El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno al informe sobre el Marco de Actuación para las Personas Mayores del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, un documento que marca las líneas de actuación que habrán de orientar las políticas públicas hacia la promoción del envejecimiento activo y su participación en todas las esferas sociales, desde el plano político al económico. Este informe recoge también las actuaciones que hacia tales fines llevan a cabo las entidades y asociaciones de personas mayores.

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El Marco de Actuación para las Personas Mayores contemple medidas para la promoción del envejecimiento activo y saludable

Desde el Ejecutivo se afirma que este Marco se caracteriza por el proceso de participación que ha acompañado la redacción y elaboración del mismo, ya que han sido las propias entidades y asociaciones (más de 100) las que, en colaboración con diferentes ministerios, han aportado sus propuestas y medidas, así como retos a corto, medio y largo plazo. Igualmente, el Gobierno destaca el Marco recoge las Orientaciones de la UE, que se materializaron en 2012 con motivo del Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional. España es uno de los primeros Estados miembros en incorporar estas orientaciones.
En definitiva, este documento aglutina todos los aspectos que conciernen a las personas mayores, y lo hace sobre la premisa del “derecho de estas personas de edad avanzada a una vida digna, a su autonomía y a participar en la vida social, económica y cívica de modo activo”, se afirma desde el Ejecutivo.
Así, recoge un total de 348 recomendaciones estructuradas en cuatro bloques: empleo, participación social, vida sana e independiente e igualdad y no discriminación.

Empleo

El Marco de Actuación para Personas Mayores hace hincapié en la importancia del aprendizaje permanente y considera “oportuno” seguir incentivando la prolongación voluntaria de la vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación.
Señala el documento que la jubilación anticipada debería reservarse a aquellos trabajadores que cuenten con largas carreras de cotización y opten voluntariamente por acogerse a ella.
Una de las orientaciones aboga por contar con incentivos a la contratación de los trabajadores mayores y otra propuesta aboga por preparar el tránsito a la jubilación mediante una formación específica y una flexibilización de la actividad y condiciones del trabajo.
Este epígrafe, en diferentes medidas, plantea evitar la discriminación de los trabajadores de más edad (50 o más años) en los ámbitos laboral, social o sanitario, al igual que fomentar el intercambio de experiencias entre empleados de generaciones distintas mediante tutorías y equipos compuestos por personas de edades diversas.

Participación en la sociedad

Dentro de este bloque, las distintas orientaciones promueven seguir adoptando medidas que garanticen a las personas mayores unas pensiones adecuadas, seguras y sostenibles, así como mantener y mejorar los mecanismos de protección social.
Otra de las propuestas que aquí se encuadra aboga por adoptar medidas para combatir la soledad en las personas mayores, lo que conlleva, por ejemplo, reforzar la formación de aquellos profesionales que directamente están en contacto con estas personas.
En cuanto al uso del tiempo libre, se apuesta por el fomento de actividades culturales para personas mayores y por acercar a las personas mayores es el de las nuevas tecnologías, de ahí que se apueste también por el desarrollo de talleres o sesiones formativas.
Crear servicios comunitarios que favorezcan la inclusión de las personas mayores en situación más vulnerable, promover el voluntariado de personas mayores, ofertar itinerarios formativos flexibles en los ciclos educativos, también en la Universidad, y fomentar la participación en la esfera política, desde la integración en listas electorales con opciones de ser elegidos, hasta la inclusión en órganos consultivos de las administraciones y de organizaciones empresariales, o proporcionar formación continua a los cuidadores no profesionales son otras de las medidas contempladas en el documento.

Autonomía y vida independiente

Este apartado aboga por el desarrollo de una Estrategia Sociosanitaria conjunta entre el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y las CCAA.
El informe hace referencia a recomendaciones como contar siempre con la opinión y consentimiento de la persona mayor a la hora de someterse a intervenciones quirúrgicas; promover recursos asistenciales específicos; impulsar servicios como telemedicina, asistencia a domicilio o teleasistencia son otras propuestas; habilitar líneas de subvención para el arreglo o adaptación de viviendas o promover ayudas de vivienda para los/las mayores que vivan solos; diseñar centros polivalentes, concebidos como prolongación de la atención familiar y de la ayuda a domicilio en el ámbito rural, etc.

Igualdad y no discriminación

El Marco concreta los colectivos de personas mayores considerados más vulnerables: mujeres mayores, personas con discapacidad, mayores en situación de marginación por su orientación sexual, dependientes o quienes viven en riesgo de exclusión por su nivel de ingresos. Se pide en el documento tener en cuenta a estos colectivos mediante orientaciones específicas.
Desde el Gobierno se destaca en este epígrafe la perspectiva de género, y así, se aboga por medidas para mujeres en los ámbitos educativo, de pensiones, cultural o sobre conciliación. Y se destina un apartado a la lucha contra la violencia de género en las mujeres mayores, centrado esencialmente en la sensibilización y en la formación de profesionales sanitarios o sociales para que detecten posibles circunstancias de malos tratos.