Cada vez más personas mayores usan WhatsApp para comunicarse, pero los especialistas de Sanitas Mayores alertan de la “soledad conectada”, un fenómeno que sustituye visitas y llamadas por simples mensajes. Por ello advierten que la mensajería, aunque sea útil y rápida, no reemplaza la cercanía ni el contacto humano.

Cada vez más personas mayores en España recurren a WhatsApp para mantener el contacto con hijos, nietos y amigos. De hecho, el 34% de los mayores de 75 años utiliza Internet a diario, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, especialistas de Sanitas Mayores alertan de un fenómeno emergente: la denominada “soledad conectada”.

Geriatricarea- la “soledad conectada” en personas mayores que usan WhatsApp
WhatsApp favorece una comunicación breve y superficial, y puede reducir el número de visitas o llamadas

Sobre este fenómeno, Miryam Piqueras, Directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, explica que “cuando una persona mayor de nuestro entorno comienza a usar WhatsApp, existe un alto riesgo de que se dé por ‘cumplida’ la comunicación diaria a través de un simple mensaje y se reduzcan las visitas o llamadas”. Y añade que “un mensaje de WhatsApp puede alegrar el día, pero no sustituye la cercanía de una visita o el calor de una conversación cara a cara”.

Estudios recientes, como el de la University of Applied Sciences FHS St. Gallen (Suiza), confirman esta doble realidad:

  • los mayores valoran los mensajes como “caricias digitales”
  • pero reconocen que las conversaciones profundas y la resolución de conflictos requieren de encuentros cara a cara o, al menos, de llamadas telefónicas

WhatsApp ofrece múltiples beneficios para las personas mayores: mantener el contacto con familiares que viven lejos, organizar planes con amigos o familiares, o recibir y compartir fotos y vídeos que refuerzan el sentimiento de pertenencia. No obstante, también presenta limitaciones ya que favorece una comunicación breve y superficial, puede reducir el número de visitas o llamadas y en ocasiones transmite poco cariño.

Además, Miryam Piqueras recuerda la importancia de la brecha generacional y cómo influye en la forma en la que las personas mayores perciben la comunicación, subrayando que “quienes tienen más de 75 años han crecido y vivido en un contexto donde las relaciones se desarrollaban siempre de manera presencial, con conversaciones frente a frente y contacto físico, gestos, miradas y un fuerte componente emocional. Ese modelo relacional les ha acompañado durante toda su vida y constituye la base de su bienestar afectivo.

En este contexto, Miryam Piqueras, apunta que “cuando la interacción se limita a un mensaje escrito o incluso a una llamada telefónica, las personas mayores pueden sentir que falta algo esencial. No se trata únicamente de transmitir información, sino de compartir tiempo, cercanía y vínculos emocionales. Por eso, cuando la comunicación se limita a lo digital, muchas personas mayores pueden llegar a experimentar soledad, incluso estando en contacto”.

La experta advierte que esta diferencia cultural en la forma de relacionarse puede generar un desfase: para los más jóvenes, un mensaje puede ser suficiente para demostrar atención, mientras que para los mayores no resulta igual de satisfactorio. “Ese desajuste, si no se compensa con visitas o interacciones presenciales, puede afectar negativamente a la autoestima y a la sensación de pertenencia de la persona mayor”, matiza Miryam Piqueras.

Para evitarlo y reforzar el vínculo afectivo con las personas mayores Sanitas Mayores recomienda:

  • Visitarles al menos una vez al mes.
  • Realizar actividades o planes compartidos, preferiblemente al aire libre y con algo de ejercicio, siempre que la persona esté capacitada.
  • Mantener conversaciones profundas una vez a la semana, en persona o por llamada, para tratar temas sensibles que no se abordan por mensajes.
  • Incluirles en decisiones familiares, aunque sean pequeñas, para reforzar su sentido de pertenencia y autoestima.
  • Enseñarles de forma gradual el uso de herramientas digitales, como videollamadas, siempre con paciencia.
  • Mostrar contacto físico y cercanía emocional, el lenguaje que muchas personas mayores siguen valorando más.