/p>8 de cada 10 de las personas mayores de 65 años residentes en centros geriátricos u hospitalizadas padece alteraciones del sueño, y en el caso de las sufren una demencia, la prevalencia de estos trastornos aumenta hasta el 90%.
Estos datos, aportados en el X Curso de Actualización en Psicogeriatría, organizado por el Hospital Sagrat Cor de Martorell de Hermanas Hospitalarias, ponen de relieve la importancia de las alteraciones del sueño en las personas mayores institucionalizadas y el impacto negativo en su calidad de vida.
Geriatricarea alteraciones del sueño
Las alteraciones del sueño provocan el aumento del riesgo de caídas, del deterioro cognitivo y una mayor mortalidad

Y es que, tal y como apunta el doctor Manel Sánchez, coordinador de la Unitat de Psicogeriatria de l’Hospital Sagrat Cor de Martorell “algunas de las consecuencias del hecho de no dormir bien son un aumento del riesgo de caídas, el incremento del deterioro cognitivo y una mayor mortalidad”.
En opinión de este experto, si la persona mayor institucionalizada sufre una demencia, las repercusiones que tienen las alteraciones del sueño pueden confundirse con la sintomatología de la enfermedad. “Por ejemplo, existen pacientes con Alzheimer que padecen una desestructuración de las fases del sueño con una reducción importante del tiempo de sueño profundo, que es el más restaurador, y que presentan somnolencia o cambios en el humor durante el día, que se asocian equivocadamente a la demencia”, apunta el Dr. Sánchez.
Pese a que su uso todavía no está extendido, las terapias no farmacológicas han demostrado ser altamente eficaces para solucionar las alteraciones del sueño que sufre la mayoría de las personas mayores institucionalizas. De hecho, muchos de los tratamientos farmacológicos utilizados hoy en día para regular estos trastornos podrían evitarse con tratamientos alternativos a los fármacos que, además, tienen unos costes reducidos y no suelen provocar efectos secundarios.
En este sentido, la doctora Ana Adan, del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología de la Universidad de Barcelona, incide qn que la aplicación de luz terapéutica, que consiste en la proyección indirecta de una lámpara una vez al día durante unos 30-45 minutos, ayuda a resolver los problemas del sueño en más de la mitad de las personas mayores.
“Se ha comprobado que esta terapia mejora el rendimiento diario de la persona y la calidad del sueño, además de actuar como estimulante del buen humor”, afirma la Dra. Adan. Además, si la luminoterapia se combina con una mejora de los hábitos, como por ejemplo disminuir la estimulación de la persona cuando se acerca la hora de dormir o una situación de oscuridad total durante la noche, se potencian la respuesta y la intensidad de los beneficios de la terapia lumínica.
Por otra parte, tal y como han puesto de manifiesto los especialistas reunidos en esta jornada, la administración de algunos fármacos, como es el caso de la melatonina, puede ser una buena solución a los problemas del sueño en las personas mayores. La melatonina es una hormona que produce el organismo a primera hora de la noche y que se encarga de inducir el sueño y de sincronizar los ritmos biológicos.
“Los niveles de melatonina se reducen con la edad y se ha constatado que, en personas con determinadas patologías como la enfermedad de Alzheimer, esta hormona se encuentra significativamente disminuida”, explica la Dra. Adan. Por ello, en estos casos la administración de melatonina vía oral al final del día es altamente eficaz afirma esta especialista.