
Un artículo de Mayte Vázquez Resino,
Psicóloga Sanitaria, Psicogerontóloga
“El contacto con las plantas tiene efectos mágicos. Nos sitúa ante la serena potencia de la vida»
José Antonio Marina
Introducción
La jardinería social y horticultura terapéutica es una herramienta valiosa de intervención, dentro de las terapias no farmacológicas, con el fin de mejorar el bienestar de personas que padecen diversas afecciones, psicopatologías o deterioros cognitivos y demencias.
Este tipo de terapia tiene como objetivos utilizar las plantas, la naturaleza y su cuidado para promover mejoras en las áreas física, cognitiva, emocional y social de las personas.
El contacto directo con la naturaleza, la participación activa en el crecimiento y cuidado de las plantas, y el estímulo sensorial que proporciona el jardín y su cuidado, contribuyen a experimentar sensaciones agradables.
La horticultura terapéutica, es definida como el uso controlado de actividades hortícolas con objetivos terapéuticos, ha demostrado efectos positivos en la salud mental y física de los mayores (Wang & MacMillan, 2013).
Dicha terapia, por tanto, está basada en la estimulación, prácticas hortícolas y ayuda al cultivo y crecimiento de plantas, ofreciendo oportunidades para:
- reducir el estrés
- fortalecer la autoestima
- desarrollar habilidades vitales
- fomentar la comunicación e interacción social
Como actividad significativa, multisensorial y socializadora, se presenta como una herramienta prometedora en la promoción de un envejecimiento activo y saludable.
Algunas de las prácticas pueden llegar a desarrollar e intervenir en entornos comunitarios, residencias, centros de día o jardines terapéuticos y se pueden aplicar de manera aislada, o complementando otras terapias como pueden ser las de estimulación cognitiva Montessori.

Beneficios de la Jardinería y Horticultura Terapéutica
Revisiones sistemáticas y ensayos clínicos señalan efectos robustos de su implicación, tanto en la salud física como mental, así Kamioka et al. (2014) demostraron reducciones en ansiedad, depresión y estrés. Annerstedt y Währborg (2011) confirmaron, tras revisar intervenciones asistidas por naturaleza, mejoras significativas en bienestar psicológico. Un ensayo clínico aleatorizado reciente mostró aumentos en calidad de vida y funcionalidad en mayores tras un programa de aplicación de 12 semanas (Suto et al., 2021).
Pese a los resultados positivos, la literatura destaca limitaciones como tamaños muestrales pequeños, falta de estandarización en protocolos y variabilidad en la duración de las intervenciones. Por tanto, entre los beneficios que obtenemos en el uso de dichas prácticas, obtenemos:
- Beneficios cognitivos
Diversos estudios han mostrado que la interacción con plantas mejora la estimulación cognitiva, especialmente en memoria, orientación y atención. Además, en personas con deterioro cognitivo leve o demencia, la HT puede modular síntomas conductuales y mejorar el funcionamiento diario (Detweiler et al., 2012).
- Beneficios emocionales
La horticultura, reduce significativamente los niveles de estrés y sintomatología depresiva, además de promover la autoeficacia, el disfrute y el sentido de propósito (Lee et al., 2008). Asimismo, la conexión con el ciclo vital de las plantas favorece la resiliencia emocional.
- Beneficios físicos
Las actividades hortícolas incluyen movimientos funcionales como agacharse, estirarse, caminar o movilizar herramientas, lo que contribuye a mejorar equilibrio, fuerza y movilidad (Park et al., 2019). Esto ayuda a prevenir caídas y favorece el mantenimiento de la autonomía.
- Beneficios sociales
El trabajo en huertos comunitarios o en talleres grupales aumenta la interacción social, la cooperación y el sentido de pertenencia, disminuyendo el aislamiento y la soledad (Gonzalez et al., 2010), fomentando las habilidades sociales.
Por todos estos aspectos, validados de manera empírica, la convierten en una herramienta terapéutica de mucho valor, dotándoles a los grupos y personas de manera individual, de empoderamiento, aumento de la autoestima y mayores niveles relacionales con su entorno.

