente el fenómeno del envejecimiento neuromuscular, sus implicaciones y cómo mitigar sus efectos, sobre todo en humanos.
En este sentido, desde el grupo de investigación Unidad de Histología y Neurobiología (UHNeurob) de la Universitat Rovira i Virgili (URV) se recuerda que los beneficios de una buena alimentación deben ir siempre acompañados de un estilo de vida activo, esencial para mantener la salud neuromuscular y general a lo largo de los años: “La dieta tiene un impacto profundo en el funcionamiento de nuestro organismo, a menudo tan relevante como el ejercicio que hacemos a lo largo del día”, señalan.