/p>Consciente de la importancia de una correcta alimentación en cada etapa de la vida, especialmente en el caso de la dieta de los mayores, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha elaborado una infografía y un decálogo, disponible en el portal Infoalimenta de la Fundación Alimentum.
Geriatricarea-dieta-de-los-mayores-fiabY es que a medida se cumplen años, especialmente en edades más avanzadas, el cuerpo empieza a afrontar cambios fisiológicos vinculados a la nutrición, como pérdida muscular, disminución de la masa magra y del porcentaje de agua corporal,etc.
Además, según avanza la edad disminuyen también los requerimientos energéticos, debido fundamentalmente a la reducción de la actividad física y a los cambios en la composición corporal. A todo ello hay que unir que el envejecimiento del sistema nervioso puede provocar en muchos casos depresión.
Desde la FIAB se indica que en nuestro país en la dieta de los mayores se ingieren altas cantidades de proteínas y grasas, mientras que el consumo de hidratos de carbono (pasta, arroz, pan…) es bajo. “Es recomendable que, por ejemplo, utilicen el aceite de oliva como grasa culinaria, incorporen legumbres, verduras y frutas para garantizar una dieta rica en fibra, así como carnes magras y pescado, principalmente el azul”, afirman los expertos de Infoalimenta.
Existen evidencias de que con el envejecimiento disminuyen las necesidades de energía pero no sucede lo mismo con las de vitaminas y minerales, que pueden aumentar. “Por ello, los mayores deben mantener un alimentación con alta densidad de nutrientes, lo más variada y equilibrada posible para garantizar que se cubren todas sus necesidades”, explican desde Infoalimenta.
Ante la falta de ejercicio y movimiento físico, los expertos recomiendan a las personas más mayores llevar a cabo una reducción de kilocalorías en la ingesta energética diaria. “Los varones deben reducirla en 600 kcal y no superar las 1.900 kcal, mientras que las mujeres deben consumir alrededor de 1.500 kcal, lo que supondría una reducción de 300 kcal diarias”Además, desde Infoalimenta recuerdan que la hidratación es un factor clave en esta etapa. En este sentido, apuntan que, como mínimo, hay que beber entre 1,5 y 2 litros al día, aunque no se tenga sed.
Por otra parte, las vitaminas juegan un papel fundamental. Por ejemplo, la vitamina B1, implicada en la correcta función cerebral, es fundamental en esta etapa, y la vitamina C, relacionada con una elevación del colesterol HDL y disminución del LDL colesterol, disminuye así el riesgo cardiovascular. Por su parte, las vitaminas A y D y minerales como el ácido fólico, el calcio, el hierro y el zinc son también fundamentales en esta etapa de la vida. El hierro es importante para evitar estados de anemia e estimular el sistema inmune y también interviene en el proceso de respiración.
Geriatricarea dieta de los mayores fiab
Los interesados en descargar esta infografía pueden hacerlo desde www.infoalimenta.com