Aplicación de Programas basados en Horticultura Terapéutica
Vamos a exponer algunos ejemplos de programas:
1.- Desarrollo de Huertos Sensoriales
- Se establece un programa de 1-2 veces por semana, con actividades adaptadas a nivel funcional, cuyo objetivo sea cultivar plantas aromáticas, texturas diversas y colores estimulantes. Y cuyo objetivo sea básicamente la estimulación cognitiva, actividad física y bienestar emocional e integral de las personas. Dicho programa se establece en deterioros cognitivos leves.
2.- Cuidado del entorno: regar las plantas
- Se establece un programa semanal donde el objetivo es la coordinación de movimientos, la creación de autoconciencia y el cuidado del entorno. Las únicas herramientas de uso son una jarra con agua y plantas pequeñas, Indicado para demencias o deterioros más elevados.
Se debe pautar una preparación: llenar la jarra hasta la mitad de agua, colocando la jarra en la bandeja con una de las plantas.
Tras la preparación se realizan unas instrucciones de manera lenta y entendibles, frente a las personas, utilizando un vocabulario accesible y estableciendo un vínculo emocional seguro.
Conclusiones
La Jardinería y Horticultura Terapéutica, aunque una sea una intervención no farmacológica conocida desde la antigüedad, actualmente se está volviendo cada vez más popular por su potencial terapéutico. Su capacidad para mejorar aspectos físicos, cognitivos, emocionales y sociales ha conducido a una expansión significativa de su uso en diversos contextos, dentro del ámbito de la rehabilitación psicosocial.
Sus características no invasivas, su vertiente creativa y su fácil accesibilidad la convierten en una alternativa terapéutica de gran potencial.
Bibliografía
Annerstedt y Währborg (2011). Nature-assisted rehabilitation for reactions to severe stress and/or depression in a rehabilitation garden: Long-term follow-up including comparisons with a matched population-based reference cohort. Journal Rehabilitation Medicine. 46,3. Recuperado de https://www.medicaljournals.se/jrm/content/html/10.2340/16501977-1259
Gonzalez, M. T., et al. (2010). Therapeutic horticulture in clinical depression: a prospective study of active components. Journal of Advanced Nursing 66(9), 2002–2013. Recuperado de https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2648.2010.05383.x
Kamioka, H., et al. (2014). Effectiveness of horticultural therapy: Systematic review. Journal of Integrative Medicine. 5. 930-43 Recuperado de https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25440385/
Lee, M. S., et al. (2008). Effects of horticultural therapy on depression and anxiety in older adults. International Journal of Geriatric Psychiatry. 17(1). Recuperado de DOI:10.1186/s12877-017-0588-zMarredo, J. (2023). La Jardinería y Horticultura Terapéutica en el Contexto de la Rehabilitación Psicosocial. Blog Creap Alzheimer. IMSERSO. Recuperado de https://blogcreap.imserso.es/web/blog-creap/archivo?p_p_id=com_grupoica_publicador_PublicadorPortlet_INSTANCE_VtrrFgJc6smS&p_p_lifecycle=0&p_p_state=normal&p_p_mode=view&&_com_grupoica_publicador_PublicadorPortlet_INSTANCE_VtrrFgJc6smS_dia=28&_com_grupoica_publicador_PublicadorPortlet_INSTANCE_VtrrFgJc6smS_mes=7&_com_grupoica_publicador_PublicadorPortlet_INSTANCE_VtrrFgJc6smS_anio=2023&calendar_month=7&calendar_year=2023
Park, S. A., et al. (2019). Gardening activities and physical health of older adults. Journal of Physical Activity & Health. 44. 1, 2016-210. Recuperado de DOI:10.21273/HORTSCI.44.1.206
Suto, M., et al. (2021). Horticultural therapy for older adults: A randomized controlled trial. Gerontology. 17.1 Recuperado de DOI:10.1186/s12877-017-0588-z
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Wang, D., & MacMillan, T. (2013). The benefits of gardening for older adults: A systematic review. Activities, Adaptation & Aging. 37(2):153-181. Recuperado de DOI:10.1080/01924788.2013.784942
Sobre la autora
Mayte Vázquez Resino es Psicóloga Sanitaria, miembro activo del grupo de Buen Trato a las personas Mayores del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Voluntaria y miembro en activo del Equipo de Acción Específica de Personas con mayor vulnerabilidad (EAE + Vulnerabilidad) de “Grandes Amigos”.
Formadora y experta en terapias no farmacológicas en intervención en el desarrollo cognitivo y emocional de los mayores, como Mindfulness, Montessori y Psicología Positiva, entre otras.