/p>El síndrome de la abuela esclava es más común de lo que pensamos y se desarrolla en adultas mayores sometidas a una importante sobrecarga física y emocional, lo que les origina un progresivo desequilibrio tanto somático como psíquico, afirma una de las máximas autoridades en el estudio de este síndrome, el Doctor Pedro Salomé Gamarra, médico geriatra y Presidente de la Sociedad de Gerontología y Geriatría del Perú.
Geriatricarea Síndrome de la abuela esclava
El Síndrome de la abuela esclava genera sufrimiento crónico y un notable deterioro de la calidad de vida

Tal y como apunta este experto, las manifestaciones más clásicas del síndrome de la abuela esclava son la hipertensión arterial, la aparición de diabetes, la sensación de cansancio crónico, la ansiedad y los cuadros depresivos, por mencionar sólo algunos de los trastornos que provoca. Todo esto genera en la abuela un sufrimiento crónico y un notable deterioro de su calidad de vida.
Aunque poco identificado como una amenaza entre las mujeres maduras, este fenómeno se ha convertido en un tema de enorme preocupación para los organismos de salud del mundo por el altísimo costo que implica.
Es un hecho que en cada familia hay, hubo o habrá una abuela esclava, por lo menos, afirma el Doctor Pedro Salomé Gamarra. No obstante, hay que precisar que si bien las sobreexigencias familiares suelen recaer hoy sobre un gran número de abuelas, no todas llegan a desarrollar un síndrome a causa de ellas. Tiene que conjugarse, además, cierta predisposición relacionada con la capacidad de defender los propios espacios de autonomía. Es por ello que el fenómeno tiende a identificarse con ciertos perfiles.
Además, su diagnostico difícil, debido a que la paciente suele negar que está sometida a estrés por razones familiares o culturales y , aunque sabe que tiene excesivas responsabilidades, cree que puede con todo y piensa que su malestar está motivado por otras circunstancias.